Google+ Raúl Acosta: Ojalá no tengan mañana. Ojalá.

viernes, 24 de mayo de 2013

Ojalá no tengan mañana. Ojalá.

Los chicos de las brigadas juveniles del cristinismo ululante controlarían precios y mercaderías. Eso se dice. Mercaderías para el pueblo. La memoria me pone en un filme y en una escena.

Es un día de fiesta. Hay sol. En el patio cervecero las familias comparten sus canastas con comida, sus chicos, el sol. La cerveza. Al escenario al aire libre se sube un jovencito, vestido con el sencillo uniforme de miliciano juvenil. Con una voz blanca, esas hermosas voces blancas de la ópera, del Vaticano, de los eunucos sonoros, lentamente, empieza a cantar. Los protagonistas del filme, metidos en una escena que no es de ellos, miran el sol, el día de fiesta. Tienen sus propias turbulencias.

El chico canta solo, por detrás, lentamente, una pequeña banda intenta acompañar. La batería inicia un redoble de marcha, el que se usa para motivar el paso de los batallones por las calles. La cámara se pasea por los rostros de los padres, de los jóvenes, de los ancianos que han vivido tantas cosas. Es Alemania, sobre los años 30. Es Europa, década del ’30. De a poco encuentran en la canción su pasado, su vida, su porvenir. El pueblo de ésa tarde, de ése patio cervecero mira al jovencito que canta. De a poco acompañan. De a poco. Todos conocen la canción. Todos. Dice cosas,cada verso, que ellos sienten como propias. Les son propias.

La cámara acompaña el momento que se estira, de a poco, siemjpre de a poco cada familia acompaña, tararea, entona, se entusiasma. Ahora. Ya está. Sucedió. Todos están cantando,en la Alemania de 1930, que muestra la película Cabaret, todos levantan las jarras de cerveza, se entusiasman, se paran. Cantan. Todos cantan.

De un modo incomparable el cine mostró, en la escena que evoco, el nacimiento innominado del nazismo. Todos cantan una canción popular, una vieja canción popular que los jóvenes recrean en esa tarde soleada de Berlín. El nazismo, el fascismo, el populismo en 4 minutos. La película se llama Cabaret.

"Tomorrow belongs to me" está traducido al castellano "El mañana me pertenece/nos pertenece", y la letra es de la canción italiana "Il domani apartiene a noi. Una bruta traducción sería esta.

El sol en el prado veraniego es caliente
El ciervo en el bosque, corre libre
Pero se reunieron para saludar a la tormenta
Mañana me pertenece
Mañana me pertenece
La sucursal en el linden es frondosa y verde
El Rin da su oro para el mar
Pero en algún lugar de gloria aguarda oculto
Mañana me pertenece
Mañana me pertenece
El bebé en su cuna está cerrando sus ojos
Los abraza la flor de la abeja
Pero pronto se dice que el susurro, levántate, levántate
Mañana me pertenece
Mañana me pertenece
Estribillo:
Ahora la Patria, de la Patria, nos muestran el signo
Sus hijos han esperado a ver
La mañana vendrá cuando el mundo es mío
Mañana me pertenece

Ha pasado demasiado tiempo y el cristinismo ululante avanza hacia el populismo sin complejos, origen de todos los partidos únicos, de todos. Ojalá no canten la canción.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario