Google+ Raúl Acosta: Para penetrar hay que ir a la farándula

martes, 12 de mayo de 2015

Para penetrar hay que ir a la farándula

Juan Baylac en La Vereda de Enfrente



-Juan Pablo, decía yo los otros días que ahora todos están planteando la “tinellización” de la política. Y, en su momento, esto fue uno de tus enfoques, precisamente sobre el fin de siglo, de cómo se estaba resolviendo La Argentina más en la farándula que en la idea, más en la mirada en la televisión que en la conversaciones serias sobre los problemas. Y finalmente, 2015, parados acá, vemos que los candidatos están prácticamente poniéndose a disposición del juego de Tinelli, de una parte, y también lo que dice la compañera Margarita Stolbizer, que invisibilizaron a los otros candidatos, con lo cual se hace todo más difícil de entender. Pero me interesa tu opinión.

En primer lugar, que no es fácil en La Argentina de hoy hacer un acto de 5 millones de personas. Por tanto, el espacio mediático que ofrece Tinelli es altamente, digamos, jerarquizado a los efectos de encontrar instalación en el marco de la voluntad de la gente. La política, desde fines del siglo pasado a nuestros días, ha cambiado. Y la representación se ha debilitado, y los hombres que hacen política hoy, muchos de ellos, tienen que traer conocimientos de otras actividades para hacer la política. Luego aprenden a hacer frases, a hacer discursos, a definir acciones. Y en definitiva, de aquella época de Reagan, que fue su mejor película ser presidente de los Estados Unidos, los actores han tenido una preponderancia fundamental ene l marco de la convocatoria. Y creo, en realidad, que el gobierno de las encuestas tiene una manipulación fenomenal en el marco que el conocimiento es casi igualdad a votos.


-En aquellos momentos, que son los momentos finales de De La Rua y de la Alianza, a mí se me hacía que el escrache, por no decir otra palabra, que se hacía de la actitud presidencial, del hombre presidente, del cargo, era bastante atentatorio para lo que es el código, el protocolo, la división de poderes, la existencia del Estado. ¿Vos crees que hoy, que estén todos recurriendo a un acto político con Tinelli, no baja el nivel de ese acto político precisamente al nivel de Tinelli?

Lo que pasa es que se aceleró un proceso, Bigote. No te quepa la menor duda que aquellos desgastes que le hicieron a la investidura presidencial de De La Rua a nuestros días, hubo algunas modificaciones. Recordarás que Tinelli, con algún grado de inteligencia, luego que asumió Néstor Kirchner lo tenía como una suerte de caricatura en el programa. Hasta que pareciera que Néstor habló o apretó, o hizo algo, que abruptamente Tinelli, hace 10 años a esta parte, haya hecho Bailando por un sueño. Nunca más aquello que eran las caricaturas políticas. Siempre Bailando por un sueño. Y en el 2009, o 2007 mejor dicho, cuando era necesario la caricatura política para ver si podía ganar una elección Néstor Kirchner, introdujo este sistema, y en la provincia de Buenos Aires ganó De Narváez. Porque parece ser que el caricaturista de ese momento era más simpático que el que hacía a Kirchner o al que hacía al resto de los candidatos. Entonces, digo, hubo modificaciones en este tiempo, no es una cosa lineal. Pero lo cierto es que la política se ha introducido más en los hogares de la sociedad argentina por vía de los programas no políticos que por los programas políticos. En la última elección, vos ibas a Intrusos y en vez de ver culos, tetas, señoritas semi desnudas, veías a candidatos a Diputados, que debatían ahí, expresaban sus ideas. O en el no se cuánto del Show de Canal 13 o en Canal 9. Digamos, se modificó. Y a no es Grondona, Neustad o Bonelli. Hoy en realidad, para poder penetrar en los hogares argentinos, hay que ir a donde está la farándula, porque eso te permite decirle algo a la gente y ser conocido.

-Sobre esto, Juan Pablo, me permito insistir por lo siguiente: tanto vos como yo, somos análogos. Y la cuestión de fondo es la siguiente: si bien es cierto que el voto es una cuestión afectiva y sentimental o de pasión, de inteligencia emocional, si se depende de la emoción, y las emociones son las que despierta Tinelli, en realidad nuestras emociones son primarias pero no son de las más lindas.

Y es claro. Lo que ocurre es que, a ver, para el político, tener un acto de 4 millones de cinco millones de personas, no es una cosa menor. Imagínate que Alfonsín superó el millón de personas en el Obelisco allá en el 83, y nunca más concretó un acto de semejante magnitud. En el Monumento a la Bandera, en Rosario, junto 400 o 500 mil personas y nunca más lo pudo concretar. Y vos, a través de un fenómeno de la televisión y la comunicación, tenés cinco millones de personas que están sentadas con un caramelo, con una empanada, con un vino, con un café, con lo que sea, mirando. Vos sabés que la televisión es imagen, no palabra, por tanto no le vas a pedir a los candidatos que en la televisión digan cosas con ideas, porque no escucha la gente, la gente mira. El sentido de la vista es más importante que el del oído y que el cerebro en el marco de la televisión. En cambio, en la radio, el sentido del oído es más importante que la vista y que el resto. Y en la lectura, por cierto, la vista es más importante que el resto. En ese mecanismo, que es la comunicación moderna, naturalmente la televisión lo único que ofrece es imagen. Y la gente lo que quiere es ver imagen. Si lo ve simpático, si lo ve atractivo, si lo ve con carisma, si lo ve no bobo, etcétera, toma un sentido su emoción y, cuando tenga que tomar la decisión, vota por ese candidato.

-Juan Pablo, se me hace que una de las cuestiones fundamentales de quien era el jefe de tu equipo, que era De La Rúa, una de las cuestiones fundamentales de su caída fue la fuerza que hizo el peronismo en la oposición. Y estoy pensando que, si quienes ganan no son cercanos a la fuerza mayoritaria, el peronismo, que todavía domina la señora Cristina, en vez de uno, tal vez haya dos helicópteros preparados.

Bueno, yo no lo deseo. A pesar de haber sido testigo protagónico de ese episodio en Argentina, que me dolieron de manera notable, porque en definitiva es La Argentina la que pierde, no el candidato a Presidente o el Presidente en ejercicio. Es, en realidad, La Argentina. Espero que eso no ocurra más, que entendamos los argentinos que a los presidentes que elegimos con x cantidad de votos los respetemos hasta el último día de su mandato, aunque no nos guste lo que haga. A mí no me gusta lo que hace Cristina, pero tengo voluntad para aguantármela hasta el 10 de diciembre de 2015. Porque creo en verdad que tiene derecho a estar hasta el 10 de diciembre de 2015. Y estos candidatos que tenemos hoy, que son muy parecidos, Scioli, Macri, Massa, tienen casi, no digo las mismas ideas, pero tienen casi los mismo tips y que quizás tengan parecidos asesores de imagen, va a ser alguno de ellos presidentes de Argentina, y al verdad que les deseo lo mejor. Porque nos merecemos otros país, nos merecemos una sociedad más comprometida con la decisión que toman al elegirlos, y porque La Argentina que viene tiene que ser necesariamente mejor.

-Gracias por atendernos.

Un abrazo. Y pensá. Mirá que tenés un artista candidato a gobernador que puede ser el gobernador de Santa Fe. Lo que te dije no es joda, digamos, te lo dije porque fíjate cómo, quien es popular en otras acciones, teniendo esa acumulación de capital político, termina siendo candidato a gobernador. Y hay que estudiar para ser gobernador, para ser presidente. Y, bueno, eso es tiempo, lleva tiempo.

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