Mirada desde el sur
(Publicado en diario El Litoral, 23 de febrero de 2014)
Deberían abrir los ojos ¿Quiénes? Los gobernantes. Los gobernantes deberían abrir los ojos. Hay una ciudad, una provincia, un país que tiene determinadas conductas; sus gobernantes otras. Nos perdonamos mutuamente la contradicción.
En un instante, en algún momento hubo un quiebre. El discurso preelectoral, las promesas, las expectativas, el contrato de los actores políticos y la sociedad en algún punto se disoció. Teníamos los ojos cerrados. El mundo siguió andando.
No es un político traidor, que no cumplió su deber y que, además, se enriqueció y olvidó las tareas de administrar la cosa pública en beneficio de todos. Somos todos que votamos a quienes traicionan el mandato ¿Lo sabemos? Es difícil decir que ignoramos la laya de nuestros dirigentes. La conocemos y la ignoramos; en cierta forma somos cómplices. Tenemos los ojos cerrados. El mundo sigue andando.
Cobos, Cleto Cobos, fue expulsado del radicalismo por integrar la fórmula con el “kirchnerismo”. Desempató una votación contra el grupo K. La misma gente que lo consagró traidor para siempre, cuando también fue traidor para siempre para los “K”, el radicalismo, que se acordaba de su mamá, lo recibió como a un hijo pródigo. Que se doble, pero que sume votos. Han cambiado los eslóganes en el seno del radicalismo. El mismo radicalismo que trampeó una interna, puso al frente a De la Rúa y se alió con un costado fronterizo del peronismo, representado por un pusilánime que luego renunció, en mitad de un conocido negociado con senadores. El Senado de “la Banelco” está en la historia. Ese vicepresidente que renunció sigue siendo un actor político. Si la Justicia es veraz no hubo coimas y renunció por simple miedo. “Chacho” Álvarez hoy es funcionario del gobierno argentino. Tenemos los ojos cerrados. El mundo sigue andando.
Los coqueteos con el grupo Tinelli son demasiado próximos como para ignorarlos pero... ¿Decide un joven llamado Máximo Kirchner estas cuestiones? De un lado los pibes del poder, del otro los gerentes de Tinelli, en mitad Capitanich, aquel cuadro del FEN que sostenía postulados peronistas. Solo, rodeado de lobos jóvenes, seguro pensó en Hobbes. Tuvo una idea. Era sobre fútbol para todos y todas. La vio pasar como en partido de tenis. Tiene su yugular herida. Sale a la mañana, como antes Vladimir Corach y contesta cualquier cosa sobre cualquier cosa, igual que el ministro parlanchín de aquel peronismo, hermano de éste, porque debería decirse: Kirchner y Menem un solo corazón... peronista. CFK es nuestra presidente porque fue la mujer del presidente, pero que mande un hijo porque es el hijo de la viuda y el huérfano de su papá es mucho. Bueno. Sucede. Apretamos los ojos. El mundo sigue andando.
Las ciudades de la provincia de Santa Fe, con una huelga municipal en curso, ponen sus calles peatonales a disposición de mercaderías truchas, robadas, traficadas. En todo caso sin impuestos ni control del Estado. Los ciudadanos honestos las compran, ¿de qué honestidad conceptual hablamos? Los comerciantes honestos y diligentes (¿?) no cierran sus puertas en protesta porque algo venderán y las autoridades hace tiempo que no dicen nada sobre el mercado negro. Qué pueden decir ciudades, provincias y un país, donde el 40 por ciento de los salarios es en negro y los porcentajes reales de la clandestinidad piden que no se digan. El oficialismo, cualquier oficialismo se enoja, se enfurece, solicita que los periodistas digamos 30 en lugar de 40, mejor 25 por ciento. Si no decimos nada mucho mejor. Ante la huelga de municipales, no hay salida ciudadana. Para cuidar las ciudades a merced de los truchos ¿no se podía llamar a los policías? ¿la cana también es empleada municipal? Gobernar enceguece. El mundo sigue andando.
En la provincia de Santa Fe, en una ciudad, San Lorenzo, al intendente lo muestran en una foto con un delincuente de la droga que está preso. Lo acompañaba a inaugurar el padrinazgo de una plaza, un madrinazgo, porque era la hija del detenido por mayorista de la droga, la hija, también presa, la que estaba en la foto: “la madrina”. El Concejo Deliberante, las fuerzas vivas, todos silban la canción del distraído. Dos semanas después, con incendios y amenazas reales, por pedido del fiscal de una causa conexa, aparece la custodia para los dos periodistas que denunciaron las cosas con nombre y apellido. Agregadito. El preso en Ezeiza es el que fabricaba droga en Funes, en un barrio cerrado, investigación y procedimiento encabezado por Berni, el Aldo Rico de CFK que ahora (ja), dice que aquí no se fabrica droga. Él la descubrió. Hasta los descubrimientos enceguecen. El mundo sigue andando.
Los números oficiales, las oficinas centrales, las encuestas, todo es mentira, mentira sus lamentos. Hoy estamos solos. Nadie dice que nos engañaron como a bebés de pecho con los costos de las cosas. Nos negamos a mirar. Lo sabíamos, lo sabemos. El precio de la yerba, el azúcar, la carne, los fideos, el aceite, la leche, la luz en el interior, el maldito gas que nunca llega y el agua corriente que desaparece, con los alquileres y el boleto, más la ropa y los útiles escolares y el seguro de salud. Y la policía en contra de la droga y los negociados y los barrios y edificios inteligentes con dinero oscuro. Eso es lo básico. Ciegos. El mundo sigue andando. Como los enamorados ¿Será eso? Alfredo Le Pera escribió por amor.
