Google+ Raúl Acosta: Massa, el futuro que atrasa

domingo, 14 de julio de 2013

Massa, el futuro que atrasa

Una mirada desde el sur

Puede un intendente tomar por asalto una provincia-país como Buenos Aires. Pronto se sabrá. Al final de esta opinión está mi voto. Octubre es la fecha, que nadie se engañe, no es el 11 de agosto. Las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (P.A.S.O.) servirán para los titulares de los diarios, por debajo el río sigue su curso. Seguirá.

No es Tigre ni la primera ni la mas importante intendencia de la provincia, pero tiene asignaturas resueltas. Relaciones pasionales (fútbol, Tigre) conexiones claras con el establishment (desde museos hasta emprendimientos) y con la crema del siglo 21. El mensaje. “Pulcritú”. Camaras de tevé. Seguridad. Vengan al museo. Somos una ciudad que se puede visitar.

El mensaje es el que se espera. Tics de lenguaje común (a ver, haber, dale, nada, pero por supuesto,totalmente, nada) y las frases necesarias. Hace un año que Sergio Massa ensaya como sonreir, no decir nada y no engordar demasiado.

Vamos al nudo del asunto. Que nadie se espante. Nadie. El peronismo de la década 2012 a 2022 no debe espantar. En Santa Fe CFK no encontró una réplica, el Ingeniero Obeid ni maquillado da el personaje. En Córdoba ni aparece. En C.A.B.A. el arquetipo es Macri pero ya ha sido nominado como el enemigo a derrotar, no puede estar en dos sitios.

Para situarlo según ciclos económicos exitosos. Del 2012 al 2022 nadie se debe espantar. China seguirá comprando grano y grano aplastado. El agua y el petróleo estarán donde están. Habrá subsidios y pactos. Punto. Un mejor trato para los capitales y tranquilidad de domingo para lunes. Con CFK no hay paz dominical ni lunes manso. Todo para nada.

Massa no representa cambio alguno en los temas básicos (Coparticipación, intervención federal, atrasos regionales, injusticias del gobierno central, descontrol de los fondos públicos) Massa asegura una transición tranquila de un modelo crispado a un modelo manso. La redistribución del ingreso y el cambio de subsidios por trabajo efectivo no es un problema básico, es un enunciado de campaña.

El ”voto clientelar” es apenas el 12% del voto real del peronismo. El eje de cualquier análisis es el peronismo. El comportamiento social es de Argentina. Somos así.

El peronismo en provincia de Buenos Aires sumará el 80% de los votos. Epa. Tanto. Exageración. Sumemos. Si la viuda o quien sea su albacea testamentario resume el 30% del núcleo duro del cristinismo ululante deberíamos darle igual porcentaje a Massa y el peronismo sonriente. El 12% de voto clientelar no descompagina ni despoja al radicalismo de sus votos. Stolbizer menos Alfonsín (el hijo del lider no suma, acaso quite, si no habla no resta, pero no se calla) oscilarán entre el 11 y el 18%. Mas cerca de la decena, pero seamos optimistas. Queda De Narváez. Si el peronismo a la marchanta de De Narváez mas Moyano no suma el 15% el asunto será de susto para los sindicatos moyanistas. Sumemos otra vez. El 75% es un buen número. Si quiere Usted cerremos en el 70% y hago precio de liquidación.

El peronismo, el proto y el cuasi peronismo sumarán mas del 70% de los votos en la provincia país. Massa es quien asegura el crecimiento porcentual del peronismo en provincia de Buenos Aires, porque Daniel Scioli hace suma cero con CFK.

Ni juicio y castigo, ni revisión de las riquezas malhabidas, ni mención a los empresarios mimados y sus desbarajustes (¿Lázaro Báez no tiene nada que ver en esta jugada?...¿ ni siquiera como timbre de alarma?)

Lo bueno se mantiene, lo malo se va. El discurso brillante de Massa ( de brillante joven americano) diciendo “soy el que viene” tiene el aval de los intendentes de la provincia-país. La certeza de la biología los acompaña tanto a Massa como a Insaurralde. Giuseppe de Lampedussa rescribe y rescribe su frase. Para que nada cambie.

El año 2013 tiene signos elocuentes, indicadores claros del porvenir. El peronismo, el componente genético de la política nacional, comenzó sus trabajos de parto para engendrar la nueva generación. El resto mira, ni de comadrones sirven algunos.

Los medios han decidido jugar sus cartas. Todos los empresarios quieren un poquito de paz un día, una vez. Un armisticio. La señora y sus ululantes discursos, cada vez mas inconexos, no convencen. Siempre la guerra es mucho.

Un mundo interconectado no resiste una mentira permanente y una victimización al infinito. El voto joven no la acompaña. El voto peronista quiere el poder y la señora va al quirófano. Le cabe el honor de haber presentado el mejor equipo de relatores, de “spin doctors”, de rescribidores que se tenga memoria. El dúo renovó el peronismo en el 2003. El peronismo la renueva. La recordarán, no hablarán mal de ella y, en lo posible, no revisarán sus cuentas. La historia si, será revisada. El peronismo es quien siempre renueva su historia, con ella la de todos. No dejen fuera de la foto al chaqueño y al salteño.

Massa no es Massa, es el peronismo que se reconstituye. No quiere cambiar al mundo ni al país ni a nuestra índole. Nada. Es quien leyó la próxima década. Ni ganada ni perdida. Reciclada.

De a poco, de a uno en fondo todos tomarán su caminito a la Meca y peregrinarán hasta que salga el sol. Un lugar al sol. Eso se necesita. Se oferta. Se compra. El peronismo, nacido y criado en el poder central, pide poco para cerrar los desbarajustes. Apenas cuatro palabras: ¿”como podemos arreglar esto”? Para el pacto final solo dos palabras: “si compañero”.

Ni ganará Massa ni perderá la viuda ni rebanaran a De Narváez. Una vez mas el peronismo muestra la formula de la cinta de Moebius. Vueltas y vueltas al mismo sitio. El poder. Como antes.

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