Desnudándose en inglés

Roberto tiene cosas que lo vuelven deslumbrante. Llegó y dijo: estoy estudiando inglés, me voy, con mi mujer a una playa nudista.

Roberto, ya fue dicho, es un inorgánico analógico, con la vieja y querida universidad de la calle, donde se ha diplomado de todo lo posible, incluido el “plomo, cobre, bronce, vidrios, camas viejas, botellas.…”

La mesa del sábado responde a los patrones lógicos del rosarino típico. Esperar, contragolpear. Lo miraron. Mutis. Silence, para usar el idioma que quiere habilitar Roberto. Nadie siguió la conversación.

Voy a una playa de arenas blancas, mujeres soleadas, torsos trabajados… Se notaba un dejo de ironía, una sonrisa de ojos, un destello en los dientes. Roberto estaba exaltado o tramando algo. Estoy estudiando inglés.

Con los años uno entiende que la gente acostumbrada al negocio particular, sin la bonhomía que da el sobreprecio y el numérico en las cuentas del Estado, solo se exalta en dos ocasiones. Festejando un negocio o, y esta parecía esa segunda instancia, cuando gasta una broma y todo es chacota y jarana.

En la región cuando hay jarana se acepta la cumbia y el chamamé y, de hecho, la música cuartetera reina en la madrugada de la society que, en el frescor de la tarde o la rigurosidad del saco azul, camisa celeste, pantalón gris y zapatos convencionales no tiene lugar. Al contrario, logra rechazos que son, como se sabe, simulaciones. La mesa del sábado estaba para la chacota.

Tony, que por edad tiene un pie allá y otro acá, fue quien dijo lo suyo: las playas nudistas tienen un problema. El primer día. No te alcanzan los ojos por una parte y las comparaciones son crueles, casi siempre. Al segundo día la preocupación es otra, y para los argentinos es muy clara.

El Lalo es el Lalo, no se aguanta ¿porque es clara para los argentinos? Por la piel quemada. El argentino nunca estuvo desnudo y el sol quema “muuuuuy” mal en lugares “muuuuuy” buenos. Créanmé no se arregla con una cremita. Si tu mujer es quien te pone esas cremitas el asunto se complica. Vos mirás para un costado y todo te parece bonito, pero la bruja resopla y te vuelve a la cruda realidad. Puchero todos los días. Caviar jamás. Nunca champán. Parecía un filósofo de tango el Tony.

El Colo buscó, como corresponde, el lado positivo ¿Si hacemos una playa nudista en Rosario? Se viene una intendenta, es otro trato. El Adulto mayor, el cordobés, tenía información. Era, sin dudas, un sábado especial.

Ppodía pasar cualquier cosa, el cordobés con información veraz. Mirá, varón, como poder podés, pero una playa nudista en Rosario es una cuestión entrerriana, porque mas allá del canal la jurisdicción es de los entrerrianos, de modo que la cola al aire de “las chichís” la juzgarán los jueces de la provincia vecina y ecuménica… El Lalo , vaya uno a saber el oscuro porqué de los hombres, como decía mi tía, que siempre quería que prendiesen la luz, con la luz prendida el amor no es ciego, nene, me decía, por el lado oscuro, que nadie conoce, en algunos sábados el Lalo se pone loco con el cordobés. En este caso no había razón, o si. ¿Porque ecuménico? ¿por qué? El cordobés busco ayuda, no la encontró. La palabra era suya. Porque ecuménico es ecuménico y queda bien. Silenciamos el silencio. No convenció a nadie, quedo acurrucado y aprovechó: ferné y saladitos. Conociéndolo como lo conozco, va a buscar en el diccionario y el sábado que viene traerá escrita la definición de ecuménico. La traerá escrita porque el cordobés, excepto de dinero, se olvida de todas las cosas. Del dinero también, si es deuda. Distinto si es acreencia.

Roberto sintió que estaba perdiendo el eje. No está mal una playa nudista en Rosario. Conozco gente que vive de ése modo, no le va mal y sería útil al proyecto. ¿Cuál es el modo?, dijo Tony. En bolainas, dijo Roberto, aplicando una fineza con el neologismo. Todos entendimos. Eso lo agrandó. Tenemos zonas de degustación. Algunos “detés” de fulbo llegan a Rosario y viven de ése modo, no entienden nada del clú en el que dirigen. Algunos concejales y/o concejalas lo mismo. Vivieron, viven, vivirán en Rosario sin saber nada de la ciudad. Algunos viven poco en la ciudad.

El cordobés volvió a la normalidad. Mirá, negro, vos me “dicís” que hay concejalas desnudas por Rosario, varón, si se confirma tu información vuá a presentar una querella contra el diario por ocultamiento de pruebas, porque entonces los periodistas me están ocultando información clasificada y altamente rentable, como la del Palacio Berlusconi, donde deberíamos hacer una reunión un sábado de estos…

Te podés callar un poco, dijo el Lalo, casi, casi bruscamente. No estuve de acuerdo. En realidad si. El cordobés estaba yendo por la banquina. Con los adultos mayores pasan esas cosas. A la distracción le sigue el entusiasmo. No es una buena alquimia. No estuve de acuerdo con el pedido de silencio del Lalo porque lo del encuentro en el Palacio Berlusconi es una idea buena, ideal, pero irrealizable, nadie tiene ganas de amores pagos a las 11 de la mañana de un sábado. O si. Quedé en dudas o mejor: quedé en bolainas sobre el tema. De mi distracción me sacó Roberto.

Lo mío es sencillo. Me voy a una playa nudista con la petisa y estoy estudiando inglés… Nadie, juro, nadie le preguntaba el porqué del idioma para desnudarse. Era su necesidad. El sábado no estaba resuelto sin la pregunta. Fue Danielito, el “dotttore”, el encargado de resolver la cuestión. ¿Porqué estas estudiando inglés para desnudarte, Roberto? Je, dijo Roberto.

Los mozos tienen esas cosas, uno los espera con la sed degollándote y no vienen y así, de repente, aparecen. El mozo apareció con la bebida, quesitos, saladitos, aceitunitas, milanesa picadita, jamoncito crudo en rollitos y una información trascendental: en la tele están pasando, otra vez, lo de la piba de Tinelli con el desnudo frontal. Largamos todo. Era una edición en cámara lenta. Lalo abrió los dos ojos, que es mucho decir. El cordobés respiró profundamente, como recordando cosas hace mucho tiempo olvidadas. El Tony hizo un comentario sobre el varoncito que la acompañaba, algo seguramente envidioso, no se. Este Tony, mirá que tener tiempo para la escenografía ante un desnudo frontal. Danielito insistió con que eso merecía una multa. El Colo comentó: no tienen “espónsores”, qué desperdicio y lo mas interesante lo de Roberto. Roberto hizo una declaración sugestiva. Esta piba es la que hace la promoción de la playa donde voy a ir con mi mujer, después de aprender inglés. La verdad, la verdad, nadie atendió sus comentarios. El último, por ejemplo, pasó desapercibido. Roberto dijo: en esta ciudad hay mucha político que está en bolainas y que todavía no sabe inglés. Nadie entendió, ni falta que hacía. Venía la “repe” del desnudo, mas cámara lenta. Se enfrió la milanesita picada. Suele suceder con Tinelli, a muchos logró enfriarles la milanesa.