Google+ Raúl Acosta: Democracia de personalismos

miércoles, 24 de junio de 2015

Democracia de personalismos

José María Vernet en La Vereda de Enfrente




-Te cuento la anécdota. Hoy a la mañana estaba en el Cable, donde hago una columna política, y me decía: “Lifschitz va a ser el segundo gobernador de Central, habida cuenta que Vernet lo es”. Les digo: “no sé de dónde sacaron al información, que yo sepa, José María es de mi generación y siempre fue leproso”.

Sí, leproso. El que era de Central es Usandizaga.
-Exacto.

No, hay una gran confusión ahí. Yo lepra toda la vida. Lepra pese a los goles que nos roba la AFA con los jueces.

-Te viniste a enterar ahora que fue un robo a mano armada ese.

Sí, pero es como todas las cosas de la vida, Bigote. Uno siempre lo sabe pero hasta que no lo tiene presente, no le pasa, no lo cree. Todos sabíamos todo este sistema de corrupción, de desorden, de arreglar los partidos de fútbol, arreglar los caballos que ganaban, de arreglar las peleas. Vivíamos una sociedad corrupta. Hace treinta que hablamos contra la corrupción a los políticos, y ahora empiezan a explotar los delitos, que no son de la política sino que son los poderes colaterales, como siempre.

-José María, ¿qué mirada tenés sobre esta elecciones que concluyeron el 14 de junio y que, en realidad, terminaron voto a voto en esta semana? ¿Cómo las viste?

Bueno, yo viví algo parecido. Vos te acordarás. Yo tuve una Cámara de Senadores que era opositora. Y yo tuve una buena Cámara de Legisladora propia y gané por 3 mil y pico de votos, cuando el padrón era un millón seiscientos. La sociedad santafesina siempre estuvo bastante dividida. Y ahora está triplemente dividida. El problema es que con una división de la sociedad de a 30%, estamos en una sociedad casi caminando a sistema de disolución de sus instituciones. Con un peligro, como es el tema del narcotráfico, que son de la provincia de Santa Fe por tener un puerto, Rosario en especial, que salen los grandes barcos con destino a Europa y Asia, que se vuelve un elemento atractivo para los narcos, estamos en una situación difícil de constituir un Estado fuerte. El peligro en este momento son las instituciones, porque si pensamos que la sociedad está dividida en tres –mi propia familia, entre mis hijas y mi yerno votaron a los tres candidatos-, entonces vos tenés la sociedad dividida. Antes no lo veías. Y ahora, al tener la familia dividida, la sociedad dividida, una policía en la provincia de Santa Fe que no hay un solo policía luchando contra el narcotráfico, y tenés más de 70 implicados por asociación ilícita con ello, está la provincia, sociedad santafesina, está en una situación difícil. Si las instituciones tradicionales de la sociedad, como son los centros de comercio, la federación, la Bolsa de Comercio, la Iglesia Católica, la Iglesia Protestante, todos los cultos, todas las familias, los clubes sociales de Rosario, todas las familias descendientes de inmigrantes de la sociedad, no se ponen de acuerdo en constituir una sola sociedad, aunque sea mala, vamos a estar en un gran peligro de ser infectados por un sistema de corrupción. Porque el narco no ataca a los chicos que le roban la cartera a la mujer en los semáforos; el narco, el problema más serio, es el blanqueamiento de capitales. Y ahí corrompe a toda la sociedad. Abogados, contadores, jueces, pastores, curas. Corrompe todo ese dinero. Entonces, la sociedad está en un difícil momento.

-¿Y en cuanto a los candidatos y a los partidos políticos? porque nos expresamos a través de los partido políticos. He venido sosteniendo que la boleta única, disuelve un poco los partidos políticos. Pero los tres candidatos, ¿qué te ofertaron? ¿Qué viste?

Nosotros estamos en una democracia de personalismos. Ahora la critican a Cristina por ser personalistas, pero la oposición es tan personalista como Cristina. Los partidos políticos están en un estado de disolución, y el oportunismo político está en ese momento. Ahora, los tres candidatos me presentaron tres posiciones en la sociedad santafesina. Lifschitz, el oficialismo, y los votos y el apoyo se los llevó Bonfatti, no Lifschitz. Hoy tenés un jefe político importante que es Bonfatti en la provincia de Santa Fe. Tenés el otro, que es el PRO, con Del Sel, que en este sistema deja de jefe a un viejo jefe del peronismo que es Reutemann, que está ahora encargado de llevar la elección que viene adelante. Y tenés Perotti, que es de nuestra escuela, es un peronista que tuvo que sobrevivir y sobrevivió siempre cerca del Frente para la Victoria, porque si no entrás en contradicción. Ahora, Perotti tuvo las agallas que no tuvo hace cuatro años atrás. Él debería haberse presentado como peronismo auténtico, y por salvar a toda la provincia de Santa Fe, y no subirse al árbol del modelo Del Sel. Pero así y todo, ha hecho una buena elección, y creo que va a hacer una buena elección de senador. Pero representa al peronismo tradicional, asociado, vía la caja y no vía la ideología.

-Cuando vos asumiste, en el 83, es cierto, las Cámaras no te eran favorables, había una división norte-sur muy marcada. Y estamos hablando del 83.

