Google+ Raúl Acosta: Un bosque de bonsai

miércoles, 15 de octubre de 2014

Un bosque de bonsai

Por Raúl Bigote Acosta

Nota de opinión publicada en diario La Capital el día miércoles 14 de octubre


El peronismo santafesino ha sido siempre "rarito". Durante el primer peronismo (1946-1955) fue intervenido varias veces. El segundo peronismo (1973) elegía-prefería a don Carlos Sylvestre Begnis, aliado pero no con ADN original. El tercer peronismo (1990 Menem) eligió-prefirió a Reutemann. El cuarto peronismo (NK-Obeid) entregó la provincia. Duele. Cierto.

Desde la Nación la mirada para con la provincia es siempre excéntrica, insidiosa, malévola, bastante proclive a integrarla a decisiones porteñas.

El resto de las fuerzas políticas piensa lo mismo. Decidir desde el Obelisco sobre la provincia. No es casual que Lifschitz y el Midachi concentren la atención, son dos miradas netamente provincianas. Recursos electorales provinciales. En un caso continuidad, en el otro castigo a dirigentes tradicionales.

En la actualidad el peronismo provincial, por sugerencia de altísimos niveles de la oscuridad reinante en Balcarce 50, ha decidido esperar a la arquitecta María Eugenia Bielsa. Hasta cuándo y por qué es algo que los dirigentes territoriales desconocen. La esperan para la fórmula y la urdimbre territorial.

No es la señora M.E.B. una política dúctil y pragmática sino todo lo contrario. Sus decisiones, sus intuiciones, sus consideraciones suelen exigir obediencia debida.

El peronismo no posee en Santa Fe un alto dirigente patrullando sus departamentos y sus ciudades. Allí debe encontrarse uno de los argumentos para una diáspora que parece un universo en expansión. Cada vez más alejados, cada vez más solitarios, los dirigentes son planetas que ya ni se conectan entre sí.

El peronismo no le debe todos sus yerros a la falta de conducción de la arquitecta. La ausencia de Reutemann es otro argumento de peso. El Lole es así, jamás querrá hacerse cargo de una derrota o una continuidad.

Son muy parecidos la arquitecta y el corredor. Solitarios. Duele. Cierto.

Agustín Rossi, un curtido dirigente, no logra vencer el fastidio de la 125. El fantasma de aquella pelea y el enojo chacarero con CFK lo persigue. Hay más. Hay diputados y secretarios de Estado que sueñan una bendición que los acomode para el futuro. El futuro, esto es para los récords, es posicionarse en el 2015 y sobrevivir. Hoy la provincia debe decidir entre "Miguel y Miguel". Menudo chiste nominal. Por si no se entendió. El PJ de Santa Fe intenta elaborar un plan de derrotas menos dolorosas. No suena bien. Duele. Cierto.

No hay, hoy, en el peronismo, un ombú gaucho para guarecerse del sol bajo una buena sombra. Arbolitos chiquititos, algunos bien cuidados, como los senadores que autorriegan su maceta, el peronismo santafesino es un bosque de arbolitos de adorno.

La cuestión de no encontrar interlocutores válidos en el peronismo provincial ridiculiza los viajes de los posibles candidatos nacionales.

Fotos en cualquier parte y con cualquiera. Es risueño que visiten, en Rosario, el bar El Cairo. Nada tan lejos del voto peronista profundo. Parece que el marketing fuese el votante.

Julián Domínguez, acaso el delfín más tranquilo, Randazzo, otro delfín, Agustín Rossi, Scioli, Massa, De la Sota. Todos llegan a la provincia y no encuentran un interlocutor válido, encuentran veinte. Fotos y sonrisas. Conversar y/o consensuar es difícil, hace rato que el peronismo no habla. Su titular partidario vive en Venado Tuerto. Esa ubicación excéntrica hace lejana la cohesión. El peronismo se volvió texto de una canción. Murmura cosas incoherentes.

Si hay algo que el peronismo no puede aducir es desconocimiento de Lifschitz, Barletta, el Midachi y el empecinamiento de la arquitecta. Todo tiene capítulos en el 2007, después 2011 para llegar a un 2014 donde da tristeza el número del peronismo. Parecen un partido municipal, departamental. Sin arterias que los conecten los senadores provinciales sueñan feudos y la dieta para perpetuar su mandato. Duele. Cierto.

Las encuestas tienen un yerro que todos conocen y esquivan haciéndose los tontos. Se encuestan nombres, a veces partidos, pero no se encuestan frentes.

El peronismo tiene un número de piso que apenas supera el 20 por ciento pero nadie ignora de dónde vienen votos del Midachi hoy y dónde irán los votos definitivamente K en el 2015.

El FPCyS reza todos los domingos para que la arquitecta se lleve los votos K , el Midachi se quede con los de centroderecha y Lifschitz asuma el 11 de diciembre de 2015.

El plus a este esquema provincial es el que esperan los candidatos nacionales. Octubre es después de septiembre. Massa no tiene nombres fuertes (sólo Cachi Martínez tiene logo de la escudería), Scioli no tiene escudería y Bielsa/Perotti tienen la duda macabra: ¿dicen o no dicen que quieren a CFK? Qué ironías santafesinas, es Cristina la que mas nombres tiene y juega. Ningún nombre que asuste a Lifschitz y Midachi que, como están las cosas, están yendo a un cabeza a cabeza propio de Irineo Leguisamo.

Las apuestas sub 40 de dos dirigentes (Rubeo y Vucasovich) tema ya mencionado, es lo único novedoso. Un sector PJ y un sector PRO están ese camino que únicamente tenían los del PSP.

Cuando se mira el paisaje de la Pampa gringa no hay árboles que den buena sombra. El pejota no cambia el paisaje político electoral. Snif. Duele. Cierto.

El "pejota" es una exposición de bonsai. Desconcertados, desordenados o pulcros. Dolorosamente cierto. Reales. Sólo para mirar. Un bosque de vidriera. Elementos decorativos. Lástima.

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