Google+ Raúl Acosta: Zamora cree lo que dice

viernes, 20 de septiembre de 2013

Zamora cree lo que dice



-Las declaraciones suyas, las reflexiones, días pasados sobre la señora presidente me parecieron atinadísimas. Yo no soy de los que duerme del costado de la señora Kirchner y ojalá el 11 de diciembre de 2015  se vaya y no aparezca más políticamente. Pero adhería a lo que usted decía como reflexión, una cosa es enojarse o enfrentarla por cuestiones ideológicas y otra es plantear que porque es mina o porque está enferma está haciendo cosas que uno a lo mejor no puede replicar desde el punto de vista ideológico. Eso me gustó.

Bueno, efectivamente a mí me pareció muy bajo. La verdad que hemos sido muy críticos del gobierno, lo hemos enfrentado desde el año 2003 y seguimos siéndolo hoy, opositores del gobierno. Pero hacemos críticas políticas y cuestionamientos políticos. Y nos parece que cuando han empezado a cuestionar o informar que tienen acceso a opiniones médicas cercanas a la presidenta en realidad creo que es algo muy bajo, porque cuando alguien empieza a cuestionar la salud de una persona, y especialmente acentúa que este estado de salud le está afectando en su ánimo y en su capacidad psíquica para poder tomar decisiones, en realidad está cuestionando las decisiones pero no se anima a cuestionar las decisiones, entonces está quitando legitimidad a una persona.
Porque si hay una persona que no está bien psíquicamente o anímicamente ya no interesa que las decisiones tomadas sean buenas o malas sino que hay que preocuparse por esa persona y ver si no se la corre de las decisiones que está tomando. Así que la verdad que si hay alguien que opina eso, que no es bueno que por las posiciones políticas del gobierno siga y no tratar de socavar la legitimidad de un gobierno aludiendo a un estado de problemas personales o de salud personal. Así que la verdad me pareció muy bajo políticamente, tanto de dirigente políticos como periodistas, que hayan aludido a eso.

-Dos cuestiones, Zamora, que me gustaría que comparta con nosotros. La primero, le leía a usted sobre lo siguiente: no es tan trágico, económicamente hablando, el futuro. Y adhiero a sus palabras. Y días atrás leía una nota de un hombre que relata internacionalmente, Jorge Castro, y él decía que India, China, que planifican a 10 años y a otros 10 años, nos seguirán comprando a nosotros y que tendremos la posibilidad de manejar, si hubiese una política económica adecuada, manejar bien recursos que seguirán viniendo. La pregunta en concreto es esta: ¿usted no es pesimista respecto al futuro de Argentina?

Yo estoy preocupado por la perspectiva. Y nuestros grupos, los debates y las investigaciones que vamos haciendo de la realidad económica y política nos preocupan, los próximos años nos preocupan mucho. Porque vemos que va mostrando una serie de políticas implementadas a partir del 2002, con la brutal devaluación, el aumento del precio de la soja, y la supresión del pago de la deuda externa hasta el año 2005 a los bonistas privados, les permitió un suficiente como para impulsar una reactivación de la economía con salarios muy bajos y con ingresos en abundancia, o sea que había ingresos fiscales, había lo que se llamó el superávit tanto fiscal como comercial. Y eso se empezó a agotar en 2007, empezó a bajar el crecimiento del producto bruto, con algún pico de no crecimiento como en el 2009, ya los crecimientos del 8, 8, 10%, aún con la estadística inflada del Indec, ya no vuelven, todo indica que no vuelven. Y como no hubo cambios de fondo en estos años, la economía sigue extranjerizada, eso hace que se hayan ido fortunas al exterior en remesas de ganancias trasnacionales, pago de la deuda externa, nunca se pagó tanto en efectivo como en estos años, fugas de capitales que fue formidable. La presidenta reconoció el otro día públicamente que se habían pagado 173 mil millones de dólares de deuda externa en estos años. No hay antecedentes en 100 años de historia argentina. Entonces, claro, ahora están con las reservas cayéndose.

-Yo creí entenderle que usted iba contra los agoreros que decían que esto iba a un crack.


Porque como parte de la política electoral se está hablando de rodrigazos, de devaluaciones masivas. Y yo ahí, vemos un agotamiento gradual, no vemos una catástrofe inmediata, que vaya a explotar la economía en las próximas semanas o meses. Pero vemos que en los próximos años vamos a situaciones muy difíciles si no hay cambios de fondo, si no se suspenden los pagos de la deuda externa, no se ataca gradualmente uno resortes de la economía en manos de 400 grandes empresas extranjeras que obviamente giran sus ganancias al exterior. Ningún país se desarrolla con inversiones extranjeras, ninguno, y Argentina no va a ser la excepción. Entonces, si sigue viniendo Chevron, además de sus efectos contaminantes y perversos, estamos listos. Es decir, el futuro es muy grave, pero eso no quiere decir que explote una semana antes de las elecciones para que el que lo vaticina gane votos. Eso me parece muy poco serio. Más bien vemos que el gobierno tiene 35 mil miles de millones de dólares de reserva y no es lo mismo que De la Rúa con 5 mil. Es distinto. Y como dijo usted, citando a Castro, todo indica que en los próximos años Argentina va a seguir teniendo ingresos. Ahora, el problema es que está saliendo mucho más de lo que ingresa, entonces ahí está el cuello crónico de economías como la de Argentina.