Las intendencias no eran peronistas.

-No, para nada. ¿Cómo crees que la provincia se ha consolidado, si es que sucedió, o de qué modo sigue partida, si es que esto es lo que vez, con respecto a aquellos años? han pasado más de 30.

Yo estuve analizando el voto de la provincia. Vos me das el voto de Del Sel y me dan los departamentos donde a Del Sel le fue bien. Y en principio pensás que su producto es la 125. Ahora, cuando mirás General López, y ganó Lifschitz, ahí entrás en confusión. Entonces, que haya ganado la ciudad de Santa Fe Perotti, implica que el Socialismo y el radicalismo no están haciendo un buen trabajo en esa ciudad. Y que haya mantenido la ciudad de Rosario el Frente Cívico y Social, es un llamado de atención a los que están jugando al personalismo. El problema del peronismo, que hoy tiene tres vertientes, una para el lado de Perotti; una para el lado del Frente para la Victoria; y otro peronismo, que terminó con Del Sel, entre comillas, vía Reutemann. Porque al final esto muestra como un sector socio económico, ideológico que tiene lo mismo, ese peronismo, con el tema de la reelección indefinida de los municipios, yo estuve 4 años y me fui. Y hay intendentes que hace que están 32 años. Entonces, la política se transforma en poder y se destruye la razón de ser de la sociedad, empiezan los patrones de pueblo. Hoy Santa Fe, en el peronismo, tiene 263 malos buenos jefes, cuando debería tener un mal jefe. Porque solamente se ordena un partido a través de la jefatura y los dirigentes.

-Ahora, sobre esto, ¿vos crees que es posible reformular un peronismo? No te dijo que alambre la provincia, pero que haga respetar criterios provinciales.

Mirá, yo creo que el peronismo se puede reconstruir si mantiene los valores originales. O sea, la lucha por los pobres, no discutir como hacemos ahora, que estamos discutiendo el índice de pobreza. Hay que trabajar por los pobres, hay que recordar que Evita decía que mientras haya un pobre el peronismo siempre existirá. Hay que trabajar el problema sobre el derecho al trabajo y el derecho a la vivienda. Y oponerse, el peronismo, a las dádivas que no sean la cultura del trabajo, porque esa es nuestra matriz. Y hay que armar un peronismo de tercera generación. Nosotros fuimos el peronismo de segunda generación y ya es hora de un peronismo de tercera generación. Asentada en los valores históricos y ortodoxos con una visión amplia, una sociedad democrática de un modo integral.

-Dos preguntas finales. Una de operatoria política. La provincia de Santa Fe se caracteriza, desde tu gobernación hasta ahora, porque, por Constitución, no repite mandato. Y resto me parece bueno. Pero a la vez está chueca, porque los senadores pueden repetir indefinidamente y, vos lo dijiste, los intendentes también. ¿Esto debe reformularse?

Sí, yo estoy totalmente de acuerdo. Creo que 4 años es muy poco. Creo que la reelección, aunque la tenga atada de un hilo, ordena el primer gobierno, porque trabaja para la reelección, y genera, y es la madre del clientelismo político. No nos olvidemos que acá, con dos solo mandato, cualquiera en Estados Unidos también, se ve tentado a jugar la segunda elección. En la segunda elección, cuando son reelectos, empiezan a gobernar para la historia. No debe ser así. Los intendentes, los senadores, todas las autoridades de la provincia de Santa Fe, deben tener el mismo mandato que tiene el gobernador de la provincia. Hasta los jueces y la Suprema de Corte de Justicia. Porque si no se transforman en poderes y dejan de ser política. Es un Estado superior. El poder es una cosa oscura y siempre los poderes son de derecha. Entonces, cuando la izquierda plantea, o los radicales plantean la eternidad de los funcionarios de la justicia, están jugando un poder de derecha, instituido. Entonces, hay que hacer una reforma y hay que alargar el mandato 6 años. Entonces, hay que votar por seis años gobernador, para mí, senadores, diputados, hay que votar intendentes, hay que votar asociaciones civiles, gremios. Estoy generalizando. Hay que unificar una sociedad en seis años. De esa manera van a generar nuevas dirigencias que puedan ser candidatos.

-A veces a mi abuela le preguntaba: “Abuela, ¿qué votás? Y nos decía: “si el voto es secreto”. No me contestes como mi abuela. ¿Votaste en Santa Fe?

No, no voto en Santa Fe.

-¿Y si hubiese votado?

Yo hubiese votado a Perotti, es mi tradición. Pero mis hijas, que son más libre, yo observé, votaron Perotti y los maridos de ella a Lifschitz y Del Sel. Entonces, vos tenés una sociedad que está en un estado de ebullición, que debe ser tomada muy en serio y debe ser ordenada en serio.

-Cuando dijiste de los personalismos, obvio que te estabas refiriendo a la compañera Cristina.

Por supuesto. Pero también quiero marcar una cosa, Bigote. Todos me decían que yo tenía que hacer hermetismo 4 años. Y yo, por el sistema de organización de Santa Fe, yo los 4 años trabajé por el peronismo. Ahora, hay ismos de pueblitos de 500 habitantes. Yo no lo entiendo.

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