Selección nacional por consenso

Cherquis Bialo -vocero de la AFA- en La Vereda de Enfrente

-Una sola pregunta. ¿Conformó a la tribu deportiva la lista de Sabella?

Decime quién conforma la tribu deportiva.

-Vos sabés, todas las secciones deportivas de los grandes diariosy de la grades revistas.

No, no, claramente. Ninguna lista que se hubiera presentado hubiese sido recibida con aclamación. O sea, siempre va a haber debate sobre los jugadores que no están y debieron estar y aquellos otros que están y no debieron estar. Esto es tan viejo como Jules Rimet, que fue quien pensó en esta idea fantástica de juntar al universo del fútbol.

-Bueno, pero vamos por el otro lado. Vos tenés tantos años en el juego del deporte, mirándolo, siendo un crítico del mismo, que sabés muy bien que uno de los ejes es el grupo. No sé si es mentirita lo del grupo humano, pero que esté cohesionado es cierto. ¿Hay cohesión en el grupo?

Justamente. Una de las razones fundamentales de lo que yo considero la eficiencia y liderazgo de Sabella es que él apuntó desde el primer día a trabajar fuertemente en la alteridad y en generar empatías que se fueron convirtiendo en afectos, y en afectos que están transitando en algunos casos la amistad, y en una amistad que implica involucramiento también con participación de otros miembros de la familia. Vos no tenés tiempo para trabajar con la selección. La selección está conformada por un elevadísimo porcentaje de muchachos que actúa en el exterior. De manera que, cuando son las Eliminatorias, vienen, se quedan cinco días, seis días en el mejor de los casos, de los cuales laburás dos y el resto los pasás viajando porque jugás un partido en casa y otro afuera, y después cada uno se vuelve. Si jugás de local el último partido se vuelven desde Buenos Aires, si jugás afuera lo hacen desde el lugar donde jugaste y los perdiste de vista. Entonces, a qué le apuntó claramente Sabella: Sabella apuntó a hacer del grupo una mística, convertirlo en un grupo indestructible. Para lo cual el primero que tiene que cumplir con estos parámetros es el que los maneja, el que los lidera, los tiene que hacer con el ejemplo, con las actitudes, con la toma de decisiones. Y bueno, una cosa es dirigir equipos de fútbol, ser director técnico de equipos de fútbol; una cosa diferente es ser director técnico de equipos de fútbol con fanáticos multitudinarios, masivos, equipos importantes; y otra muy distinta y mucho más significativa, es ser director técnico de la selección argentina de fútbol, es el técnico que está por encima del resto de los técnicos, que tiene que lidiar todos los días con estas cosas. Hay que tener, en estos tiempos, unas condiciones diferentes a los líderes de tiempos pasados.

-¿Cuál sería el eje, el centro de la diferencia?

Que estos jugadores tienen asegurada la vida de los nietos de sus nietos, con un fideicomiso en un banco de Suiza o de donde quieras, y tienen asegurada cuatro generaciones alimentación, salud, vivienda, estudios. Ponés una guita ahí y el banco te lo administra, y el banco lo va haciendo voluntariamente cómo vos indiques, por mes, por año, en el país que fuere, donde vos quieras. De manera que, la celebridad, la fama, el dinero, están asegurados para todos los tiempos futuros para estos jugadores convocados o para la mayoría de ellos. Entonces, ¿qué es lo que nos está uniendo en este momento como grupo? ¿Por qué estamos buscado ser indestructibles y estar bajo el imperio de la amistad? Porque tenemos algo que no podemos comparar ni asegurar, ni depositar, ni obtener a pesar de la fama, la celebridad, la guita. ¿Y sabés qué es? La gloria. Y para conseguir la gloria tenés que ser miembro de un grupo indestructible, y para ser miembro de un grupo indestructible tenés que trabajar fuertemente. El líder de antes pegaba cuatro gritos igual que en los hogares patriarcales, entonces lideraba porque pegaba cuatro gritos y el tipo era un capo, el tipo de América. A los grupos de antes los dominabas intelectualmente. El flaco Menotti, un fenómeno, venía y te convertía a Houseman en Shakespeare, y si no lo convertía en Shakespeare lo convertía, como lo convirtió, en bibliotecario; fue el bibliotecario de la selección argentina porque el flaco seducía intelectualmente y los jugadores estaban absolutamente enamorados de su líder. ¿Está claro?

