Google+ Raúl Acosta: Sálvese quien pueda

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Sálvese quien pueda

Por Raúl Bigote Acosta

Nota de opinión publicada en diario La Capital el día miércoles 26 de noviembre


No es sencillo el panorama de 2015 para la clase política. Las encuestas que todos encargan, todos conocen y todos niegan están indicando algunas cuestiones que se mencionan en pasillos y cafés, en despachos sin micrófonos y en viajes. Que todos conocen, reconocen. Suceden. Hay demasiada pelea por los cargos legislativos.

Es raro que, cuando se eligen ejecutivos en los tres rangos, el sueño compartido, por el que se pelearán, es el legislativo.

Una cuestión económica, de la economía de campañas políticas, descalabra planes. El socialismo, por medio de una de sus figuras, ha presentado en mesa de entradas de la jueza Servini de Cubría un inocente escrito. Pide que se investigue, ya mismo, el origen de los fondos de campaña. Algo sucederá con ese escrito. Algo sucede. Todos se cuidan tratando de justificar su billetera. Los narco dólares no serán fáciles de empaquetar. México está cerca pero no tanto. Investigar fondos de campaña alejaría fantasmas. Pregunta: ¿lo harán?

No por dicho bien aprendido, tal vez se deba insistir. Hoy una campaña a presidente insumiría entre 200 y 300 millones de pesos. Alguien con un bolsillo muy grande y muy blanco debe afrontarla. Ja.

Un acto en el Luna Park es caro, empapelar el país muy caro, soñar con las rutas gritando tu nombre desde las banquinas un verdadero platal. Impagable. A menos que, ejem, bueno, bah.

Los posibles candidatos nacionales, en territorios donde las fichas provinciales se juegan antes, no invertirán dinero para salir terceros o cuartos.

Santa Fe es un ejemplo clarito.

Scioli sabe que seguramente competirá para presidente; pues bien; ni él apuesta por candidato y presupuesto provincial alguno. Demasiado dinero para nada. Los votos que se puede llevar serán parecidos en el escenario nacional con o sin candidatos verdaderos.

Massa, De la Sota, Randazzo, Macri, todos imitan el cálculo. No hay tanta diferencia en este punto. Todo territorio con elecciones en fecha diferente es "un paria que el destino empeñóse en deshacer".

Tiene su lógica. Invierten afectos, fotos y algo de tiempo. Pasean por los pagos chicos. Dinero no. La diferencia en votos no es tanta como para justificar el gasto de campaña. Y lo dicho. Deberán justificarlo. El ejemplo de la hotelería presidencial en jaque por el blanqueo y/o negreo pone a los CPN de campañas en alerta.

Los oficialismos tienen, de ese modo, otra ventaja. Una zanja, una escuela, un aeropuerto. Todo se inaugura cinco veces. Cada inauguración una foto. El cargo bien vale una esperanza repetida cinco veces. O más.

Los candidatos nacionales entregan franquicias o compran negocios regionales. Ejemplo: Luis Juez, el Midachi y la Carrió son estéreo-compatible con Mauricio Macri. Créalo.

Es fácil entender la desesperación de los genes partidarios. No hay un Alfonsín ni Renovación y Cambio imantando con el preámbulo. Cada radical debe limpiar su propia boina blanca. No hay militancia partidaria. Es del siglo pasado. Chau. Están desconcertados. Van con cualquiera.

El peronismo, más pragmático, está en peores condiciones. Forster, Kicillof, Alicia Kirchner, Boudou, Randazzo, Scioli, Massa. La cantidad de tréboles de cuatro hojas deja en manos de la suerte el próximo ejecutivo. Una concejalía, diputación provincial, algo que calme la sed. CFK tiene sus cerebros mágicos especulando con este tema. Chequera, buenas encuestas, poca oferta externa, veamos cómo hacemos para quedarnos con el paquete. La Carrió lo sabe y enloquece. Juá.

Nadie se ve triunfador, nadie compra la zanahoria del cargo ejecutivo. Nadie se sueña ministro. Todos necesitan un sueldo y un fuero. Militancia: adiós.

En orden de protocolo. Todos intentarán sostener a Mónica Fein. Es una administración y una chequera. En la oposición muchos ni siquiera se animan a una candidatura testimonial, pocos pelean la Intendencia. Esa es la fortaleza de la titular.

La provincia tiene igual comportamiento. Todos irán tras Miguel Lifschitz, pero oficialistas y opositores insisten con el dogma: si se mira todo desde una diputación provincial mejor, mucho mejor.

En el fortín Midachi peregrinan a la virgencita de Guadalupe por los cargos legislativos. Casi un Quini 6.

Los 10 cargos de diputados nacionales y las tres senadurías nacionales se juegan junto con la presidencia. Es otra cosa. Detrás de Bonfatti debe figurar un nombre de mujer. ¿Regalará la segunda senaduría al radicalismo? ¿A una extraterrestre? Las diputaciones nacionales desvelan al PSP y al PRO pero más a UCR y PJ. No saben que conseguirán. Ni con quien. El candidato a senador del Midachi no duerme hace un mes (para mi que es el).

Más allá de las preguntas están los hechos. En las elecciones de medio término se comprende que todos quieran ser legisladores, es eso lo que se elige.

En 2015 sólo "los migueles" quieren ser candidatos a gobernador. El peronismo no tiene quien pague una campaña a perdedor. Eso es lo cierto. El resto conversación en la catedral.

En febrero deben presentar oficialmente el vice. También las listas. Completas.

El socialista debe compensar al partido y a los radicales y los lilitos.

El cómico debe esperar que decida el gerente general de la empresa. Peronistas y los pocos PRO auténticos quieren un sitio. Una banca. La sueñan. Rezan por ella. La consigna política en diciembre es sencilla. A los botes, sálvese quien pueda.

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