Google+ Raúl Acosta: Explicando lo inexplicable: P.A.S.O en Santa Fe

lunes, 20 de abril de 2015

Explicando lo inexplicable: P.A.S.O en Santa Fe

Editorial de La Vereda de Enfrente




Voy a hablar de las elecciones P.A.S.O, Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, que se desarrollaron ayer en la provincia de Santa Fe.

Para que nos entendamos, vamos a dividirlo por agrupaciones.

Primero, el Frente Progresista Cívico y Social. El Frente progresista Cívico y Social perdió. Hay una interna que era entre Lifschitz y Barletta. La ganó Lifschitz. Lifschitz iba con Fascendini, que es NN en el sur. Barletta iba con Malaponte, que es del sur y es NN en el sur, no lo conocía nadie, no lo conoce nadie. Y el papelón más grande allí, en ese sitio, es el de Giustiniani, que era Senador nacional y perdió a cuatro a uno. Un papelón. Pero lo cierto es que si Giustiniani no se presentaba a una interna para pelear por un carguito, el 11 de diciembre se iba a su casa, porque no lo quieren para nada el resto de los socialistas.

La otra interna del Frente Progresista Cívico y Social era para la ciudad de Rosario. Convengamos: la peor intendente desde la democracia hasta ahora es Mónica Fein. No ha habido un intendente peor. No ha habido. Es por eso que cada cien personas de Rosario que votaron, 80 no la votaron, 81 porque tiene 19. No la quiere nadie, y mucho menos los propios. Javkin, en las seccionales del centro, que se corresponden con 27 de Febrero y Avellaneda, le ganó. El núcleo vivo de la ciudad no la quiere a Mónica Fein. Y las razones son que, hasta ahora, no ha sido una buena intendente, por dos o tres argumentos. El primero, nunca ha sabido comunicar ella personalmente; la gente que tiene comunicación, antes y ahora, son verdaderamente inútiles para comunicar, muy malos para comunicar, y los secretarios, que deberían ser los espadachines, han sido pésimos, excepto Fernando Asegurado, a quien los periodistas cada vez que llamamos responde, el resto son IPS, inútiles todo servicio desde el punto de vista de la comunicación. No sirven para nada. Y por tanto, no ayudaron, para nada, a Mónica Fein. ¿Cuál es la otra cuestión? Mónica Fein fue una especie de pacto de no agresión entre los dos o tres que querían otro candidato a intendente –recuerdo que estaba Lamberto, que estaba Zamarini y que estaba Clara García-, consolidaron y fue Mónica. No sirvió para nada.
¿Cuál es el problema mayor del Frente progresista Cívico y Social? Que Rosario es la nave insignia del Socialismo. En el resto de la provincia pueden pactar con los radicales, porque son los radicales los que son intendentes o presidente comunales, acá no puede pactar con nadie y tiene que ganar. Porque si el Socialismo pierde en Rosario perdió para siempre. Y la enseñanza de las PASO es que a los socialistas se les puede ganar, básicamente, por errores del Socialismo.

Después viene la otra cuestión, para las otras listas. Pero quiero detenerme en lo siguiente: el mejor candidato a concejal, dentro del Frente progresista Cívico y Social, fue María Eugenia Schmuck, que fue suelte, Ghirardi no le sirvió para nada. Acaso como una nota de qué es lo que pasa con Ghirardi. Fue concejal, fue funcionario, estuvo cerca del problema de la policía, los pasaron a problemas de las vecinales y las comunas, vuelve al Concejo. Es un testimonial donde está. Ghirardi es un tibio. Y Mónica precisaba un fuerte ahí. No lo tuvo, para nada. Creo que la persona fuerte ahí es María Eugenia Schmuck. Pero bueno, allá van esas cosas, allá van.

El Frente Progresista Cívico y Social no ganó. Y la peor performance es la de Mónica Fein. Deberán revisar muy ben que hacen personalmente. Personalmente. Tengo dos o tres ideas, pero estamos haciendo un análisis de las elecciones y no cabría que hacer para curar a los heridos.

