El peronismo más lejano, el español.
El peronismo es el eje de Argentina. En su historia debe incluirse el entorno. El mundo. Qué mundo fue aquel. El peronismo tiene origen declarado en 1945/46. Hay un protoperonismo creciente desde el 4 de junio de 1943. Caminar por su historia es convivir con la mentira y el delirio. No hay muchos datos fehacientes, porque los narradores argentinos siguen ofuscándose con el presente. Con el pasado también. Construir relato a través del odio y la obsecuencia que comparten Pavón Pereyra y Feinmann no es bueno. No lo fue, no lo es, tal vez no sea conveniente nunca. No quisiera vivir un mundo que regentee José Pablo Feinmann. Menos un mundo con los dislates históricos de Enrique Pavón Pereyra. Son ellos el peligro que convive con nuestras peores pesadillas, las de la vigilia.
Qué contexto acompañó al peronismo. En España una guerra civil dejó en el poder un bando (fue guerra y la madre) Perdieron los republicanos. Ganó un partido de derechas. Un protectorado hasta que muriese el protector. El protector apañaba un rey de baraja que hoy, al mejor estilo de los manuales, reina pero no gobierna. Un rey de protocolo en un país que se fumó millones de hermanos y convive con sus amores y la contrapartida, con sus odios. Hoy, segunda década del siglo XXI aún tiene terroristas y separatistas. Terroristas muy separatistas. Separatistas poco terroristas. Anarquistas. Socialistas. Petardistas. Populares. Nacionalistas. Franquistas y claro: comunistas. Narradores también. Esos narradores debieron convivir con la tortura, la muerte y el exilio, naipes del mismo mazo que sostenía eso: un rey de barajas cuya felicidad era engañar a su mujer fuera del protocolo y bancarse a Franco. Joder, tío, con la monarquía española
El libro Soldados de Salamina, de Javier Cercas, tiene mas de un millón de ejemplares vendidos. Es una novela de guerra que no es de guerra. De aventuras que no son tan aventuras. No trata, claro está, de la batalla naval griega cerca de la isla de tal nombre. Es otra cosa. Acaso pueda leerse el embrión de peronismo en su descripción del populismo y/o franquismo. Acaso. Es una novela. No es un ensayo equívoco. Es otra cosa. Se pueden leer sus páginas sabiendo que Franco no es Perón, pero tocaban en la misma orquesta. Stroessner, Trujillo, Pérez Giménez, Batista, Salazar, Franco, Perón. La misma banda. Idéntica partitura.
Soldados de Salamina no es una novela larga. Doscientas siete páginas. Sus personajes viven en el origen del franquismo. Lo rodea con las cuentas de un collar que no se termina de enhebrar, buscando una indulgencia. El libro apunta a su propia confusión: los orígenes. Qué fue el franquismo en su originalidad. Eso debate. Es útil para debatirnos. El peronismo. Que fue, que es.
Soldados de Salamina sostiene: los héroes se mueren o no son héroes. Acepta el autor que la frase escrita o atribuída a Spengler es exacta. Un puñado de hombres, de soldados, al cierre de las cosas, salva a la historia. El principal esfuerzo de algunas viudas es volver héroe a quien murió en la cama. Es en vano. Las viudas tienen invalidada la imparcialidad.
Javier Cercas, autor de Soldados de Salamina, busca explicar que España debió fumarse el franquismo (hasta 1975, cuando muere Franco) por una serie de casualidades. Allí está el nudo que enoja y atrae. Qué tan mala puede ser una fe política que se conserva tanto y tanto tiempo. Hoy hay franquismo. Esa mirada, compadre, es la que hace falta. La que deje dentro de la historia a todos: Perón, Menem, Duhalde, Onganía, Cooke, Framini, Rucci, Vandor, Balbin, Larralde, Codovilla, Moreau de Justo, Palacios, Lanusse,Cámpora, Lastiri,Videla, Firmenich, Quieto, Massera, Gorriarán Merlo. Todos
El libro Soldados de Salamina muestra el origen asimétrico del terror mas sólido: la Guerra Civil Española, con hermanos muertos sin sentido. Y el odio bien odio, todo consentido. Millones de cadáveres para atrasar la historia. Censuras, torturas, mentiras y mentiras para frenar la biología social.
Vivimos con el peronismo. Debemos entenderlo. Entender nuestra genética para dejar de engañarnos. El libro de Cercas maneja una culpa conocida. Es culpa nuestra. El franquismo es una realidad. Tiene el hoy como frecuencia. El neo franquismo es gobierno en España. Nunca fue un olvido despedido o despreciable. Aquello que lo originó está metido, genéticamente, en toda España..Por allí (página 84) decide calmar su corazón. No aguanta más, se confiesa. Es para España. Cristina debería leer a Cercas.
…”en la época que se incubaba la guerra las consignas que difundía Sánchez Mazas aún poseían una flamante sugestión de modernidad que los jóvenes patriotas de buena familia y violentos ideales que las acataban contribuían a afianzar/…/Durante esos años de hierro Sánchez Mazas pronunció discursos, intervino en mitines, diseñó estrategias y programas, redactó ponencias, inventó consignas, aconsejó a sus jefes y, sobre todo, a través del periódico oficial de la Falange, difundió en artículos anónimos o firmados, por el mismo o por José Antonio unas ideas y un estilo de vida que, con el tiempo y sin que nadie pudiera sospecharlo - y menos que nadie el propio Sánchez Mazas – acabarían convertidos en el estilo de vida y las ideas que, primero adoptada como revolucionaria idea de choque ante las urgencias de la guerra y más tarde rebajada a la categoría de ornamento ideológico por el militarote gordezuelo, afeminado, incompetente, astuto y conservador que las usurpó, acabarían convertidas en la parafernalia cada vez mas podrida y huérfana de significado con la que un puñado de patanes luchó durante cuarenta años de pesadumbre para justificar un régimen de mierda”... (Javier Cercas)
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