Google+ Raúl Acosta: Lifschitz es muy, muy diferente

sábado, 23 de mayo de 2015

Lifschitz es muy, muy diferente

Miguel Lifschitz en La Mañana Entera



-No sé cómo nombrarlo: ex intendente, senador o candidato a gobernador.

Ex intendente me gusta mucho, pero es candidato a gobernador en este momento.

-Las preguntas que vamos a hacer van a ser rebotadas, así que cuidado con lo que contesta. Deme cinco, o lo más aproximado a cinco, las más importantes razones que usted encuentra como diferencia con Del Sel.

Hay muchas. Creo que hay una buena lista, podría ser de más de cinco. Peor la primera, yo soy rosarino, soy de Rosario, viví toda mi vida aquí, fui intendente de esta ciudad, la conozco como pocos y creo que estamos en un momento donde Rosario necesita mucho de la provincia de Santa Fe, del gobierno provincial. Necesita para seguir adelante con el Plan Abre en todos los barrios. Lo necesita para resolver el tema de la seguridad definitivamente en Rosario, y que Rosario vuelva a brillar como brilló hace tres o cuatro años atrás en el país y en el mundo. La necesita para completar obras fundamentales en los barrios de la ciudad y para hacer algunas obras estratégicas que tiene que ver con el futuro.
-¿Estuvieron demoradas esas obras?

No, se están haciendo. Se están completando. Mónica Fein logró, por ejemplo, hacer las obras de cloacas, que las venimos reclamando durante décadas en la ciudad. Finalmente están en marcha, flat muy poco, calculo que un año o año y medio, dos años a más tardar para completar toda la ciudad. Pero hay más de 6 mil cuadras de pavimentos urbanos que hay que hacer y que la municipalidad sola no las va a poder hacer. Y hay que reordenar los asentamientos. Yo en eso tengo un compromiso muy fuerte y además, con todo lo que es la recuperación de una ciudad que, como digo, sigue siendo una gran ciudad, sigue estando allí, pero que de alguna manera se ha oscurecido por el fenómeno de la violencia que hay que resolver. Y para eso, digo, nadie mejor que quien conoce profundamente esta ciudad y tiene un compromiso de historia con la ciudad. No me imagino un gobernador de Rafaela o un gobernador de Santa Fe trabajando por Rosario. Nunca lo han hecho, por otra parte. Ya hay historia en esto. Esta es la primera diferencia.

Otra diferencia tiene que ver con la experiencia, con la trayectoria. Yo digo, cualquiera puede venir a la política, me parece bueno que un artista, un periodista, un empresario o que un deportista se dedique a la vida política, pero como en todas cosas, hay que hacer un camino. Uno empieza como concejal, empieza como secretario, va aprendiendo, va adquiriendo experiencia, va haciendo una gimnasia, va demostrando su capacidad de gestión, y a partir de allí va avanzando. Es como un piloto de avión. Cuando uno saca el carnet de piloto de avión puede volar una avioneta, pero no le van a dar un jumbo para que cruce el océano, ¿no es cierto? Para volar un jumbo con 400 pasajeros hacen falta muchas horas de vuelo. Esta es una gran diferencia: yo tengo muchas horas de vuelo. Y he demostrado capacidad frente a los problemas, frente a situaciones difíciles, para llevar adelante proyectos, para manejar presupuestos con trasparencias. Yo he manejado a lo largo de todos mis años la municipalidad, miles, millones de pesos, y jamás he tenido una sospecha de un mal manejo, de un manejo incorrecto, de un hecho de corrupción. Bueno, todas estas cosas hacen a una experiencia necesaria para manejar una provincia, que es un Jumbo con 3 millones y medio de pasajeros arriba. Hay que saber manejarlo. A veces el tiempo es bueno y el cielo está despejado, pero por ahí vienen tormentas y hay que saber manejar un avión de esas características.

-Admito que las dos primeras diferencias que usted marca con Del Sel se refieren a gestión, o sea, administración de la cosa pública, experiencia, al juego de los dineros y la honestidad, y la corrupción y las posibles tormentas que menciona. No hace referencias ideológicas.

