Google+ Raúl Acosta: "El peronismo es popular, no populista"

lunes, 10 de agosto de 2015

"El peronismo es popular, no populista"

José Octavio Bordón en La Vereda de Enfrente



-Dentro del peronismo, una de las figuras que ha conservado su espalda. Fue gobernador, 1987-1991, de Mendoza, pero tiene un entrañable corazón peronista y cercano a Rosario también. ¿Cómo ve esta situación? ¿Cómo ve Argentina con estas PASO?

Merecen varias reflexiones. Primero, ha habido una muy amplia participación, más allá de que en algunos casos el porcentaje de gente que votó no fue muy alto. Pero en general las provincias que no tuvieron demasiados problemas climáticos, estuvimos muy cerca del 80%. Lo cual es una participación importante. Yo, si hay segunda vuelta en Mendoza, voy a votar 7 veces este año. Porque tuvimos PASO de municipales, después provinciales, ahora nacionales. Así que, si hay segunda vuelta, voy a votar 7 veces. Creo que es un poco mucho, pero es mejor que no poder votar nunca, como nos pasó en alguna época.

Segunda reflexión, está claro que las PASO va a haber que reflexionarlas. Es muy bueno que haya participación, que los candidatos no se manejen en una piecita, pero va a haber qué cosas hay que mejorar para que el espíritu que ha habido de amplia participación y de mayor libertad para ser elegido, se exprese con mayor fuerza. Y sobre todo ahí va a haber que trabajar muy seriamente, creo que no se llega a octubre pero a mí me encantaría, el sistema de la boleta con la característica con tantos partidos, que no funciona más. Inclusive, a la hora de elegir, si a uno le gusta más un candidato a presidente, un intendente, un gobernador, un senador, un diputado, la verdad que con el sistema de boleta única, como la que tiene Santa Fe o el sistema que implementó la Capital, permiten mayor libertad a la gente, menor complejidad y evitar todo esta historia del robo de boletas. O sea, segunda reflexión: me parece que el tiempo que hemos estado esperando hasta la madrugada, habla de elecciones del siglo XIX, nada que ver con el siglo XXI.

-Habría que reformular el sistema electoral.

Absolutamente. Y lo tercero, bueno, como miembro de comité estratégico de Argentina Debate, en el que estamos personas muy diversas, estamos tratando, hemos trabajado y va a haber un debate el 4 de octubre en la Universidad de Buenos Aires, que tenemos el compromiso previo –esperemos que lo podamos cumplimentar- no solamente de los principales canales argentinos sino también de los candidatos, para que haya un debate. Donde no solamente conozcamos a los candidatos por su simpatía personal, que es importante, o su familia, que también es importante, o su mayor o menor habilidad para cantar o bailar, sino que realmente puedan estar presente lo más importante, que es cómo son como estadistas en la medida que se proponen como el próximo estadista presidente de Argentina.

-La mirada que yo veía, desde el campo nacional y popular, donde uno inevitablemente ya está inscripto forever, es que más allá de lo que se diga, los votos de Scioli más los de Massa y el gallego De La Sota, y aun los de Rodríguez Saá, confirman un 50% realmente grueso de peronismo en sus variables. Y esto yo no sé si es bueno o malo, pero es imposible de evitarlo.

Yo diría, si uno suma De La Sota, Massa, está casi arriba del 60. Ahora, creo que sería un error importante pensar que a esta altura, después de 32 años de democracia, el voto de la gente está atado a un partido político. En realidad, los candidatos que provienen, o provenimos, del Justicialismo tenemos mayor capacidad de convocar votos, pero yo creo que el voto cautivo es muy poco. Ya tiene algunos el Justicialismo y casi ninguna otra fuerza lo tiene.

-Lo interrumpo. La mayoría de las empresas que hacen encuestas, antes que se las presenten a quien las paga, lo que obtenían es que hay una volatilidad muy grande del voto. Pero cuando uno va a los números, bueno, está bien, es volátil, pero terminan todos abrevando en el peronismo. Hay una especie de genética. A eso me refiero.

Sí. Yo creo que si uno va para atrás, por ejemplo, no nos ocurrió esto en el 83. No nos ocurrió esto en el 99. Yo creo que en esto hay que ser muy cuidadoso. Lo digo con todo respeto y afecto. Sobre todo por esto de que el fundador y la figura más excepcional que ha tenido el Justicialismo, Juan Domingo Perón, dejó muy claro al final de su vida y en la cúspide de la madurez y de la grandeza, que el único heredero era el pueblo y que veníamos de una etapa institucional. Yo diría que es bueno tener pertenencia, está bueno tener ideas, pero la gente en cada ocasión… Yo escribí en un libro que publiqué en el año 85, “La renovación del Justicialismo contra la ideología de la república perdida”, que de alguna manera Perón nos había dejado las mismas cartas a todos, que ya no se ganaba más por llamarse peronista sino por interpretar mejor los valores de Justicia Social, de democracia, de respeto a la dignidad de las personas. Me parece que está ahí donde se juegan las elecciones, donde se juegan los resultados. Pero mucho más que eso para mí, aunque no hay democracia sin elecciones, que el compromiso más profundo de la democracia, esto es no solamente la transparencia a la hora de poder elegir y ser elegido sino también el respeto a las reglas de juego y a la transparencia y a la honestidad cuando se gobierno, y el sentido final, el sentido objetivo, que es la elección finalmente y ser parte de un gobelino, tener la gobernación de la presidencia, que es para que la gente pueda ejercitar mejor sus derecho civiles, sus derecho políticos, y sus derechos económicos sociales en una sociedad más inclusiva. Ahí me parece que es donde yo sigo viviendo el justicialismo. Lo otro, creer que estamos condenados a ganar, me parece que no solamente no es así sino que no es bueno. Cuando uno cree que está condenado a ganar, entonces no se preocupa por trabajar en serio sino simplemente ver quién ocupa el primer lugar en la lista. Y esto creo que es, justamente, la mayor negación que uno podría hacer al sentir y al surgimiento del justicialismo hace ya varias décadas.

