Editorial de La Vereda de Enfrente
El 10 de diciembre, el 11 en rigor, comienza un nuevo ciclo político en La República Argentina, con un cambio de gobierno que es realmente importante.
Por primera vez, un partido que asume ser de centro derecha, popular, con cuestiones de eficientismo, asume el poder. Y deja fuera al sistema de poder que, hasta el 10 de diciembre, nos gobierna.
Hoy, por las casualidades de los taxis, venía escuchando Radio Nacional Buenos Aires, retrasmitida en la ciudad. Y escuchaba, no sé cómo se llama el comentarista, pero sí sé que lo que decía era muy claro. Primero decía “no sé si me van a sacar o no me van a sacar”, un mecanismo como en broma o en serio de guapeza que no se corresponde. Pero lo que decía era, bien claro, en cuanto a que el gobierno que asumía era –y usaba el adjetivo despectivo- de derecha. Como si eso fuese una porquería. Y después daba informaciones erróneas sobre la conducta de Macri, la conducta de sus funcionarios, e informaciones, también erróneas, sobre el comportamiento de Cristina y demás.
Una de las noticias más importantes que hay sobre este gobierno, que todavía está en funciones, es el enriquecimiento ilícitos de sus funcionarios, y el enriquecimiento ilícito de la compañera Presidente, que no sé de qué modo tiene que demostrarse en la justicia, pero si vos tenías 7 y hoy tenés 70 y estuviste full time trabajando para la patria, es medio difícil entender que de 7 pases a 790.
Pero además, daba por cierto algo que es equívoco. Daba por ciertos los aumentos de la harina, de los fideos, de la yerba, de las tarifas, de los combustibles. Y decía: “¿qué hace Macri con esto?”. Y lo que me pregunto es, sui ya desde los últimos días de noviembre, la última quincena de noviembre y hasta este diciembre que ya está encima, aumentaron las cosas, ¿a qué oficina de comercio le toca resolver esto?, ¿y a qué gobierno imputarle esta suelta de palomas inflacionarias con que nos estamos desayunando en diciembre? Y me dijo que esto le corresponde a este gobierno.
Pero lo que, por debajo, está aparentando, es lo siguiente: por debajo hay un gobierno de centro derecha que está tomando el poder el 11 de diciembre, y que ha anunciado que muchos de sus funcionarios, que vienen de lo privado, irán a lo público con el criterio de eficientismo. El criterio de eficiencia en el empleo público y en el trato de la cosa pública no es lo común. Acá, las burocracias se han empeñado en demorar la actualización de Argentina. Cuando, sobre la soja y los dineros que desde fueran venían a raudales, acá se debería haber planteado “desarrollémonos, hagamos siglo XXI”. Empezaron con “retrocedamos, hagamos 1970”. Y perdimos el tren del siglo XXI. Es por eso que este gobierno de centro derecha, pasado ese tiempo de las vacas gordas, asume el poder ante el exceso de soberbia, el exceso de enfrentamiento, el exceso de egoísmo, el exceso de ineficiencia de burocracias, de ravioles, de robos, de corrupción, que representan los años del kirchnerismo. Y por eso se planta acá el primer gobierno de centro derecha, con el voto popular claramente expresado. Tan claramente expresado que los territorios de provincia de Buenos Aires, de Ciudad Autónoma, de Santa Fe, de Córdoba y de Mendoza, le pertenecen a la oposición de la compañera Cristina.
De esto salen en claro dos cosas. Se votó contra Cristina. Y ella no va a poder asumir, y ella no va a poder asumir el punto de la oposición, porque alguien tan conflictiva, tan conflictuada, tan agresiva, tan peleadora, tan “vida o muerte”, no puede asumir un rango de opositora para construir. Porque si aparece una centro derecha, lo que acá inevitablemente debe aparecer es una centro izquierda, para que haya dos partidos que discutan una alternancia, una forma de vivir y una forma de vivir y una forma de crecer. Y lo que debe hacer la centro izquierda es: “nosotros vamos a ser más eficientes, nosotros vamos a usar mejor los dineros públicos, nosotros vamos a ser m++as transparentes, nosotros vamos a meter en cana a todos los corruptos, a todos los narcotraficantes. Nosotros lo vamos a hacer mejor que Macri”. No refugiándose en memorias de la piecita de atrás.
