Google+ Raúl Acosta: "Estamos perdiendo por goleada"

martes, 11 de marzo de 2014

"Estamos perdiendo por goleada"

Horacio Jaunarena- ex Ministro de Defensa de la Nación- en La Vereda de Enfrente



-Sé que usted es muy cercano a Rosario. ¿Cómo está viendo la ciudad?

Bien. Hace un tiempo que no voy, pero me preocupa un poco el nivel de violencia que ha alcanzado la convivencia en Rosario, sobre todo a partir de los aparentes ajustes de cuenta que hay entre bandas de narcotraficantes. Al mismo tiempo la he visto crecer, la he visto desarrollarse, está con una costanera hermosa. Así que es un sentimiento ambivalente.

-Estoy insistiendo en que se viene una narco sociedad, en donde los roles de justicia, de juicio previo y nada, del bien y el mal, están totalmente cambiados con respecto a lo que es nuestra forma de vivir, pero que esa narco sociedad está cambiando reglas de juicio, está cambiando valores, está cambiando criterios y esto es muy peligrosos. ¿Ve usted algo de eso?

Yo lo veo también con preocupación. Y creo que el mayor de los esfuerzos es tratar de evitarla. En ese sentido, cada día que pasa, si se difiere el planteo de una lucha en serio es todo más complejo. Es decir, si el fenómeno del narcotráfico, que en Argentina está instalado, su lucha, se hubiera iniciado hace dos años atrás evidentemente no hubiera crecido como creció y no sería tan difícil erradicarlo como lo es ahora.

-Usted dice "lucha en serio" y me parece una palabra fundamental. Pero usted también ha dicho que las Fuerzas Armadas no están autorizadas ni capacitadas para combatir el narcotráfico. Y usted ha sido ministro, como para saberlo.

Claro. Más allá de toda consideración acerca de la conveniencia o no de involucrar a las Fuerzas Armadas, aquí hay una realidad. La realidad es que por ley, por la ley de Seguridad Interior y la ley de Defensa, las Fuerzas Armadas tienen prohibido el involucramiento es este tipo de conflictos y por otra parte, como está prohibido, no han sido entrenadas para ello. Entonces, si usted emplea un elemento que no ha sido preparada para un tipo de lucha y lo pone lo más probable es que no le vaya bien, ni al elemento ni a la sociedad. Y este es un problema que tiene Argentina. Las Fuerzas Armadas de Argentina no están preparadas para este tipo de conflictos y, por lo tanto, creo que es un enorme error, grave, su involucramiento.

-Ahora, ¿dónde ve usted una posible, si no salida, una línea de defensa para manejar esta historia?

Yo creo que el problema del narcotráfico hay que ampliarlo en su lucha, porque hay que partir exclusivamente del aspecto represivo. Yo le diría que lo más importante de todo es que Argentina se ha transformado de un tiempo a esta parte, ya sea la absoluta ineficiencia o complicidad, si usted quiere, de quienes son responsables, en un país donde el lavado de dinero se hace muy fácilmente. El dinero, la disposición de dinero, es lo que les permite a los narcotraficantes corromper conciencias, sumar conductas poco transparente, etcétera. Mientras el lavado de dinero no se combata, y no se combata en Argentina –donde no solamente no se combate sino que han propiciado el lavado, como fue con los famosos cedines-, mientras usted no tenga una eficacia en esta lucha contra el lavado de dinero, el aspecto represivo de la lucha va a ser absolutamente ineficiente porque el mundo está demostrando que hasta ahora la pelea contra el narcotráfico, reconozcamos, la vamos perdiendo. El narcotráfico se ha expandido no solamente en Argentina sino en todo el mundo.

- Todos somos culpable, nadie puede quedar afuera. ¿Pero hay algún rango mayor de responsabilidad para las autoridades de esta década ‘narcotizada?

A mí me preocupa, por supuesto, el tema del narcotráfico en Argentina, pero además estoy convencido que solamente una política nacional, que transite por el acuerdo de todas las fuerzas políticas para unificarse detrás de una política que lo combata, si no se hace eso, va a ser muy difícil erradicarlo y el narcotráfico va a seguir creciendo. Porque el problema es de tal envergadura, la capacidad de corrupción y de violencia que tiene el narcotráfico, que si usted no hace un frente unido, que englobe a todas las fuerzas políticas y que además encare la represión con un sentido integral –incluyendo el lavado de dinero, la represión, los elementos que están involucrados, los gobiernos provinciales y nacionales-, si usted no hace eso va a ser muy difícil que la luche que se lleve a cabo llegue a buen puerto. Y por otro parte, tomando conciencia con seiscientas políticas… es un tema que se lo voy a terminar en términos futbolísticos. No sé si es hincha de Central o Newell’s.

-Colón. Estoy salvado.

Pongamos el ejemplo de Colón entonces. Supongamos que Colón que está peleando el descenso y va perdiendo 5 a 0 el primer tiempo. Si usted es director técnico de Colón diría que algo está fallando, porque le han metido cinco goles y sigue perdiendo. Bueno, con la lucha contra el narcotráfico yo le diría que es lo mismo. El mundo está perdiendo 7 a 0. Entonces es el momento de preguntarse si con lo que se está haciendo alcanza o hay que buscar nuevos parámetros en la contienda.

-Cierro con una pregunta que no es difícil de formular, pero la respuesta puede serlo. Una mano dura contra aquél que delinque y está dentro del narcotráfico, ¿es bueno o es malo?

Yo diría que es bueno. Depende lo que usted entienda por estar involucrado en el narcotráfico. Yo creo que acá hay una política pendiente de contención y prevención que no se está haciendo. Cuando usted en el Gran Buenos Aires tiene 500 mil chicos entre 15 y 20 años que ni estudian ni trabajan, esos chicos están abandonados a lo que fuera, en todo caso, al narco, al consumo de paco. Entonces ahí usted tiene una política de contención y prevención que es lo que tiene que hacer primariamente para evitar la adicción. Hay otra política, en la cual se gasta poco y mal, que es la política de rehabilitación del drogadicto. Si usted, parte de los fondos que malgasta, los imagina para política de prevención en la primera instancia y de tratamiento del adicto al sistema, implica otros problemas en la lucha contra el narcotráfico que sin duda no hay que dejar de considerar. Y le diría que luego el aspecto represivo, pero me importa fundamentalmente esto que no se está haciendo.

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