Bueno, usted me dijo cinco. Me quedan tres todavía. Sí, también hay diferencias. Yo no sé cuál es la ideología de Del Sel, porque nadie la conoce, pero sí uno conoce a algunos de sus colaboradores. Algunos de sus colaboradores más cercanos, quienes aparecen como los armadores de sus equipos, sus asesores ideológicos, técnicos y eso sí tienen una posición ideológica. Pero más que ideológica tienen una historia en Santa Fe muy conocida. La historia de los 90, de un equipo de técnicos economistas que participó de los gobiernos del peronismo aquí en Santa Fe, porque ni siquiera sé si son peronistas, pero que le dieron sustento y fueron quienes llevaron adelante las privatizaciones, quienes generaron un achicamiento notable del Estado, quienes deterioraron todo el sistema público de salud y de educación. Bueno, obviamente suponemos nosotros que, si vuelven al gobierno, van a repetir ese tipo de política.

-Está claro que el 14 de junio, lo que se está jugando es, no sólo la gobernación, sino algo más, que es la continuidad de un proyecto. ¿Lo ve usted a eso como que en sus espaldas está lo posible? De la continuidad del modelo Santa Fe.

Sí, claro que sí.

-No quiero usar la palabra timba, pero se está apostando el modelo Santa Fe en usted.

Sí, es una responsabilidad muy importante suceder a dos buenos gobernadores, como han sido Hermes Binner y Antonio Bonfatti. Representar al Frente Progresista, que es mucho más que el partido Socialista, que s la Unión Cívica Radical, que es la Democracia Progresistas, una cantidad de dirigentes importantes de toda la provincia de Santa Fe, que han depositado su confianza en mí para esta tarea. Y yo me siento tranquilo para esto, porque siento que estoy en un buen momento de mi vida, que tengo la experiencia y el conocimiento de la realidad suficiente como para manejarme con tranquilidad en un lugar tan importante, porque siento que estoy acompañado por mucha gente valiosa, que seguramente va a estar al lado mío en una gestión de gobierno, porque además siento que tengo una excelente relación política con el resto del mundo político de la provincia, con los senadores y diputados de todos los partidos, con los intendentes, con los presidentes de comuna. Creo que podría ser un gran gobernador de diálogo, de articulación, de construir un proyecto.

-Para decirlo con una palabra brutal, le va a dar pelota al territorio.

Sin ninguna duda. Al territorio y a la política del territorio. Porque yo creo en los grandes acuerdos, creo que, creo que estamos en un momento donde hay dos o tres temas, particularmente el de la seguridad, pero también el de la educación, y también el de la producción y el trabajo, por decir tres grandes temas que necesitan grandes consensos, grandes acuerdos políticos. Y creo que un gobierno que recién comienza es justamente aquel que tiene esa posibilidad de lograrlo. A mitad de camino es más difícil, en tiempo electoral es imposible. Pero en un comienzo, yo estoy seguro que vamos a poder lograr algunos grandes acuerdos.

-¿Usted apuesta por los cien días?

Yo apuesto por los cien días. Estoy publicando, quizás el lunes, mañana o pasado mañana, mi propuesta. Que son cien ideas o cien acciones para los cien primeros días. Porque yo apuesto a los cien primeros días. Me parece que un gobierno se define allí. Después, por supuesto, hay que continuar, hay que seguir, pero las grandes cosas, los grandes temas, se definen en esos primeros cien días. Por eso es importante que un gobierno, y más en Santa Fe, porque lo gobierno son tan cortos porque no hay reelección…

-¿Está bueno o está mal que no haya reelección?

No sé si es bueno o malo. Creo que tiene muchas ventajas, porque impide esa tendencia natural que tenemos todos a quedarnos en el poder, pero al mismo tiempo es un período breve, demasiado corto. Y con el régimen electoral que tenemos, casi se reduce a tres años. el desafío, entonces, es arrancar el día cero y saber claramente qué es lo que uno quiere hacer, y tener los proyectos armados y aprovechar muy bien el tiempo. Eso es lo que yo quiero hacer.

