Un costado poco explorado, pero vigente (hay antecedentes, amparos, resoluciones sobre el tema) pone a la ley de discriminación positiva, que define una mujer en el 33% de los cargos electivos, la Ley Manzano, como un silencioso estorbo de los misóginos y omnipotentes varones de la política.
La Ley Manzano (con la participación heroica de Irma Roig, aquella chiquilla que huyó con Cuitiño en el 1955 y soportó después, junto a Osvaldo Papaleo, injustas discriminaciones, cárceles y “ninguneos” tiene un punto que no se animan a mencionar radicales, socialistas, peronistas y los que quieren colocarse en “Cambiemos” como destino político.
Una interpretación con bastante lógica elemental, sobre la que atacarán los apoderados de la misoginia, indica lo siguiente. Si el partido es nuevo, si aparece recién en la contienda electoral, si compite por primera vez, la posibilidad de alcanzar tres legisladores es menor y, por tanto, es obligatorio una mujer en alguno de los dos primeros términos ¿se entiende?. Repito: una mujer en alguno de los dos primeros términos. Voy mas despacio. Juan y María. María y Juan.
El modo de asegurar la presencia femenina es con la prevención en el armado de la lista. El amparo posterior define a favor de la presencia femenina. Así ha sucedido.
Si el FPCyS decide, porque los radicales se rechiflan y no firman si no están primeros en la lista, llamarse “Frente Piripincho” la lista de candidatos debe tener un Juan y una María.
Si Cambiemos, que no se presentó con ésa sigla, se presentó como Frente PRO Federal, si el macrismo decide llamarse Cambiemos deberán ir Monona y el Juanchi o nada. No serviría. Y vendría el amparo.
Digresión Uno: ¿saben ustedes que hay una inscripción por el partido “Cambiemos” en la justicia electoral santafesina que no es del Mauri y sus amigos?
Digresión Dos: Si se presenta Cambiemos, e incluye al radicalismo, acaso sepulten al partido mas antiguo de Argentina con vigencia nacional: Unión Cívica Radical.
En el caso del peronismo y los neo lemas, que aparecieron y aparecerán, el caso es similar. Desde Rosario, a paso redoblado, ya se conocen tres. La frecuencia masculino y femenina será uno y una.
Si en el peronismo se acepta una interna abierta que incluya a todos hay que conversar el tema…¿con qué siglas?
Si Agustín Rossi quisiera, junto al silencio displicente y casi cómplice del Senador Omar Perotti, armar la lista como marca la tradición el Frente Para la Victoria tiene existencia anterior. Rossi, otro varoncito (si quiere) y recién una niña. El dedo de Agustín es jurídicamente válido.
Si el Frente Renovador, mas allá de la participación económica de Romagnoli (las campañas son costosas y cada vez mas difícil ocultar aportantes, el hombre de la Bolsa de Comercio es un descon ocido meditático, pero sería autosustentable y eso es muy bueno) y la displicencia de los representantes de la señora Graciela Camaño y el señor Sergio Massa van con la misma sigla quedan liberados del uno y una y ahora podrían con el dos por una (antes, 2015, NO pudieron, ¿se leyó bien?)
En la Región Rosario el asunto se complica porque cada partido original (radicales, peronistas, socialistas, los restos humeantes del demoprogresismo) integra frentes que no serán iguales.
Daniela León, María Eugenia Schmuck, Norma López son, en ése orden, tres fenomenales concejalas.
La primera, de la UCR, es la actual titular del Concejo. Todo cuanto buenamente se pactó con la intendencia tuvo su sello. Cuando los socialistas quisieron hacer las cosas por si solos tropezaron (ejemplo: crédito internacional, endeudamiento en dólares, 250 millones verdes. No hubo quórum)
La Schmuck fue la espada barrial y universitaria de Javkin, que luego la canjeó por su actual cargo: secretaría de gobierno. Es vital.
Norma López es la fiel espada de Agustín Rossi. Deberíamos agregar a Carola Nin de Gastaldi. Marcelo Gastaldi es el amigo de Rafael Bielsa, con quien trabaja. Todos peronistas.
Las cuatro concejalas mencionadas deberían renovar su banca, acaso mejorarla. Verónica Irízar, concejala socialista, está en iguales condiciones.
Han tenido y tienen, las mencionadas, una tarea impecable y un compromiso que todos reconocen.
Ninguna de estas concejalas desea una foto con la intendente, pero una cuestión de género las acerca. Mónica Fein es la mas importante figura femenina del socialismo. Debería liderar una cuestión de género. Debería liderar algo. Cuando Lifschitz la propuso sentó un bastión de género muy importante. Fue, en Rosario, la primera intendente.
Al mencionarlas con nombre propio es obvio que han superado su carácter de obligatorias en una lista, ahora son lo que son: actoras políticas necesarias.
Ls conducciones partidarias no gustan de mujeres que tengan pensamiento propio y definan actitudes, encuentros, leyes, discursos, posiciones programáticas. Es necesario decirlo: no les gusta la mujer independiente. Ja. Muchos prefieren a las que deban aceptar que “las nominaron”. Y actuar según la subordinación infamante que eso conlleva. Puedo dar nombres de ayer y de hoy.
Las encuestas las mencionan. Los trabajos las han hecho crecer. Ni distraídos ni caprichosos. Los jefes partidarios deberían aceptar que existen, que son las mejores y que, si la ley de cupo se hiciese por un examen de capacidades estarían en esos sitios con menos problemas que vencer el prejuicio de los políticos “machitos”, con mucha envidia y baja potencia. Y ampararse, como harán, en los vericuetos de una ley.
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