Pero la cosa que terminé notando es el comportamiento del periodismo. Algunos por allí no quieren hablar de periodismo siendo periodistas. Y si uno se refiriese a una persona haría periodismo de periodistas, y no es el caso. Pero sí el comportamiento, porque en mi modo de entender los rangos, hay actores políticos de primer nivel, que son los que trabajan en el política activa, y actores políticos de segundo nivel que somos nosotros, los periodistas. Todos nosotros somos actores políticos, cada una de las cosas que decimos tiene incidencia sobre el total de la sociedad. Poca, mucha, granito de arena o montaña. Pero todos tienen incidencia. Desde ese punto de vista, vamos a recordar, hagamos el desafío públicos: ¿cuántos periodistas no kirchneristas fueron invitados a los programas kirchneristas? ¿Cuántos? Si hay un programa que puede considerarse cabecera o mástil, fue 678. Y uno puede recordar a Beatriz Sarlo, que no es precisamente una actora política de cuarto o quinto grado, sino actora política secundaria, como todos los periodistas –ella no es periodistas, es filósofa y ensayista-, pero es la única que podamos mostrar. Nunca hubo allí un debate, nunca hubo allí una ubicación del otro para escucharlo.
¿Y qué es lo que va a pasar ahora? Lo que va a pasar ahora es que viene el martirologio de los que dicen “me sacan de este lugar porque pienso diferente”. Y cuando estaban en ese lugar, nunca invitaron a alguien que pensaba diferente. Esto es muy característico. Este martirologio es muy característico de ciertos grupos pensamiento que sólo viven en el martirio y en la victimización, que puestos sobre la sociedad no resuelven tener al lado alguien en contrario, no se bancan, no aceptan la opinión en diferente. Claramente no aceptan al otro.
Lo que aparenta que va a hacer Macri, a quien no defiendo - no soy macrista-, es mantener al otro. Del mismo modo que uno siempre piensa que cualquier policía asesino debe ser juzgado por leyes comunes a todos y no pagarle con la misma moneda. Es en ese sentido que creo que están vacunados los macristas de no hacer casa de brujas, porque con una casa de brujas se sentirían felices, diciendo “nos echaron, nos martirizaron”.
La honestidad intelectual sólo se ejerce si uno tiene un rango de honestidad en el bolsillo, y un rango de honestidad en la espalda. Hay algunos funcionarios que sí deben quedar, porque hay una continuidad jurídica que los avala. Hay otros funcionarios que llegaron allí no por sus dotes ni por su currículum vitae, sino que llegaron allí por una posición absolutamente partidaria, válida, importante, pero que, resuelto en negativo esa propuesta filosófico política como es la del kirchnerismo, tienen que decir “me voy, porque lo que me bancaban no están más”.
No creo que haya que rajar a los que son funcionarios eficientes. La mejor señal la dio el macrismo con Ciencia y Técnica. La mejor señal. Servís, te quedás. No servís, ¿qué estás esperando para irte? Eso, que en Ciencia y Técnica es tan fácil de ver, también debería ser igual de visible, o tener visibilidad, transparencia, en algunos sectores diferentes de la cosa pública. Como las radios, como los bancos. Para que se sepa que, si llegaste allí porque eras parte de una cuestión política y no de una capacidad intrínseca de lo tuyo, te vayas porque, repito, ganó un gobierno de centro derecha por el voto popular. Fúmate 4 años si de verdad sos democrático. Si no ten fumás cuatro años, y querés, el 12 de diciembre, empezar a degollarlo, lo tuyo es lo que muchos han pensado, una facción, un grupo, un fascismo de izquierda, una traición y, en algunos casos, un negocio.
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