-Los números de mediados de agosto, supongo, pueden llegar a calentar por lo menos al peronismo. ¿Qué pasa en Buenos Aires?
La verdad nosotros estamos midiendo ahora, nuestra encuesta siempre sale los primeros días del mes. La verdad es que en principio no parecería que hubiera demasiada variación ¿no? Por lo menos en la tendencia. Sí puede haber, creo yo, algún reacomodamiento entre las fuerzas de la oposición y puede ser que se llegue a estirar la brecha en Buenos Aires de 5 puntos que hubo en las primarias.
Sí, un poquito más. Pero todavía, la verdad, estamos viendo algunos números parciales. De todas maneras, me parece que lo que sí no cambia a nivel país es la tendencia. Me parece que fue muy caro, y más allá de que algunos gobiernos provinciales puedan cambiar un poco, la tendencia me parece que va a ser la misma que tuvimos en agosto.
-Permítame preguntarle por nombres propios, que antes de agosto tenían una expectativa distinta. Yo recuerdo que tanto Alfonsín como Margarita Stolbizer decían 10 más 10, 20. Y Margarita no terminó así.
Eso uno sabe que las sinergias a veces son positivas y a veces son negativas. De todas maneras, creo que ellos esperaban una mejor elección, las encuestas los marcaban en ese número. Muchas veces Margarita sorprende y saca más votos que las encuestas, lo que las encuestan por lo menos dicen, pero esta vez no fue así. Me parece que hubo una gran polarización y que va a seguir más menos igual de aquí a octubre.
-¿Cree usted entonces que en provincia de Buenos Aires va a ser una cuestión de peronismo de dentro y peronismo de fuera?
Sí, yo creo que sí. Más o menos la tendencia va a ser esta. Todos están viendo cómo se acomodan las fuerzas de la oposición. En esto de la sinergia quienes están también especulando son los de UNEN, que tuvieron su interna en la Capital, y la verdad que si pudieran contener todos los votos de la interna en octubre tendrían una muy buena elección. Pero uno sabe que es muy difícil contener todos esos votantes en esa misma interna cuando su candidato no fue elegido, así que también hay que ver qué pasa. Me parece que la que más variación va a tener va a ser la de la ciudad de Buenos Aires.
-Yo justamente le iba a preguntar por Carrió, Solanas, Michetti y Terragno.
Claro. El tema es que por ahí Carrió tracciona muchos votos, hoy sin dudas en diputados es quien va primera; el tema es si van a cortar boletas para Pino, porque no todos los que siguen a Carrió eligen a Pino, entonces podría haber ahí una fuga de votos hacia el PRO. El tema es ver cómo hacer que Pino pueda contener esos votos de Carrió. Me parece que ahí están trabajando la estrategia de UNEN. Y tienen un desafío importante.
-Supongo desde acá que allí, de ningún modo, terciaría Filmus para senador. O sea, sería uno, uno y dos entre UNEN y PRO.
Eso es lo que por lo menos los números plantean, que hoy Filmus estaría desplazado al tercer lugar. Si. Supongo que el primer lugar para el PRO, Gabriela Michetti va a poder mantener el lugar, y el segundo para UNEN. Pero hay que esperar, porque la gente también define su voto a último momento y a veces un debate, un acontecimiento puede hacer cambiar el rumbo, porque no son tantos los puntos de diferencia. Así que hay que esperar un poquito para ver cómo va. Y además en la ciudad ahora se incorporan las boletas de legisladores, entonces eso requiere otro corte de boleta en algún caso. Hay que ver cómo se termina resolviendo.
-Hay tres nombres propios que tenían cifrada su esperanza en octubre y que pasaron por agosto: el señor gobernador De la Sota, el doctor Hermes Binner, y Cobos. ¿Mantuvieron lo que medían antes del 11 de agosto? ¿Se reafirmaron?
Bueno, no sabemos ahora, en esta próxima elección, va a pasar. Creo que los tres tienen aspiraciones presidenciales en algún caso, y los tres tenían que hacer una buena performance con sus candidatos, como el caso De La Sota, y en el caso de Binner y Cobos de ellos mismos, una buena elección. Creo que han hecho una buena elección, pinta que va a seguir el mismo rumbo de acá a octubre, con lo cual quedan posicionados en la grilla. Es increíble, porque ya a nosotros no nos preguntan qué va a pasar en la elección de octubre sino a quien van a elegir en el 2015.
-En eso lo veo medio apresurado. Pero somos Argentina. La señora Cristina, desde la medición del 2011 y esta abrupta caída, pregunto: ¿esto se puede reacomodar?
