Google+ Raúl Acosta: La transferencia fue el eje

lunes, 14 de agosto de 2017

La transferencia fue el eje



Publicado en el diario "El Litoral", el 14 de agosto de 2017
  
Al resolver las PASO el perfil verdadero de la provincia, algunas cuestiones son visibles, definitivamente al aire. También la catastrófica derrota de las encuestas y el eje del subterfugio donde escondían su mentira  los traficantes de números: el NS/NC y el voto en blanco. Los datos dicen algo distinto a los números de los embaucadores de candidatos. El encanto de la realidad para algunos es un desencanto, pero debemos atribuirle la fascinación de lo efectivamente posible. No hay pesadilla, Pasaron las PASO.

En ningún sitio de la provincia es posible ignorar que la “transferencia” ha sido el eje de estas elecciones. Detengámonos en este punto, que es el que verdaderamente importa para saber si votamos muñecos, caprichos, nuevos liderazgos o elementales delegaciones de poder en idiotas útiles.
  
Mauricio Macri transfirió lo suyo. La señora CFK lo mismo. También Lifschitz. Las diferencias en los votos se corresponden con la calidad de  la transferencia. Para decirlo mas específicamente, el vehículo usado definió la calidad de la transferencia. Y la seguridad que brindaba el “voto transferido”. Va de suyo que votar “ a Macri” como votar  “a Cristina” resolvía /resuelve/ resolverá problemas de conciencia. Perdón, también de inconciencia.

Sobre esto, sobre la inconciencia, para que nadie entienda mas allá de sus propias culpas, hay una frase en la historia ”…ah… yo voto a Perón” . Aparece otra: …“peronistas somos todos”. Insisto en el punto; estas PASO en muy pocos casos definieron internas, solo corroboraron la calidad de la polea de transmisión.

En Rosario si  hubo confrontación. Anita Martínez sobre Roy López Molina, la decisión de Buenos Aires (Marcos Peña) sobre la decisión de Federico Angelini  y su porfía. Jugaban, además, la recaudación y la campaña para el 2019. Fíjensé la fecha en que lo escribo: Rosario no aceptará, no votará en el 2019 una mujer al frente de la Intendencia. La experiencia de los 8 años de Fein, para entonces, habrá obturado un camino de género por impericia, caprichos e ineficacia. No será sencillo salir del tema. Esquivarlo. Los insultos, en la calle, derivan de la Fein al género.

La otra confrontación rosarigasina fue ignorar, hasta las primeras horas de la mañana, cuántos votos sacaba Jorge Rosario Boasso que, está visto con los números, tiene un eje que los “macristas” se encargarán de separar de “El Mauricio”, después del susto. Raro caso, confrontaba contra el radicalismo, su partido genético, por fuera del que fuera, hasta hace poco, el refugio de la democracia partidaria: la UCR. Boaso decía “soy radical, quiero a Macri”. Raro caso, se insiste.
  
Algunos aún no entienden la eficacia de los MDC tradicionales y no tradicionales. Su diferente abordaje. Otros encontraron dificultades con el mensaje y otros, finalmente, la encontraron fácil adhiriendo a imágenes nacionales que producían efecto directo, inmediato, aún cuando pusiesen techos para algunas ilusiones. Transferir por las redes tiene sus problemas.
  
El primer punto a analizar es este:¿conviene la transferencia?. Al parecer fue /es / será inevitable; por lo tanto lo que debe juzgarse es si la capacidad de gestión que se alcanzará con el poder delegado, con la transferencia, sube o baja la calidad, el conocimiento, la resolución de quien, de ése modo, consigue el nombramiento.
  
En otras palabras, si colocar hombres de paja, que transparenten a quien los nomina, mejora la calidad de la administración o la vuelve dependiente de dirigentes cada vez mas parecidos a los monarcas. La decisión de las políticas públicas por consenso está cada vez mas lejana y estas PASO certifican esa dificultad. Ni Macri, ni CFK ni Lifschitz de modo provincial, aseguran consensuar. No pueden o no quieren, que es similar en el efecto. Deberían consensuar políticas de estado, ese es el punto. Después los candidatos.

Con respeto por los jóvenes, los que estábamos ejerciendo el periodismo en los ’70 sabíamos que Héctor Cámpora, el odontólogo de San Andrés de Giles era, desde la década del ’50, un diputado servil, con pocas luces propias y que vivía, políticamente, del fulgor de Perón. Acaso la lealtad, mas propia de la ineptitud para traicionar, era su característica. “Cámpora al gobierno, Perón al poder”…  define el ejemplo contemporáneo mas claro de transferencia. Su hijo y sus costumbres, con mas una apropiación “izquierdosa” del entorno de alguien que se ha dicho, era un inepto, llevó a Perón a exigirle la renuncia, que Cámpora, como un señorito obediente, entregó. Llegó Perón, con su mujer, al poder (ja, otra muestra de transferencia y omnipotencia, Isabel era otra inepta, políticamente hablando) y el resto es conocido. Resulta divertido, en mitad de las tragedias argentinas, que los chicos serviles a Cristina se agrupen en La Cámpora. La referencia es tan directa que espanta.
  
Muy pocos de los nominados dependen de su calidad previa. Cantard o Contigiani no tenían pergaminos propios, como si los ostentaban Rossi, Boasso, Del Frade. Por allí deben buscarse explicaciones a los números de las PASO. Con los pisos y los techos que cada referente nacional proporcionaba.

No hay modo que el primero de los designados por Macri y Corral (Cantard, un ene-ene, políticamente hablando), por Bonfatti/Galassi/Lifschitz (Luis Contigiani, un protoradical sin experiencia, pensamiento vivo  e independencia) y CFK y la Cámpora no lleguen a la Cámara de Diputados. Eso está resuelto y debe constar en actas que no fue decisión de las PASO. No totalmente. No limpiamente.
  
El mensaje es este: el radicalismo santafesino se volvió Macri dependiente. El socialismo entregó el destino de la social democracia al primero que pasó por la puerta. El peronismo no puede realizar el velatorio de Cristina hasta noviembre.
  
En el pago chico, los rosarigasinos también entendieron el poder delegado y le agregaron castigos personales. Para que se entienda en Santa Fe ciudad. Gente que decía viva Colón y aparecía con la camiseta del tate. Del otro lado gente que decía muera “el negro” y aparecía con la camiseta rojinegra. Eso sucedió, con otros nombres, en “rosagasario”.

En octubre, campaña que ya comenzó, tal vez tengan que explicar que hacen cada día para decir que son lo que son. Y para eso, claramente, el periodismo tiene una tarea

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