-Con lo que me comentó recién está, no sé si esquivando o dejando en segundo plano, la reforma constitucional que la provincia de Santa Fe se debe. No sólo porque es vieja la Constitución, sino porque hay un armado de Diputados y senadores que llevan una clarísima ventaja sobre el gobernador. No hay reelección y hay reelección indefinida de los senadores. Eso, desde mi punto de vista, yo no tengo que ir a elecciones el 14 de junio, eso para mí no es bueno.

Hay muchas cosas que corregir. El viejo tema de la autonomía y tantos otros. Temas tan obvios, por ejemplo, como que un joven hoy, que puede elegir un presidente en Santa Fe y no puede elegir un concejal o un presidente de comuna a los 16 años, porque la Constitución provincial no lo habilita. Hay muchas cosas para corregir. Yo creo que tal vez se den condiciones favorables. Creo que en la Legislatura, como uno presume que puede quedar, puede haber condiciones muy favorables para eso. Yo no lo tomo como tema de campaña porque creo que cuanto más se habla de la reforma más se aleja ese objetivo. Esa es la experiencia que he tenido en todos estos años. Pero creo que es un objetivo a tener en cuenta. Y si se dan las condiciones favorables creo que hay que impulsarlo y abrir un debate, incluso con la sociedad civil, con la gente, para definir algunos temas que creo que pueden ser muy importantes para Santa Fe.

-Cada uno de nosotros tiene su posición. Yo también tengo una posición que es demasiado clara como para andar contándola cada vez que entrevisto a alguien. Pero leí una nota que le hicieron en el diario La Nación de hoy, sábado, una colega, Lucrecia Bulrich, la firma. Ahí dice usted que en el primer período del kirchnerismo, esto es con Néstor Kirchner, usted advertía que había un diálogo. No sé la palabra exacta de la nota, pero repito el concepto: con Néstor Kirchner había diálogo y con señora de Kirchner se fue alejando. La pregunta en concreto es: ¿qué pasa con el kirchnerismo y Lifschitz?

Nosotros siempre tuvimos diferencias políticas, obviamente. Pero durante el primer tiempo, el gobierno de los primeros 4 años, 5 casi, que estuvo Néstor Kirchner en la presidencia, fueron años donde se pudo establecer un buen vínculo a nivel institucional y de relaciones personales, lo cual permitió que se hicieran muchas obras, que pudiéramos coordinar proyectos. Yo recuerdo que era intendente y tenía algún tema para hablar con el Presidente y lo llamaba por teléfono. Y si no me atendía en el momento, a dos o tres horas a más tardar me estaba devolviendo el llamado. No era demasiado común eso, que un presidente lo hiciera con un Intendente, y además con un intendente de otro palo. También tuvo buena relación con Hermes Binner. Creo que había otro nivel de diálogo. Pero no era sólo con nosotros, me parece que en general, en el país, había otro nivel de articulación, de diálogo, de conversaciones, de coincidencias. Y eso después se fue alejando, porque también creo que el kirchnerismo se fue cerrando sobre sí mismo, eso proyecto más dialoguista y de amplitud e integración de otros sectores se fue reduciendo a una estructura cada vez más chica. Se fue cortando el diálogo con distintos sectores de la sociedad y también, en el caso nuestro, con el gobierno de Santa Fe. Y objetivamente, en los últimos años, la reelección ha sido difícil. No en todos los ámbitos, por allí con algunos ministros se ha logrado muy buena relación. Con el ministro de Trabajo históricamente ha habido muy buena relación, y mucho trabajo en común, con el Ministro de Educación lo mismo. Con otros ministerios ha sido más difícil. Esto tiene que ver un poco con los estilos de cada área. Nosotros creemos que hay que separar la política de lo institucional. Cuando uno es un gobernador, cuando uno es un intendente, necesita tener relaciones correctas y buenas y productivas con los otros niveles de gobierno, para arriba y para abajo. Y, bueno, hay que hacer el máximo esfuerzo para que esto sea posible. Yo, si soy gobernador, obviamente, en un escenario posible, de posibles presidentes, yo estimo que con cualquiera de ellos podría tener una muy buena relación. Aún con las diferencias que uno puede tener. Conozco a todos, tengo una relación personal con todos, y de la misma forma voy a tener una muy buena relación con los intendentes y presidentes de comuna de todos los partidos.