-¿Y ahora?

Ahora hay una generación diferente. Porque el flaco Menotti al jugador más notable que tenía lo puso de última, que era Kempes. ¿Me entendés? Y se mandó todas las Eliminatorias con jugadores de acá. Y hubo jugadores que le dijeron que no querían jugar en la selección porque querían jugar en la Copa Libertadores de América. No estaban los muchachos de River. Entonces se armó el debate con JJ López, porque era más significativo, Filiol entró de último porque lo producimos en El Gráfico. Yo no me acuerdo si vos estabas en esa época con nosotros.

-Sí, claro, cómo no voy a estar.

Nosotros lo trajimos a Filiol, y lo trajimos al flaco Menotti, porque El Gráfico tenía mucha influencia, y le dijimos: “este tiene que ser tu arquero, déjate de joder”. Y le flaco, como estaba convencido de que el arquero tenía que ser Filiol, armamos una nota de una producción extraordinaria y Filiol pasó a ser el arquero de la selección argentina. Pero era distinto todo. Ahora, para liderar un grupo, primero tenés que bajar la notoriedad, dejar que el protagónico lo tengan los jugadores de fútbol, que el artista sean ellos. ¿Está claro? Esto es lo que hace Sabella, no tiene histrionismo, o va a programa que no sea de deporte, no habla de ninguna cosa que no sea de fútbol, no baila por un sueño, no canta por una ilusión, no se disfraza. No sé si me entendés. Es un paradigma, viaja, los va a ver, les toca timbre en la casa. Bien Estudiantes de La Plata, bien Bilardo. ¿Lo tenés?

-Tengo una sola pregunta, que es la pregunta inevitable.

Tévez.

-Exacto.

Una originalidad extraordinaria tuya.

-Paso por ser el decano de los periodistas, por la edad que tengo jugando en primera y me dicen “¿cómo? ¿Lo tuviste a Cherquis Bialo y no le preguntaste de Tévez?”."Tengo que responder a mis huestes".

Está bien. Yo creo que toda la explicación que hemos dado se vincula fundamentalmente con el consenso. Hoy se lidera por consenso, no se lidera por mandato. Y las cosas, me parece, que han sido consultadas desde el día uno. Si en el día uno Tévez no estuvo para jugar Eliminatorias y amistosos es porque el grupo no lo demandó.

-Dejame que haga una repregunta sobre esto. Me parece, y me has dado pistas con lo que decís de Menotti, con lo que decís de Bilardo y de este grupo, que hay un derrotero de instrucción, de cómo vinieron hasta explotar como jugadores, el armado intelectual para llegar a explotar como jugadores (Messi, Higuain...) es distinto al armado que tuvo Tévez. ¿No estará por ahí una de las razones?

No sé, porque no conozco todos los casos. Hay algunos casos que conozco. Por ejemplo, no hay mucha diferencia entre al armado de Tévez y el de Lavezzi. No hay mucha diferencia. Me parece.

-Entendiste perfectamente lo que te quería preguntar.

Claro.Yo creo que lo que tenemos que tener en cuenta es que hoy no se puede liderar sin consensos. Y además hay posiciones. Por ejemplo, yo no puedo convocar al Bigote Acosta para que haga una columna de tres minutos dos veces por semana; si lo convoco es para que me conduzca un programa. Y si hay una coconducción de programa tengobolomqui. Yo tengo que tenerlo muy claro desde el principio.

-Y ese es Tévez.

Porque el tachero que me trajo ayer desde la Televisión Pública me dijo “lo hubiera nombrado para los 30”. Me decía el tipo con un criterio aceptable. Y yo le dije: “si está entre los 30, tiene que estar entre los 23, y si está entre los 23 después va a tener que estar entre los 11, porque si no está y va al banco y al cosa no viene derecha va a empezar un murmullo, y los que están adentro van a estar nerviosos y los que están afuera también”. Hay jugadores que tiene una peso tan extraordinario que no pueden estar en el banco, no me los imagino en el banco. ¿Me entendés? Y hay otros que sí pueden estar en el banco y si el banco está bien el equipo es indestructible. Si los suplentes están convencidos y apoyan, si los suplentes contribuyen con su comprensión, su tolerancia y su rol, el equipo es invencible.