Google+ Raúl Acosta: Ahora la Banelco española, después los K

martes, 5 de febrero de 2013

Ahora la Banelco española, después los K

Lo primero es lo primero. el uso de la palabra Banelco (originalmente Banca Electrónica Compartida) no tiene otro objeto que referir el descalabro español al caso de corrupción en la política argentina donde se la mencionaba (“los solucionamos con la Banelco”) indicando el depósito en las cuentas, con ese dispositivo, para el pago de coimas al poder Legislativo durante el insólito gobierno de la Alianza, que conformaron Fernando de la Rúa y Carlos Alvarez.

La Banelco en España destroza todo. La verdad: es un listado en una libretita de almacenero. Es, en sustancia, un caso de coimas, sobresueldos, dineros mas allá de lo legal, que abarca a todo el Partido Popular. El PP está en el gobierno. Después de la claudicación económica del PSOE, que alegremente acercó a España al abismo de la francachela, los españoles abandonaron el ritmo del Socialismo español y votaron a la derecha para que reorganizase el país y los sacase del descalabro. Flaco remedio para una gorda enfermedad. La única receta que propone el bipartidismo, siempre tan lógico, tan pies dentro del plato.

La derecha, Partido Popular, blanqueó las horribles cuentas del Estado, la liviandad socialista para con la plantilla de sueldos públicos, las pocas horas semanales de laburo, el quiebre de la salud pública, la rebelión de las comunidades, dependientes pero vocingleras, la burbuja financiera inmobiliaria, la especulación populista, en fin: la casa desordenada. No era todo. Recibió el vendaval europeo, réplica del vendaval yanqui y su sinceridad es parte del sincericidio en que se encuentra, de este modo, suicidándose. 

El Partido Popular está suicidándose. En cierta forma los hábitos de su titular, Mariano Rajoy, a quien se le cuestiona desde la barba hasta la sexualidad, difieren en todo de los hábitos de Fernando de la Rúa, padre de los chicos del sushi, el hombre con el ACV natural que gobernó Argentina hasta que el siglo XXI lo estrelló contra un helicóptero. Difieren en todo menos en una cosa. Yo no fui. La frase los hermana y tal vez sea cierto. Del descalabro que recibieron no son culpables (o si, el bipartidismo siempre complica, la complicidad legislativa es absoluta) pero de la caída por la denuncia mediática si. La denuncia de un medio poderoso y creíble es dura, durísima. Es ésa denuncia la que originalmente quitaba el sueño de Néstor Kirchner. Nadie resistía cinco tapas de Clarin. Está por verse si Rajoy o el PP resisten una investigación a fondo de diario El País de España. En realidad está corriendo la filmación en tiempo real con esta opinión. 

Todas las historias tienen hasta hoy el mismo final. La erosión se lleva puesto a quien está frente al viento. Aquí las remeras que dicen Clarín miente apuntan a erosionar las denuncias. No se han visto fotografías de jóvenes con remeras que en Madrid ostenten en su pecho la leyenda: El país miente. Acaso la foto de Chávez moribundo se inscriba en la escofina que se pretende contra el diario de un tal Polanco.

Contadores, funcionarios de la más alta plana partidaria del PP estaban anotados en una libretita con especificación de persona y euros mensuales que recibían sin chistar, en negro y a escondidas. Todo se divulgó, con detalles, según las investigaciones de un diario opositor. El eje está en El País, diario, cadena de radioemisoras y complejo editorial con expresa adhesión al PSOE. Es parte del grupo PRISA la radioemisora Continental, de Argentina. También está cerca de este conglomerado empresarial una de las cadenas de telefonía celular y de línea fija. Al fondo del caso no se sabe de que modo lo incide. A la economía y sus implicancias si. El diario El País ha sido un medio abierto a las opiniones sobre Argentina que molestan al régimen. Tanto el kirchnerismo tardío como el cristinismo ululante se han quejado. Los adherentes básicos no porque poco importan en el fondo de La Matanza, Lanús o Morón los dichos de un periodista español sobre los muchísimos dineros de Cristina, de los que nadie puede hablar después del chas chas a Darín.

El tema de la Banelco trajo, en Argentina, la suma de gobernantes a repetición hasta desembocar en Duhalde y este en Néstor Kirchner, a quien prohijó contra Menem, el peligro turco. Todos hijos y entenados de la misma parroquia. Queda claro que el partido radical perdió para siempre su existencia real y el bipartidismo, ya herido por Menem, certificó su muerte tras el helicóptero del suegro de Shakira, hoy casi ciudadana española. 

Pregunta de las preguntas: la derecha española organizada (Partido Popular) se irá por la alcantarilla como el radicalismo argentino. Sus dirigentes han oscilado desde López Murphy a Elisa Carrió. En ambos ejemplos el 1% de los votos exime de comentarios sobre el final del radicalismo organizado. No existe. Hay radicales en toda Argentina, como habrá populares en toda España, pero partidariamente pueden tener un final. Personas, nunca mas dirigentes nacionales. Y el peligro del bipartidismo enclenque. El F.A.P. es la respuesta a la IU.

Néstor Kirchner, por peronista, estaba más cerca del PP que del PSOE. Su viuda no se sabe, según de qué tema se hable. Su ausencia de militancia juvenil con riesgo la acerca a su materia faltante: jugar con fuego. El PSOE, por construcción, debería estar mas cerca del radicalismo y del socialismo argentino. Felipillo y Zapatito. La seducción de Felipillo mezcló las cosas.

Un diario poderosísimo contra un gobierno corrupto. Líderes que nunca serán lo que fueron. Contradicciones como jurar por izquierda y corromperse por derecha, izquierda y al centro. Quien viva en España reciba el alerta. Busquen estos apellidos. Alvarez. Puertas. Camaño. Rodríguez Saá. Duhalde. Kirchner. Busquen Fernández. Acaso sea el tiempo de una presidente.

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