-Hay una cuestión que me terminó del kirchnerismo. Cualquiera sabe, yo no soy socialista. Pero cuando el diputado Larroque dijo “narcosocialismo”, en realidad me sentí agredido yo. No sólo porque Zavalza es imposible que sea acusado de lo que se lo acusaba, sino por acusarlo a él a Binner, a Bonfatti, a usted. Algunos hasta por ahí puedo contar públicamente algún vino tinto, pero de ninguna manera, y menos como cuestión de estado, tal como se planteaba. Para mí ahí hubo un quiebre, no sé si usted lo advierte o si usted lo sintió, hubo un quiebre en la relación de la señora Cristina, su grupo y la provincia de Santa Fe y la ciudad de Rosario. Pero además, creo que por allí viene que el periodismo avanza y reproduce eso y hace un planteo que convierte a Rosario, más allá de que acá hay narcotráfico, la convierte en una capital de la inequidad que me parece que no era. No sé cómo tomó usted esto.

Ya estaba yo fuera de la intendencia. Pero creo que eso fue una canallada propia de un dirigente político. Nosotros jamás hemos utilizado ese tipo de calificativos con ningún funcionario del gobierno, mucho menos con la Presidenta, cuando habría muchas más razones, si se quiere, para utilizar ese tipo de calificativo, porque hay causas abiertas con pruebas bastante concretas¸ como la causa de la efedrina. Pero nunca utilizamos ese tipo de argumentos en la lucha política. Y creo que fue realmente impropio de un dirigente político la utilización de esos calificativos. Y creo que sí, que fue muy aprovechado por buena parte de la prensa, en algunos casos por desconocimiento, y en otros casos, Bigote, porque hoy claramente hay proyectos políticos que están jugando en La Argentina, proyectos presidenciales, y también hay medios de comunicación y grupos económicos muy importantes que están jugando por uno u otro candidato. Y obviamente, para cualquiera de ellos, la existencia del Frente Progresista en Santa Fe es un problema, porque no encaja en ninguno de los proyectos presidenciales. Esto está claro. Es más, en algún momento hasta promovimos un proyecto alternativo que no tuvo éxito pero que podría haber alterado los planes de unos y de otros. Por eso creo que ha habido mucha intencionalidad en esto. Mire, yo conozco muy bien el problema, yo digo, como todas las multinacionales, tienen sucursales en el Interior, peor tienen la casa en Buenos Aires. Y la casa central del narcotráfico en Argentina está en Buenos Aires, en Capital Federal. Y no parece, no es tan evidente, no es Ariel Cantero. Ariel Cantero andaba en un carro de ciruja. No, los que manejan el negocio del narcotráfico no andan en carros de cirujas, andan en autos de alta gama, viven en countries, en Puerto Madero. Allí hay que ir a buscarlos. Desde allí se organiza toda la red del narcotráfico en Argentina. Y lamentablemente no hay una política, no hay conciencia de esto y no hay una política nacional. No la hubo antes, desde mediados de los 90, cuando ingresa el narcotráfico en Argentina, y lamentablemente no lo hay ahora. No alcanza con llevar gendarmería de un lado para otro. Eso, bueno, ayuda en el momento, en la coyuntura, baja la fiebre, pero no es una política contra el narcotráfico. Tenemos una SEDRONAR que está descabezada una vez más, que no tiene conducción. Uno de sus últimos directores está procesado nada más y nada menos que por tráfico de efedrina, una casusa que ha avanzado muchísimo en la justicia. O sea que estamos complicados a nivel nacional. Entonces, pretender que el problema es sólo Rosario, que es sólo Santa Fe, a mí me parece que es una canallada si se hace con intencionalidad, y si no es una ignorancia absoluta sobre lo que es el fenómeno del narcotráfico en Argentina.