El otro es el Frente para la Victoria. Del Frente para la Victoria, lo primero que hay que decir es que en las elecciones anteriores en la provincia de Santa Fe, cuando Bonfatti le ganó 660 a 630 a Del Sel, Agustín Rossi sacó 330 mil votos y fue un papelón. Esta vez, Perotti saca 330 mil y fue un campañón. Deben revisar los adjetivos los peronistas kirchneristas, porque con los mismos votos que Agustín Rossi fracasó dicen que Perotti triunfó.

Perotti fracasó también. Perotti fracasó rotundamente. Y el vice de Perotti volverá a sus funciones, que es acompañar a Julio De Vido en el Ministerio más cuestionado del grupo Kirchner, el Ministerio de Obras Públicas.
En el Frente para la Victoria además hubo otra cuestión: iba como candidato a Diputado un socialista, Cavallero; una diputada nacional camporista kirchnerista, como la señora de Casilda, una muy buena mujer; y Luis Rubeo. Lograron entrar los tres. Pero está claro que van a ser minoría. Está claro que van a ser minoría. No se puede pensar ya en el peronismo como la mayoría que disputó el gobierno desde la Legislatura con Bonfatti. No se puede pensar eso. Y de hecho, no se piensa.

El PRO tiene la siguiente característica: los que votaron a Anita, la votaron porque la querían, no disputaba interna con nadie, por lo tanto es llamativo la cantidad de votos que tiene, son muchos y muy buenos. Lo que debe preguntarse el rosarino es: ¿Anita puede ser intendente? Hoy, si las elecciones fueran finales Anita es Intendente. Vamos a pensar que estamos en presencia de candidatos que tienen siglo XXI, Mónica es del siglo XX, está retirándose. Y esta cachetada fue muy fuerte. No sé cómo sus equipos de campaña resolverán este tema, porque los equipos de campaña de Mónica Fein, los que están en funcionamiento, han fracasado todos. Todos.

Debajo de Anita, lo que apareció es hasta qué punto la falta de identidad tiene importancia en las elecciones. Roy López Molina, en la provincia de Santa Fe, era un pibe prácticamente desconocido. Peleaba la primera diputación provincial contra Antonio Bonfatti, gobernador en ejercicio, con carteles y fotos en toda la República Argentina. Contra eso peleaba Roy López Molina. Y contra Giustiniani, Senador nacional; y contra Cavallero, el legendario socialista que puso la nave insignia del Socialismo en la ciudad de Rosario, que después se motivó para ser nave en la provincia. Contra eso peleaba Roy López Molina, con 29 años. Salió vivo, pero nada más.

El que ganó fue Bonfatti. ¿Cómo no va a ganar Bonfatti? Primero, las encuestas, sobre diciembre y enero, daban 70% de intención de voto a Bonfatti si era nuevamente candidato a gobernador. Todos lo votaban. Bueno, lo vieron en una boleta y lo votaron. Cómo no lo van a votar. Cómo no lo van a votar.

En la misma boleta estaba Lifschitz. Y fíjense la diferencia entre Bonfatti y Lifschitz.

El PRO está en condiciones de ser gobierno en la ciudad y gobierno en la provincia. ¿De qué depende? De que siga esta inercia. ¿Qué es inercia? Una fuerza que mantiene las cosas en el punto que estaba, si están en movimiento en movimiento, si están quietas, quietas. Están en movimiento hacia allá. Si todo sigue igual, Anita es intendente y Del Sel es gobernador.

¿Qué tiene que pasar para que no? Bueno, ya vamos, porque el Frente para la Victoria, con el 20% de los votos, es uno de los que decide. ¿Se van a juntar los peronistas del Frente para la Victoria con los peronistas que están en el PRO Peronismo? Si se juntan, esto se gana en un viaje; si no se juntan, esto se hace más difícil.