-Otra reflexión suya que nos gustaría escuchar es la siguiente: usted es uno más que dice, me incluyo, que no hay entre Massa, Scioli, Cristina, Duhalde, Menem, Perón, no hay una línea divisoria muy gruesa; pero lo cierto es que el 60, 65% de la provincia de Buenos Aires, que es el 40% del país, vota peronismo. Y lo que uno debería preguntarse es si no hay aquí una matriz genética, una matriz políticamente genética que responda al kirchnerismo. Y muchos otros dirigentes, de otros partidos, también tienen ese comportamiento, sobre el poder, que tiene el peronismo.

No, yo creo que no hay nada genético en el pueblo argentino porque el peronismo no existió siempre, o sea que, obviamente, no hay ningún pueblo que tiene ese vínculo y Argentina tampoco. Ahora, hay que ver si un fenómeno político que está en agotamiento. Yo lo señalo en muchas notas.

-Sí, usted habla de una diáspora y lo que yo estoy diciendo es que pueden dividirse pero que la matriz de análisis y resolución sobre la política y el poder los emparenta.

No sé. Yo lo que señalo es que hay una crisis de representación muy grande y eso también involucra al justicialismo. Fíjese que hace varias elecciones que no se presenta con su nombre sino que se presenta con un nombre distinto, es un fenómeno político que no se ha dado suficiente entidad pero ya desde hace varias elecciones el PJ no se presenta en elecciones de la provincia de Buenos Aires, y muchas provincias del país, con el nombre de PJ sino con el de Frente para la Victoria, lo cual es un dato político relevante, y que además se presenta en muchos casos dividido, en varias ocasiones. Incluso, por ejemplo en el año 2009, unos meses de crisis económicas, después de 6, 7 años de crecimiento, lo llevó a perder las elecciones al gobierno, y nada menos que con Néstor Kirchner como candidato. O sea que está todo también muy agarrado con alfileres, y eso también involucra al justicialismo. Cada vez está más alejado del peronismo del 45, 52 en cuanto al vínculo profundo del pueblo con ese movimiento político, más allá de la opinión que tenga cada uno de ello, es un dato de la realidad. Había millones de trabajadores argentinos que estaban dispuestos a dar la vida por Perón y hoy están pensando si le dan el voto a Massa. Yo creo que la crisis política de representación no es solamente de los radicales, o de Macri poniendo a un humorista para ser candidato o a un árbitro de fútbol, también es del justicialismo, vuelvo a aclarar, se presenta en varias oportunidades dividido, enfrentándose.

-¿Y eso no será que lo que sucede en el siglo XXI es el fin de los partidos y la definitiva presencia de los frentes políticos?

Desde el poder económico se intenta reemplazar el vaciamiento de los partidos con personas porque no tienen… Por ejemplo, el último intento de construir una fuerza política es Macri, y ha fracasado, las últimas primarias han demostrado que no puede conseguir una fuerza nacional que sea el reemplazo del bipartidismo tradicional en crisis. Ahora, los frentes son todas cosas que sí, pueden ser personas conocidas, relevantes en algún deporte, en otra actividad, o alianzas, pero las alianzas son más débiles para el poder económico. Usted tiene una inversión de 200 millones dólares de la empresa Volkswagen y dice “tengo un grupo político como el PJ o el radicalismo y me garantizan ajustes, salarios flexibilizados, tercerizados, voy”, pero usted ve una alianza de Binner, con Carrió, con Solanas, y el empresario alemán más bien pone plata para especular. Y eso es lo que pasó con la alianza de De la Rúa, la misma gente que lo votó al año ya salió a la calle a echarlo.

-Por último, durante años como periodista tengo que informar en el verano a los ancianos “ojo con les coups de chaleur, el golpe de calor”. La señora Carrió nos obligó a mirar el diccionario francés-español con el coup d'Etat. ¿Hay un golpe de Estado cuando las fracciones peronistas se pelean?

No, lo del golpe de Estado… es muy poco serio la dirigencia política. Para llamar la atención, así como ponen futbolistas, hay otros como la señora Carrió que hace una declaración altisonante. Carrió es una dirigente de no seriedad política. Yo creo que son tiempos en que el pueblo tiene en sus manos lo que se perdió en el siglo XVIII, que son los mecanismos de democracia directa. Esos caminos son los que está empezando a recorrer el pueblo frente a la crisis de representación, al vaciamiento de los partidos. Argentina y el mundo, esto es lo que me parece a mí.

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