-El tema de la cuestión federal a la que hace referencia Miguel con esto Dios atiende en Buenos Aires, tiene un correlato de olvido del cual yo acuso. Formalmente a los gobiernos de Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, porque tienen hasta un nombre, región centro, y si usted piensa, 20 diputados cordobeses, 19 santafesinos, 12 o 14 los entrerrianos, pero conforme una masa crítica de más de 50 diputados. Y obvio, 9 senadores. Y algunas cuestiones como pedir dinero, pedir créditos, pedir resoluciones de caminos, pedir atención a la región centro, sería bueno si están acusando. El yo acuso es que no han logrado, en muchos casos, ponerse en acuerdo. Lo que actualmente sucede en Urribarri, Bonfatti y De La Sota es como si fuera River, Boca y Racing.

Peor que eso. No hemos podido siquiera ponernos de acuerdo aquí en la provincia, entre los legisladores de los distintos partidos respecto de los reclamos más importantes que tenemos que hacer a la nación. Yo creo que ha habido mucha inequidad en la distribución de los recursos, mucha arbitrariedad. Yo sé. Me va a decir: “pero se está haciendo la circunvalación, no sean desagradecidos; mandamos la gendarmería”. Sí, eso es verdad, pero no es suficiente. No ha sido suficiente en relación a lo que reciben otras provincias de La Argentina que tiene menos habitantes, que aportan mucho menos a la economía del país. Creo que nosotros, en una próxima etapa, tenemos que plantear con mucha más firmeza y con mucha más coherencia, nuestra relación con la nación. El problema del federalismo es un problema general, pero una de las provincias más afectadas es Santa Fe. Quizás otra es Córdoba, quizás otra es Buenos Aires. Somos las más afectadas.

-Por la cantidad de aporte contra lo que devuelven.

Sí, por la cantidad de población involucrada, porque somos provincias que en realidad somos países dentro de un país. Santa fe es un país dentro de otro país.

-“Santa Fe mi país”.

Como decía Mateo Booz. Entonces merecemos so solamente otro trato en términos de plata y de recursos, sino otro trato institucional. Cómo se puede definir la política agropecuaria de este país sin consultar al gobernador de Santa Fe. Cómo se pueden definir temas importantes sin que el gobernador de Santa Fe tenga opinión. O el gobernador de Córdoba. Nosotros tenemos que replantear esto y plantarnos de otra manera. Frente a la nación, frente al futuro gobierno. No sólo reclamar las deudas, que las tiene, y muchas con Santa Fe, sino también pedir otra relación. Otro rol. Esta provincia tiene que jugar de otra manera en el país.

-Sobre esto, usted decía de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba en cuanto a cómo iban a ser sus charlas. Y usted está diciendo esto y noté la palabra senador, porque en la provincia los senadores tienen un comportamiento territorial bastante importante. Digo esto pensando en Gramajo y en Tostado. Y la cantidad de habitantes de ese departamento, 9 de Julio…

Debe tener unos 30 mil habitantes.

-28 mil votantes que pueden ser atendidos, le diría, que de modo personal por un senador. Contra usted, que se debe manejar con más de un millón. Y hay allí, entonces, también, podría ponerlo a usted como Gramajo contra la nación. Usted contra la nación, Gramajo contra la provincia. De que le dan mucha o poca bola. Creo que es eso todo lo de lo juego. De qué manera integro una provincia que está tan extendida que desde ese Gramajo hasta quien le corresponda Rufino hay mil kilómetros.

Por eso yo digo que es tan importante para Rosario tener un gobernador. Porque siempre va a tener la legislatura en contra Rosario. Siempre. Siempre la legislatura va a ser 18 senadores contra Rosario. Porque lamentablemente la estructura institucional de Santa Fe, la pensaron los santafesinos de Santa Fe, la pensaron bien.

-Disculpe que lo interrumpa. Usted me está obligando que me cuelgue otra vez la medalla: jodo desde el año de 1985 con el conflicto norte-sur.