¿Qué lo puede hacer que no se junten los peronistas con los peronistas? Una orden de Cristina. Cristina, como todo el mundo sabe, es aliada del Socialismo, y el Socialismo es aliado de los Kirchner. Han votado todo en Legislatura, son aliados. Esa alianza, que es la que hizo bailar la polca a Mónica con Berni, no le funcionó a Mónica, ¿le va a funcionar a Lifschitz? No lo sé, pero no tiene otra el Socialismo que decirle a Cristina: “Cristina, vení y salvanos”. Si el Socialismo le toca el timbre a Cristian, no sé qué puede pasar en la provincia. No lo sé, porque Cristina tiene una muy buena intención de voto. No es candidata, pero es como Bonfatti. Bonfatti no puede ser gobernador, Cristina no puede ser presidente. Cristina tiene el 40 de intención de voto. Si Cristina dice “lo quiero a Lifschitz y la quiero a Fein”, el kirchnerismo va a estar haciendo lo que corresponde: cumplir con el pacto de los progresistas. ¿Lo hará? ¿No lo hará? No lo sé. Lo que sí sé es que yo no voto Kirchner, por lo tanto, si yo quisiera votar al Socialismo y el Socialismo se alía con los Kirchner, yo no voto Kirchner. Esa decisión no está en nuestras manos. Está en las manos de una táctica para las elecciones y una estrategia para los próximos cuatro años.

Porque, ¿cuál es el otro punto? si gana Del Sel, y se va Lifschitz y se va el Socialismo de la gobernación, la gobernación vuelve al peronismo, y cualquier otro peronista puede ser gobernador, del rango que sea. Si sigue el Socialismo, nunca más le peronismo es gobernación. Nunca más. Nunca más porque después vuelve Bonfatti, que tiene buena intención de voto, después vuelven todos los que pueden ser. Y ya viene la otra generación.

De modo que el peronismo tiene que pensar muy bien qué hace.

El Frente Renovador es la otra cuestión. Cualquiera sabe que los votos que colectó Grandinetti son votos que podrían haber ido a Anita. De hecho, los votos que colectó Grandinetti de ningún modo irían a la Fein. De ningún modo irían a la Fein. De modo que si hay que sumar los del centro hacia el peronismo, los votos de Grandinetti, que es una de las sorpresas, no tenía piso, no tenía data, apareció con 40 mil votos, esos votos son puros de Massa. Massa, lo único que tiene puro es Grandinetti, porque está viciado de nulidad lo que hizo con Bussi, con la piecita de atrás, eso no sirvió para nada; y el par de Sergio Massa, que es Cachi Martínez, que es tan Diputado nacional como Sergio Massa, le ganó como correspondía, a Buzzi, porque es un hombre que está en la política, tiene partido, no tenía una piecita de atrás con fracasados del reutemismo, como tiene Bussi, y tuvo además la constancia de un política y Bussi no tiene la constancia de un político. Bussi tiene un nombre. No alcanza. En la política, además del nombre, hay que actuar, y Bussi no actuó. De modo que Sergio Massa, que tiene una buena intención propia de nombre, tiene como propio un desarrollo político en la ciudad de Rosario. ¿Con quién se va a aliar Massa? Supuestamente se va a aliar con el peronismo, cualquiera sea, contra Macri. Pero en la provincia de Santa Fe no hay peronismo cualquiera sea contra Macri, la mitad de los votos peronistas ya están con Macri porque ya están con Del Sel. En esa jugada, que es territorial y extra territorial, no es que no me meto, no sé cómo lo va a resolver. La vez que, para la provincia, Massa tuvo que resolver para su cosecha con alguien de la provincia, fracasó. Porque a la única persona que Reutemann le dio una foto, tres en realidad, fue a Massa. Y Massa nunca más le dio bola y Reutemann se fue. No se puede culpar a Reutemann de esto. De modo que la gran esperanza que es Sergio Massa, que es un 50 años, como Grandinetti, que es un 50 años, como Javkin, que es un 50 años, y que son los que tienen 30 años más de política, tendrá que revisar qué hace en la provincia, tendrá que revisar qué hace Grandinetti. Yo creo que si Grandinetti y Anita Martínez sale de milonga juntos la ciudad es de ellos. Y si Anita Martínez, que es la gran electora, le dice a Javkin “vení” y a Grandinetti “vení”, se llevan puesta la ciudad. Pero puesta a la ciudad. Y se la llevan puesto a Anita, que es sub 40, y los otros muchachos, que saben manejar una computadora, que saben manejar un teléfono, una Tablet, que saben manejar el siglo XXI. Anita sabe manejar el siglo XXI, Javkin también, Grandinetti también. Mónica Fein no sabe manejar el siglo XXI. Es más que evidente. Mucho más que evidente.