-Algo de eso nos pasó en la provincia de Santa Fe. Quitada la Ley de Lemas, recién ahora, con Perotti en la boleta de Scioli, tenemos un candidato que puede decir falta envido a los otros.

Yo tengo un gran aprecio por Perotti, inclusive hablé antes de las elecciones con él. Y la verdad que tuvo que llegar de nuevo una persona que no se escondió ni detrás de la Presidenta, sin prejuicio de que él está trabajando también con el gobierno nacional, ni se escondió detrás de la foto de Perón y Evita ni de la de nadie, sino que realmente puso su trayectoria, de que fue un muy buen intendente en Rafaela, su respeto, la madurez con que manejó, y ha logrado mejorar. Ahora, todavía no es mayoría de nuevo. Está con el 30 y tanto por ciento. Es la primera minoría por ahora.

-Por lo menos llegamos ahí.

Yo lo valoro mucho. Lo digo porque es lo que usted me estaba diciendo y coincido. Un justicialista tiene que hacer bien las cosas. Por ser justicialista automáticamente no tenemos derecho a ganar la elección. Eso lo he pensado siempre. Yo asumí la candidatura a gobernador de Mendoza y la conducción del partido después de la catástrofe electoral del 85 acá -sacó nuestro partido el 23% de los votos-. Y fui como candidato justicialista, no armé ningún otro nombre, y ganamos 50 a 40 solamente dos años después. Pero lo hicimos no creyendo que estábamos condenados a ganar por ser justicialistas, sino que había que tratar de ser justicialistas a quienes la gente creyera, respetara y sintiera que podíamos gobernarlos bien.

-La razón de este debate del 4 de octubre, por más que usted no me la quiera plantear así, es porque hay una necesidad y esto no se estaba dando. Y esa necesidad de que se, como usted bien lo marca, es para que sepamos algo más que el dato de si sabe bailar. Pero también por allí va otra cuestión. Con un debate se sabe muy bien que se está en las vísperas de una elección democrática y no de una compulsa populista. ¿Estoy muy errado?

Exactamente. Usted usó bien a palabra. Nosotros somos populares, no tenemos que ser populistas. El populismo es superficial. Sentido popular es saber que la mejora de la calidad de la gente se tiene que dar en democracia, en libertad, con respeto a las minorías pero, al mismo tiempo, sabiendo que los tres ejes fundamentales de la equidad están en un trabajo digno y en blanco, en segundo lugar con educación de calidad e inclusión para todos, y tercero con una salud de las mismas características. Después, todas las otras cosas, son añadiduras necesarias. Esa debe ser la agenda popular. Entonces, yo lo que quiero en octubre, ojalá hubiéramos podido tener una tradición; nunca hubo debate presidencial, y haber tenido varios, inclusive una en la Universidad del Litoral, que ya no los planteó…

-Recorrer el país.

Exactamente. Como el buen debate que hicieron en la provincia. A mí me gustaría que Scioli nos cuente que cosas quiere continuar, qué cosas quiere cambiar; que Macri, que quiere cambiar más cosas, nos día por qué quiere cambiar más cosas, cómo las quiere cambiar; que los mismo haga Sergio Massa. Inclusive que quienes han tenido una presencia de menor peso, porque obviamente entre estos tres candidatos va a estar el corazón de las expectativas de la sociedad, que realmente expliquen por qué. Hay que evitar los falsos consensos. ¿Qué es esto? “¿Qué piensa de la educación? Es muy importante, debe ser la prioridad”. Esto lo va a decir cualquier candidato. ¿Es bueno? Sí, es bueno, quiere decir que en Argentina la idea de que la educación pública sea importante ha ganado espacio y hoy no se discute. Ahora, yo lo que quiero saber es analizando qué inversión tenemos, cómo vamos a invertir, cómo nos vamos a organizar y cómo vamos a hacer para que los chicos vayan a la escuela y en la escuela aprendan lo que necesiten. Y esto no es fácil. Yo quiero que nos expliquen eso. Segundo, si creen que tenemos una dificultad energética, todos los candidatos coinciden, que nos digan no solamente que hay que cambiar el perfil energético del país y volver a tener superávit sino que nos digan cómo piensan hacerlo., esto no solamente sirve para que el ciudadano esté más informado, sino algo muy importante: también puede servir porque pueden encontrar acuerdos y consensos y después el que pierde puede ser convocado, no a ser miembro del gobierno, pero sí parlamentariamente acompañar para dar mayor seguridad al próximo gobierno de lo que hace en el futuro. Espero que en esta segunda etapa podamos tener un poquito más de debate sobre los temas. La Argentina no es propiedad de nadie, pero alguien va a ser el próximo presidente y va a tener una gran responsabilidad, así que es bueno que lo conozcamos no sólo por sus características personales.

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