No hay que plantear guerra de secesión, pero hay que reconocer la realidad. Por eso digo que si Rosario no tiene alguien que lo defienda en el gobierno, estamos al horno. Porque es una ciudad que tiene en la estructura de la burocracia santafesina y en la estructura de la legislatura, está en absoluta situación de inferioridad. Y generalmente hay una idea, no digo anti rosarina, pero sí de preservar el interior y tratar de dejar que Rosario se arregle sola. Sin tener en cuenta que más allá de la potencia económica que tiene esta ciudad, que es real, también es la ciudad que tiene los mayores problemas, quizás porque es la otra cara de la moneda. Si donde tenemos los mayores problemas de inequidad social, de inseguridad, de exclusión, de infraestructuras urbanas deficitarias. Yo voy a Rafaela, por ejemplo, donde es oriundo Omar Perotti, y es una ciudad suiza, tiene un problemita, se quejan siempre de muchas cosas que necesitan pero…

-Es bueno quejarse…

Pero es una ciudad muy linda, casi no tienen problemas sociales. Es una ciudad muy linda, con mucha potencia económica, muy bien organizada. Rosario tiene muchas más complejidad en ese sentido. La ciudad de Santa Fe también, el gran Santa Fe lo mismo. Así que por eso yo les pido a los rosarinos que me acompañen con su voto, porque necesitan alguien que los defienda en la provincia.

-Vamos a definir personajes. ¿Cuál es el je con el que usted definiría a Binner?

Binner creo que es un líder político no tradicional pero que ha tenido la gran virtud de llevar al Socialismo desde un pequeño partido local en la ciudad de Rosario, gestionando o intentando gestionar una ciudad, llevarlo a la gobernación de Santa Fe por dos períodos, y luego proyectarlo nacionalmente. Hoy el socialismo es un actor nacional a través de lo que ha sido el trabajo y la figura de Hermes Binner. Creo que ha tenido un rol fundamental en todos estos años.

-¿Qué es Antonio Bonfatti?

Antonio creo que ha sido su colaborador más cercano a lo largo de todos estos años. La municipalidad primero, en el gobierno de la provincia después. Y bueno, su sucesor. Pero ha demostrado también una gran personalidad para generar su propia impronta. Creo Que ha hecho una muy buena gestión de continuidad, de los proyectos que había puesto en marcha Binner, pero también dándole su impronta de mucha diálogo, de mucha apertura, de mucha presencia en el territorio, con algunas políticas muy innovadoras. Creo que han sido dos muy buenas gestiones que se complementan.

-No le voy a admitir que me digo que es una cuestión de género y que es la primera. No me salga con esa respuesta. ¿Qué es Mónica Fein en este planteo político?

Mónica creo que es una dirigente también distinta, no sólo por su condición femenina, a la que no estamos demasiado acostumbrado aquí en la ciudad, sino también porque tiene una gran sensibilidad y una gran capacidad de conducción distinta a la mía. Yo tengo un perfil mucho más técnico, mucho más duro si se quiere. Ella es una persona mucho más abierta, de diálogo, más comunicativa. Ha generado otro estilo. Creo que ha sido una muy buena intendenta en tiempos muy difíciles. Yo quisiera haber visto a otros que hoy pretende estar en ese lugar, en ese lugar en estos años que han sido tan complicados para la ciudad. Quizás los más difíciles de los años de la democracia. Pero no por la ciudad en sí misma, sino por este fenómeno de la violencia, que terminó contaminando todo y oscureciendo el cielo. Entonces todas las cosas tienen otro color. Yo digo, cuando hay tormenta uno se encierra en su casa. Todas las cosas siguen estando allí, pero tienen otra tonalidad y otro sabor. Y esto es lo que ha ocurrido en Rosario y a ella le ha tocado transitar ese tiempo. Y creo que lo ha hecho con gran capacidad. Por eso no tengo ninguna duda de que va a ser una gran intendenta en estos próximos cuatro años y le va a demostrar a los rosarinos toda su capacidad de trabajo y toda su visión de la problemática de la ciudad. Y espero que lo podamos hacer juntos, porque nos conocemos desde hace tiempo y creo que haríamos una muy buena dupla para la ciudad.

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