Google+ Raúl Acosta: La “Violencia Urbana” lleva una vuelta de ventaja

lunes, 5 de febrero de 2018

La “Violencia Urbana” lleva una vuelta de ventaja

Publicado en el diario "El Litoral", el 5 de febrero de 2018


Tal vez sea necesario volver sobre los temas básicos del Siglo XXI dado que muchos colegas se involucran en la coyuntura. No está mal creer, coyunturalmente, que el colega Jatón puede salvar la ciudad de Santa Fe y que la nicoleña Mónica Fein puede hundir definitivamente a la patria rosarigasina aún cuando las dos cosas son meras especulaciones, exageraciones del amor y del odio y, de ningún modo, algo serio, por lo menos definitivo o, al menos comprobobable. Hoy no. Por eso, cada tanto, es conveniente salir de la contemplación de la foto, para cumplir con las columnas y mirar la película. Es necesario, así no parezca utilitario a la columna que semanalmente resuelven contando un entremés y un “pasilleo” mas o menos benévolo, maledicente y siempre interesado.
Tres son los problemas que trajo el Siglo XXI a la Argentina. Violencia Urbana. Código Narco. Corrupción Estructural.
La resignación ante el crimen, eje de la doctrina Zafaroni, empeoró las cosas dentro de una patria judicial que no resuelve los expedientes, acaso porque en algún oscuro lugar todos son parientes de alguien involucrado, terminó por empantanarlas y peor: volver justificable el olvido de las leyes. Voluntario olvido. Perder la memoria delictual es terrible. Nos sucede. Somos amnésicos mediáticos del crimen y este, se sabe, es organizado. Sólo los MdeC activan los expedientes.
Herencia, fiaca y trampa
Cargar el mochuelo en el otro (la culpa de las malas gestiones no son tales, aparecen por las herencias de las malas gestiones anteriores) empeora la situación.
La verdadera herencia recibida es que el radicalismo olvidó su concepto de Democracia Transparente y el peronismo que la justicia social es eso: Justicia. Social. 
Una democracia endeble y una justicia social en falta, herencias del siglo XX, se encuentran en el siglo XXI con que la violencia ya no es entre 4 delincuentes enfrentados a la policía en algún lugar, ni abigeos en camionetas, ni el desfalco de un funcionario que se corrompió, que los dineros de la venta de las adicciones fuera de la ley son frutos envenenados (ojito, el alcohol y el tabaco matan tanto o mas que las otras pero pagan impuestos) sino que la violencia es el lenguaje, está instalada como la forma de resolver los problemas en la sociedad y que esa violencia responde a un Código sin amparo, tribunales de alzada, presunción de inocencia y tiempos procesales.
El Código Narco es sencillo. “No cumplís y te morís”. Se le agrega que Jueces, Policías, dirigentes deportivos, barras bravas completas, dirigentes gremiales, asociaciones médicas, partidos políticos tienen, individual y colectivamente, una relación de dependencia con los dineros oscuros que la corrupción estructural recauda, administra y distribuye y que, es obvio, esta situación termina siendo aceptada. Vamos, la ley de financiamiento de los partidos políticos no ha sido tratada para actualizarla. No piensan hacerlo. Nadie puede justificar su fortuna, su buen pasar, su vestido nuevo.

Puesta en valor del problema
El colega Andrés Abramowski, en el diario La Capital del 31 de enero, trae la certificación de esta puesta en valor de los verdaderos problemas rosarigasinos. Código Narco. Corrupción Estructural. Violencia Urbana, la que lleva al susto al abrir el palier del tercer piso en cualquier edificio y sentir pavura al doblar por una esquina oscura. Abramowski dice:” El mismo 1º de enero Luis Tourn y Sofía Barreto fueron asesinados mientras cenaban con otras personas en Seguí y Grandoli. Si hubo algo parecido a un motivo que se haya esgrimido desde los investigadores es que buscaban a otra persona y mataron a dos personas ajenas al presunto conflicto.
Al menos dos de los homicidios ocurridos este mes en el Gran Rosario se inscriben en enfrentamientos entre pandillas que, con sus principales referentes tras las rejas, parecen estar arreglando cuentas mandando a matar a familiares. En este caso, la sangrienta pelea entre los Funes y los Caminos que comenzó marcando la agenda policial de 2018 cuenta el crimen de Ulises Funes, el 8 de enero, y el de Marcela Díaz, una semana después.
Al menos dos, porque no se descarta que alguna de las otras muertes también se vincule con esa bronca focalizada en la zona sur. Los 16 tiros con que el 13 de enero mataron en Cagancha y Crespo a Facundo Hernández, de 19 años, podría inscribirse en esa saga u otra similar. El crimen de Sergio David Díaz, en cambio, está establecido como un vuelto por el de Isabel "Chabela", una hermana del "Viejo" Ariel Cantero cuyo asesinato un año atrás desencadenó al menos otras tres muertes como respuesta. Entre ellas la de un hermano de Díaz que lo único que tenía que ver con el conflicto era que había alojado a Sergio y lo mataron cuando estaban buscando a éste último.
Más allá de nombres y móviles, entre los homicidios aparecen denominadores comunes que merecen una atención especial cuando se ve que la palabra violencia ya se impone por varios cuerpos ante eso que se denomina "inseguridad", un abordaje que evidentemente no le está reportando a los problemas de seguridad pública las respuestas preventivas necesarias; un concepto que no va a ninguna parte y que sólo le ha servido a los proveedores de dispositivos tecnológicos para vender más cámaras y alarmas”.
La  peor ceguera es no saber
El título de la nota del colega plantea el problema y anuncia cual sería el ejercicio, para el poder constituido. Andrés titula:”Una problemática que requiere de nuevos abordajes” y en la frase destacada al comenzar el artículo sostiene: “…Está muy claro que la violencia, en todas sus aristas, es el problema a abordar antes de seguir…” Es tonto, al menos de tontos resultados, plantear que se tiene una cuadrícula de los sitios mas violentos, en qué esquina hay mas choques y donde, al menos en Rosario, están las cámaras que no funcionan para el bien, no cuentan delitos flagrantes ni certifican asesinatos. Nada. Hay que tener aceitados esos recaudos pero el mal está en otra parte.
El eje es otro. Asumir la Violencia Urbana como un exponente extendido en la sociedad y no engañarse. El gradiente de tolerancia ha cambiado también el del perdón y el de la impunidad. Van juntos. Qué componentes integran esta alteración, cuáles tienen posibilidad de reversión y de qué modo crecer en mitad de los 5 puntos que omiten en los discursos oficiales. Democracia simplemente declamada, Justicia Social traicionada, Violencia Urbana en grado creciente, Código Narco como el “folk way”, el modo, uso y costumbre y lo de absoluto fondo: Corrupción estructural.
Nunca fue Escobar Gaviria el problema, fue el modo Escobar Gaviria. Parece tan fácil de explicar… Asumamos, si al menos se explicase se podría empezar a entender que hace falta adaptarnos a la actualidad o, como advierte Charlie: los dinosaurios tienden a desaparecer. Nosotros (y nuestros funcionarios) somos los viejos fósiles. Hoy por hoy lo justo es justo. Vamos una vuelta atrás.

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