Es muy difícil decir que algo es imposible, sobre todo en este país. Pero la verdad es que cuando saca el 54% en el 2011 había un 68% de la gente que aprobaba su gestión de gobierno; hoy hay un 30% de la gente que aprueba la gestión. Es decir, que ha perdido un número significativo. Por otra parte, cuando uno le pregunta a la gente si quiere que el kirchnerismo vuelva a ganar la elección –esto nosotros lo venimos monitoreando desde el mes de abril, mayo- sólo el 26, 27, 25% dice que sí quiere y el resto que no. Y un poco cuando la gente quita el apoyo y se pierde la confianza en lo que el gobierno puede hacer es muy difícil de recomponer. De hecho, hubo mese en los cuales el gobierno hizo anuncios importantes, como el aumento de asignaciones familiares y demás. Y prácticamente no movió la aguja de la aprobación de gobierno. Entonces ya no son medidas concretas que el gobierno pueda hacer, me parece que ya es un tema de dónde la gente puso o quitó confianza.
-¿Puede la señora Cristina comprar futuro según usted?
Es un poco difícil. Justamente por eso, no es que la gente no comparte una medida y que se puede revertir, me parece que una gran parte de la gente sacó la confianza.
-Pongamos una cifra que no proporcione posibilidad de discutir. Pongamos un 25% de núcleo duro de kirchnerismo. En una elección con votos, para nombres, ese 25% en la provincia de Buenos Aires, o todo el país, ¿le asigna la categoría de gran electora a la señora Cristina? ¿O no?
El tema es cómo está el resto del peronismo también. Entonces me parece que el dedo para indicar, como vos decís, la gran electora y usar su dedo para decir quién va a ser su candidato, la verdad que a quien menos favorece es al candidato. Me parece que en estas circunstancias el dedo de la gran electora no tiene tanto peso.
-Hay una mirada distinta de los analistas dominicales planteando que no es tanto una cuestión económica como una cuestión política lo que hace caer el número de la señora presidente. ¿En las encuestas aparece esto? ¿O aparece la inflación, el salario y tal como las variables de queja?
Las principales variables de los problemas que le preocupan a la gente siguen siendo la inseguridad y los temas económicos, la inflación, el desempleo. Lo que pasa es que, yo comparto, el tema empieza con lo económico, la gente no tiene confianza en que el gobierno pueda resolver la economía –y esto es un tema muy importante-, pero a eso se adicionan otros tipos de cuestiones que no se mencionan en las encuestan que se publican, son temas más cualitativos donde la gente no se siente escuchada, un gobierno con prioridades que no son la de la gente, el embate contra los medios, contra la justicia, cuando hay otra realidad más concreta, y esto es lo que genera el tema política. Pero fue un comienzo en temas económicos pero hoy el tema político también tiene relevancia. Además, fíjense el tema de la corrupción: la corrupción, cuando la situación económica es buena, pasa desapercibida, cuando la situación económica empieza a complicarse ningún hecho de corrupción pasa desapercibido.
-Las denuncias periodísticas, ¿alteraron estas mediciones?
No, las denuncias periodística de alguna manera lo que hicieron fue, hay una gente que no mira programas políticos, que no escucha a temas políticos, que está cansada de la política, entonces el tema de que se haya mediatizado más puso en conocimiento a más cantidad de gente. Pero la realidad es que si la situación no hubiera sido la que es quizás el programa de Lanata, concretamente, no hubiera tenido tampoco la repercusión o el rating que tiene hoy. Si Lanata hubiera hecho el programa en 2011 seguramente no hubiera tenido tanto rating y tanta gente no lo hubiera seguido.
-Hay una especie de juego, que es perverso, entre voceros de gobierno y algunos que parecería que están en la oposición, pero uno no los termina de entender, que tiran como tema la posibilidad de una alteración de los tiempos de mandatos. ¿Hay algo de eso en las encuestas?
No. La verdad que no hay nada de eso e las encuestas. No es una preocupación.
-¿Algo específico de la provincia de Santa Fe o la ciudad de Rosario?
No tenemos nada nuevo después de la elección. Estamos midiendo. Me parece que lo que se ratificó fue una buena elección de Binner y que también esto tenía que ver con la buena imagen que tiene Binner como dirigente y además de la aprobación de gestión que tiene hoy el gobierno provincial, Bonfatti tiene más de 50% de aprobación de gobierno de Santa Fe y eso ha colaborado.
-¿Sorprendió Del Sel por arriba de Obeid?
No por arriba de Obeid, eso se venía viendo. Me parece que de todas maneras sí sacó más votos de lo que marcaban las encuestas, cinco o seis puntos más.
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