Google+ Raúl Acosta: Terapia intensiva y extensiva

lunes, 30 de octubre de 2017

Terapia intensiva y extensiva

Publicado en el diario "El Litoral", el 30 de octubre de 2017

Una nota redactada por uno de sus mas claros secretarios, Adrián Gerber y publicada en el diario La Capital de Rosario, donde trabaja, al día siguiente de las elecciones de octubre de 2017, contiene consideraciones que ponen mas luz sobre la herida abierta y la situación del gobierno municipal y provincial; su autor la tituló: “Que le pasó al socialismo en Rosario”. En ella hay párrafos tan claro que sólo se necesita reproducirlos. Tantas veces avanzamos sobre este tema (la provincia bi fronte y el cerebro socialista del FPCYS, para una provincia extendida en radicalismo y fuerzas menores y dirigida por los cerebros socialistas) que lo que se transcribe apunta al mismo centro del problema.
   
El problema lo presenta así: “Una fuerza política que viene gobernando la ciudad desde hace ya 28 años no puede creer ingenuamente que el resultado de ayer es producto de que se vio perjudicada por la polarización nacional entre el kirchnerismo y el macrismo- Es una explicación de una enorme pereza reflexiva y que no interpreta en su cabal dimensión el mensaje de las urnas”. Reparemos en el número: 28 años. Todos aquellos que tienen 40 años no han conocido, al comenzar sus estudios secundarios, otro gobierno que no sea el socialismo. Y algunos funcionarios están en esa situación. La burocracia es inevitable, fue inevitable. Nunca visitaron el desierto. Ni entienden el destierro.
  
Gerber analiza, desde su óptica, el eje del problema:”…esta fuerza política no tiene básicamente un problema de gestión municipal, sino uno profundamente político que arrastra desde hace ya tiempo… “  ¿Puede el socialismo, una idea con tres siglos de existencia en su filosofía, en sus posicionamientos políticos, tener problemas en el análisis de la realidad? La respuesta está en quienes debían analizar, asimilar, ejecutar y, básicamente, transmitir. No hubo, entiendo, transmisión  de una idea societaria universal.
  
Nostalgia de una ilusión: …” En los años dorados del socialismo comarcal se respiraba la idea de una Rosario modelo y vanguardista en lo social, urbanístico, cultural y en general en el manejo de la cosa pública….”
  
Tan claro como explícito, Gerber define un final: …“Porque todo gobierno tiene su relato, su proyecto, su discurso ante la sociedad. Es su ABC. Todo gobierno construye el sentido de los acontecimientos del pasado y presente, pero también del futuro. Porque los ciudadanos también votan futuro…”  Crudeza y exactitud. No se puede ser mas claro.
  
La pregunta que duele aparece finalmente: “¿Pero qué le pasó al socialismo para quedar relegado ayer a un tercer puesto (con sólo 16% de los votos) en Rosario, su bastión electoral?.../…durante gran parte de los dos mandatos de Lifschitz y el primero de Fein el gobierno municipal se fue de parranda por los laberintos del poder fáctico, donde se extravió, mientras permanecía encandilado por el desarrollo de la ribera central y toda esa nueva y exclusiva ciudad que emergía en Puerto Norte. La contracara de depositar toda la atención allí fue la desatención de los barrios….” Extraña `paradoja, un socialismo que protegió, impulsoó y mostró orgulloso los logros de la clase alta y sus despliegues inmobiliarios.
Rosagasario no es Santa Fe
El hueso, el puro hueso analiza el colega cuando define: “….recobrar la confianza de los rosarinos es un tema mucho más complejo y hay una situación fundamentalmente política que aún sigue haciendo ruido. Y ésta se centra en la decisión adoptada por el socialismo en 2007 de subordinar la Intendencia al gobierno provincial del mismo signo partidario. Como nunca antes el Palacio de los Leones dejó de rugir y entabló una relación de dependencia con la Casa Gris. Un disparate para una ciudad de las aspiraciones de Rosario, que nunca quiso que su futuro se defina en los despachos de Buenos Aires, pero tampoco en los de la ciudad de Santa Fe. De allí que incluso hasta desapareció del discurso socialista el reclamo por la autonomía municipal, bandera que hasta ese entonces era levantada y flameada en cada batalla que se daba en defensa de los intereses de Rosario…” Este eje, la independencia de la ciudad, que ya no es una ciudad sino una región con ciudades satélites y cinco departamentos provinciales que piden, necesitan que se los incluya en planes regionales que nunca los consideraron es parte de eso que faltó resolver: una región, la Región Rosario. El socialismo es intrínsecamente egoísta, hubiese sido compartir el crecimiento y repartir medallas con mucha gente común. No supieron, no saben. Pocos son tan grandes como para saberse generosos y confiados.
  
Finalmente el siglo XXI, narcocriminalidad, inseguridad urbana y corrupción estructural aparecieron. Rosario nunca fue una isla, aún cuando muchos lo deseaban y lo creían posible. Gerber dice: “…Esto le terminó jugando totalmente en contra con el desmadre del tema de la seguridad, donde la ciudad comenzó a padecer niveles de violencia nunca antes vistos y gravísimos hechos de narcocriminalidad…/… Así, si antes se instaló la ficción de que Rosario era la Barcelona argentina, a partir de ese momento comenzó a sobrevolar la pesadilla de convertirse en la Ciudad Juárez del país. …” Hay notas con este tema. Hasta un conspicuo rosarigasino sostuvo que Rosario era poco menos que el sitio de vida del Cartel de Sinaloa y Escobar Gaviria. Excesos de ignorantes. Rosario es parte de un territorio desprotegido en el siglo XXI de los problemas del siglo. El socialismo vive aún en el siglo XX.

El escepticismo, una condición necesaria en el oficio, aparece en Gerber, que sigue apuntando al hueso del problema…” Si a esto se le suma la escasez de nuevos cuadros políticos en el socialismo, el panorama de esta fuerza se complica aún más. La política se hace con militancia y proyectos, pero necesita imperiosamente de liderazgos que puedan capitalizar los aciertos y que también estén en condiciones de conducir en los momentos de crisis…” solo falta el reconocimiento al colega. Debería haberlo leído el publicista que definió un eslogan de campaña demasiado diferente de la realidad.  “Primero Santa Fe. Y capítulos regionales que nada dijeron de lo que pasaba. No han traducido bien el problema y sus posibles soluciones porque, acaso, nunca vieron que tenían un problema. Lo dicho. El colega serrucha el hueso. Debe doler.
  
El cierre, diplomático, como corresponde, deja el asunto en suspenso. Gerber sostiene: “…¿Está agotado el ciclo socialista en Rosario como vienen afirmando dirigentes opositores? Eso se dirimirá en 2019, y dependerá en gran medida de si el oficialismo puede reconstruir su relación con los ciudadanos y darle sentido, contenido político, a su acción de gobierno….”
  
¿Se puede gobernar una ciudad en la que se obtiene el 16% de aprobación? Se insiste: 74 de cada 100 rosarigasinos dieron la espalda al gobierno en la boleta. Terapia intensiva para Mónica Fein y su representante:Pablo Javkin. El socialismo rosarigasino está en terapia intensiva. Si los ejemplos son provinciales debe agregarse: terapia extensiva.


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