En un instante, en algún momento hubo un quiebre. El discurso preelectoral, las promesas, las expectativas, el contrato de los actores políticos y la sociedad en algún punto se disoció. Teníamos los ojos cerrados. El mundo siguió andando.
No es un político traidor, que no cumplió su deber y que, además, se enriqueció y olvidó las tareas de administrar la cosa pública en beneficio de todos. Somos todos que votamos a quienes traicionan el mandato ¿Lo sabemos? Es difícil decir que ignoramos la laya de nuestros dirigentes. La conocemos y la ignoramos; en cierta forma somos cómplices. Tenemos los ojos cerrados. El mundo sigue andando.
Cobos, Cleto Cobos, fue expulsado del radicalismo por integrar la fórmula con el “kirchnerismo”. Desempató una votación contra el grupo K. La misma gente que lo consagró traidor para siempre, cuando también fue traidor para siempre para los “K”, el radicalismo, que se acordaba de su mamá, lo recibió como a un hijo pródigo. Que se doble, pero que sume votos. Han cambiado los eslóganes en el seno del radicalismo. El mismo radicalismo que trampeó una interna, puso al frente a De la Rúa y se alió con un costado fronterizo del peronismo, representado por un pusilánime que luego renunció, en mitad de un conocido negociado con senadores. El Senado de “la Banelco” está en la historia. Ese vicepresidente que renunció sigue siendo un actor político. Si la Justicia es veraz no hubo coimas y renunció por simple miedo. “Chacho” Álvarez hoy es funcionario del gobierno argentino. Tenemos los ojos cerrados. El mundo sigue andando.
Los coqueteos con el grupo Tinelli son demasiado próximos como para ignorarlos pero... ¿Decide un joven llamado Máximo Kirchner estas cuestiones? De un lado los pibes del poder, del otro los gerentes de Tinelli, en mitad Capitanich, aquel cuadro del FEN que sostenía postulados peronistas. Solo, rodeado de lobos jóvenes, seguro pensó en Hobbes. Tuvo una idea. Era sobre fútbol para todos y todas. La vio pasar como en partido de tenis. Tiene su yugular herida. Sale a la mañana, como antes Vladimir Corach y contesta cualquier cosa sobre cualquier cosa, igual que el ministro parlanchín de aquel peronismo, hermano de éste, porque debería decirse: Kirchner y Menem un solo corazón... peronista. CFK es nuestra presidente porque fue la mujer del presidente, pero que mande un hijo porque es el hijo de la viuda y el huérfano de su papá es mucho. Bueno. Sucede. Apretamos los ojos. El mundo sigue andando.
Las ciudades de la provincia de Santa Fe, con una huelga municipal en curso, ponen sus calles peatonales a disposición de mercaderías truchas, robadas, traficadas. En todo caso sin impuestos ni control del Estado. Los ciudadanos honestos las compran, ¿de qué honestidad conceptual hablamos? Los comerciantes honestos y diligentes (¿?) no cierran sus puertas en protesta porque algo venderán y las autoridades hace tiempo que no dicen nada sobre el mercado negro. Qué pueden decir ciudades, provincias y un país, donde el 40 por ciento de los salarios es en negro y los porcentajes reales de la clandestinidad piden que no se digan. El oficialismo, cualquier oficialismo se enoja, se enfurece, solicita que los periodistas digamos 30 en lugar de 40, mejor 25 por ciento. Si no decimos nada mucho mejor. Ante la huelga de municipales, no hay salida ciudadana. Para cuidar las ciudades a merced de los truchos ¿no se podía llamar a los policías? ¿la cana también es empleada municipal? Gobernar enceguece. El mundo sigue andando.
En la provincia de Santa Fe, en una ciudad, San Lorenzo, al intendente lo muestran en una foto con un delincuente de la droga que está preso. Lo acompañaba a inaugurar el padrinazgo de una plaza, un madrinazgo, porque era la hija del detenido por mayorista de la droga, la hija, también presa, la que estaba en la foto: “la madrina”. El Concejo Deliberante, las fuerzas vivas, todos silban la canción del distraído. Dos semanas después, con incendios y amenazas reales, por pedido del fiscal de una causa conexa, aparece la custodia para los dos periodistas que denunciaron las cosas con nombre y apellido. Agregadito. El preso en Ezeiza es el que fabricaba droga en Funes, en un barrio cerrado, investigación y procedimiento encabezado por Berni, el Aldo Rico de CFK que ahora (ja), dice que aquí no se fabrica droga. Él la descubrió. Hasta los descubrimientos enceguecen. El mundo sigue andando.
Los números oficiales, las oficinas centrales, las encuestas, todo es mentira, mentira sus lamentos. Hoy estamos solos. Nadie dice que nos engañaron como a bebés de pecho con los costos de las cosas. Nos negamos a mirar. Lo sabíamos, lo sabemos. El precio de la yerba, el azúcar, la carne, los fideos, el aceite, la leche, la luz en el interior, el maldito gas que nunca llega y el agua corriente que desaparece, con los alquileres y el boleto, más la ropa y los útiles escolares y el seguro de salud. Y la policía en contra de la droga y los negociados y los barrios y edificios inteligentes con dinero oscuro. Eso es lo básico. Ciegos. El mundo sigue andando. Como los enamorados ¿Será eso? Alfredo Le Pera escribió por amor.
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