¿Qué nos queda? Nos queda Suckerman. Suckerman es positivo, porque Suckerman, como el resto de los kirchnerista, no existe sin Cristina. Cristina no vino a darle un beso a Suckerman, ni va a venir. Lo que consiguió Suckerman, lo consiguió peleando contra estos tanques. El tanque caído, que es Mónica, el tanque en crecimiento, que es Anita, y los otros dos muchachos.

Bueno, allí están. Eso es lo que hay. ¿Qué nos queda? Nos queda Boasso. ¿Qué hubiese pasado si Boasso era candidato a Intendente contra una Mónica Fein que tiene el 20% de los votos? ¿Qué hubiese pasado? I don’t know, Darling. No lo sé querida. Lo que sí sé es que le juntó votos al Midachi. ¿Cuántos? no muchos, no los que se esperaba. Porque los votos totales del Midachi no son mejores que aquello votos que tuvo, están ahí. La performance de Boasso es mucho mejor que aquella de Salomón, que fue una performance insípida, incolora, inodora. Pero los votos de Boasso entran a tener fuerza desde hoy, porque con Boasso el radicalismo está identificado, es un radical. Y en la República Argentina, Sanz –en realidad Morales, Sanz y Aguad-, pero Sanz es el jefe de Boasso. Y Sanz tiene un arreglo con Macri; y Sanz puede venir a la provincia de Santa Fe y decir “hola”, y juntar dos , tres, cuatro o cinco radicales más a quienes el Socialismo nunca premió bien. Porque esa es la otra cosa a decir: ¿qué radical conoce usted en la intendencia de Mónica Fein con un cargo de secretario activo, positivo, pulenta, que tenga vida? Nada. ¿Qué radical conoce usted en el gobierno de la provincia de Santa Fe con un cargo pulenta, activo, un ministro de gobierno radical, un ministro de economía radical, un ministro de Educación radical, un ministro de Cultura radical, un ministro radical importante? El Socialismo nunca se lo dio. Por varias razones. Primero porque los capacitados son los socialistas, los radicales son medio ineptos para conducir, han chocado cada cosa que le han dado. Y la otra, porque si son ineptos el Socialismo desconfía. En esa desconfianza, el radicalismo es como el peronismo. Cuando huele poder, se acerca. Está más cerca del poder Macri, Sanz que Margarita Stolbizer. Porque después de 14 de junio, el Frente progresista Cívico y Social le tiene que decir: “Margarita, te queremos; Margarita te queremos”. Y el eco se va a sentir, porque están ene l 8%.
Los radicales que sigan en el Frente Progresista Cívico y Social tendrá que tener chapitas y cargos en la ciudad de Rosario y en la provincia de Santa Fe, porque afuera poco y nada. De modo que en lo que oferte el Socialismo para que todos los radicales sigan dentro del Frente progresista Cívico y Social está la salvación de Lifschitz. La salvación de Mónica, yo no la conozco. Tengo una idea, tengo una idea muy clara, pero no es motivo de análisis, es motivo de consulta.


Besos en la frente. Cuídense.

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