Google+ Raúl Acosta: Macri, el otro Macri

miércoles, 7 de mayo de 2014

Macri, el otro Macri

Jorge Macri, Intendente de Vicente López, en La Vereda de Enfrente


-Se encuentran en Rosario. Asociaciones público-privadas en la recuperación de espacios costeros. ¿Ese es el tema?


Ese es el tema mañana. Hoy tenemos también una actividad que tiene que ver con un estudio de arquitectos que se dedica mucho a innovación a nivel internacional en grandes ciudades con movidas emblemáticas y muy lindas. Así que hoy también tenemos un panel que voy a estar compartiendo con algunos otros intendentes, Mónica Fein entre otros, también Javier Corral, Blanca Osuna. Así que va a estar lindo. Una buena razón para juntarnos, intercambiar experiencias, ver qué está haciendo uno y otro, qué podemos aprender del camino recorrido por otros. Y la verdad que Rosario, en esto de convivir con el río, tiene mucha historia, ha hecho cosas muy lindas, y en Vicente López estamos tratando también de recuperar espacios muy emblemáticos que antes estaban cerrados al acceso del vecino y hoy lo hemos ido transformando en lindos espacios para que la gente pueda disfrutar. Así que siempre hay cosas por aprender.

-Intuyo que usted con otros, puedo mencionar a Massa, Cariglino, al mismo Insaurralde, me parece que hay una generación de intendentes de entre 40 y 55 años, que son los coroneles que van a tomar el poder en Argentina. Usted es uno de ellos.

Muchas gracias. La verdad que yo estoy disfrutando mucho de la tarea que me toca, es muy lindo ser intendente. La verdad que uno puede hacer cosas importantes y seguir en contacto con la gente, con el vecino. Este debe ser uno de los pocos cargos que lo permite, porque ya el gobernador u otros roles es como que uno toma mucha distancias. Así que estoy disfrutando el momento, pero sí, uno siempre tiene ganas de pensarse haciendo cosas más adelante. Pero la verdad que estoy disfrutando este momento.

-Lo que advertía es que hay en usted lectura de politólogo, lectura de sociología, y no es el único, pero advierto en usted que hay una forma, una expresión, un lenguaje de alguien que lee ese material. ¿Cuál fue su estudio universitario?

(Risas) Nada que ver. Yo estudie primero 4 años de Arquitectura, que la verdad me apasionaba pero después perdí la pasión, y es una carrera que, como Medicina, si uno no la hace con mucha vocación es muy difícil sostenerla. Y después me recibí en Administración y Finanzas. Nada que ver. Y hace 10 años, unos 8 o 10 años, me empecé a dedicar un poquito a la política. Y la verdad que me apasiona y si pudiera, algún día, no sé cuándo voy a encontrar tiempo, me encantaría seguir estudiando. La verdad que la carrera de Psicología Social me encanta, entender el fenómeno del individuo en sociedad, cómo se acciona, cómo se vive, cómo se construye una comunidad, la verdad, me apasiona. Y la política es básicamente eso. Así que estoy en el lugar en el que, sin saberlo, quería estar, porque no es una vocación que haya descubierto de chico sino más bien de grande.

-Dos preguntas. ¿Cómo hacemos desde fuera del cordón del Gran Buenos Aires para manejar un país o entender un país en donde ese sitio, el cordón del Gran Buenos Aires, conforman el total de los problemas y, le diría, una buena parte de los votos que conforman el país? ¿Cómo se hace para ser federal?

Yo tengo una propuesta muy clara que le he hecho al gobernador Scioli en estos días, aprovechando toda esta instalación de reforma política, límites a la reelección de intendente. Mi invitación al gobernador es a que desdoble las elecciones de la provincia de Buenos Aires. Que como se hace en tantas provincias, en un momento se discuta la provincia, y por lo tanto los intendentes, y en otro momento se discuta presidente. Y entonces me parece que, además de un montón de beneficios, hay un beneficio central en eso, que es que la provincia deje de ser esa locomotora electoral que define todo, y que entonces la provincia es utilizada por lo nacional, porque son muchos votos, y por otro lado la provincia desplaza a la discusión federal, porque es casi la que obliga a un presidente a condicionarse. Si la separamos, si en un momento se elige gobernador e intendente, y ahí todo el aparato local y toda esa política local juega su juego, y en otro momento se elige presidente, me parece que empezaríamos a tener un poquito más de equilibrio en la discusión electoral. Discusión que quedó rota cuando dejamos de tener Colegio Electoral.

-Hable con Duhalde y Menem. Ése fue el efecto más dañino de 1994.

Se le dio una preponderancia a la provincia que, entre provincia y un par de ciudades más, está el 50% del electorado. Entonces perdemos, sin duda, una visión federal hasta en lo electoral.

-Dos preguntas un poco más coyunturales. La primera: Frente Amplio UNEN es básicamente una idea política con muchos cabezones, y el PRO es una idea de partido de poder con un solo cabezón. ¿Es posible que se unan?

Yo creo que seguir juntando cabezones es medio complicado. No lo sé. Me parece tan lejano poder hoy imaginar armados electorales. Yo creo que este es un año en el que cada espacio tiene que contar qué quiere hacer, tratar de enamorar a la mayor cantidad de gente posible, en el PRO tratar de seguir sumando gente nueva, o que ha dejado la política o que trabaja en lo público pero desde ongs, etcétera. Y el año que viene… A ver, me parece que no es el momento. Primero, porque no me parece que la gente esté desesperada porque alguien plantee un frente electoral hoy; y segundo porque me parece que hay que consolidar lo que cada uno es antes de decir con quién se va a reunir, porque si no después es una ensalada medio rara. Yo no me apuraría. Digamos, no niego el diálogo con nadie pero no me desesperaría hoy por andar buscando armados de frentes.

-La otra pregunta coyuntural es de qué modo, cree usted, se pueden enfrentar las dos variantes que va a tener el peronismo, Justicialismo, o como quiera usted identificar al sector originario del peronismo.

La gente. La única manera. Acá se ha logrado, yo lo logré en Vicente López, Mauricio lo ha logrado en la ciudad. Hay casi un deseo, yo diría, de los peronistas o de la corporación política de que sólo se puede hacer política, ganar y gobernar con ellos. Y la verdad es que no es así. Yo tampoco vengo acá a llevarme puesto a nadie, simplemente digo que no hay que olvidarse que la gente vota, y cada vez vota con más libertad. Claro, uno tiene que tener candidatos, buena presencia y un buen mensaje, pero me parece que muchos de los que han fracasado en tratar de enfrentar al peronismo electoralmente le han echado la culpa pero en realidad no han mirado sus propias deficiencias. Tal vez no es que sin ellos no se puede, sino que simplemente no lo hicieron bien y no sedujeron a la gente. Uno siempre pone la culpa afuera, y me parece que si uno es una alternativa interesante, le gusta a la gente, construye un mensaje de que se puede estar mejor, de que las cosas que están bien no hace falta romperlas, pero que hay muchas cosas para cambiar, que este país se merece y tiene una oportunidad de estar distinto de la mano de una mayoría silenciosa de argentinos que se levantan todos los días, labura, la pelea, cuida el mango, me parece que si no perdemos de vista los que hacemos política, que en definitiva tenemos que hacer política para la gente y no para los políticos, si logramos eso creo que se puede, se les puede ganar a los aparatos tradicionales.

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