Google+ Raúl Acosta: "No hay más narcotráfico porque los narcotraficantes no quieren"

jueves, 4 de diciembre de 2014

"No hay más narcotráfico porque los narcotraficantes no quieren"

Hugo Quintana -APOC- habló en La Vereda de Enfrente




-Quintana es Secretario General de APOC, que es la Asociación del Personal de los Organismo de Control de la República Argentina. Para que se entienda, ¿los puestos de fronteras los cubre personal de este sindicato?

No, lo que hace este sindicato es hacer la auditoría sobre los pasos de frontera y aduana. En la conferencia que se dio el martes en buenos aires , con la presencia de dos jueces federales, el presidente de la Comisión de la Cámara de Diputados de denuncia contra el Narcotráfico, el Auditor general de la Nación, fue sobre un informe de la Auditoría sobre el control de aduanas y fronteras.


-Usted es, entonces, del personal de los organismos de control. Quintana, ¿qué tipo de responsabilidad tienen estos funcionarios de este sindicato?

Nosotros constituimos un sindicato con todos los organismos de control de la República Argentina. La auditoría general de la Nación, la Sindicatura General de la Nación, y en las provincias, como la de ustedes, los tribunales de cuneta y algunas defensorías.

-¿Acompañaron las definiciones sobre de qué modo se distrae la atención y no se custodia la frontera?

Yo después de escuchar el relato de dos jueces federales en la frontera caliente de Argentina, digamos, en la frontera norte, en la frontera oeste el Creador ha puesto algunos inconvenientes como para que no puedan pasar, pero en la frontera norte están los países productores de coca y desarrollan bastantes cantidades de droga que entran a Argentina como panchos por su casa y se exportan a los puertos.

-A mí me dicen que inclusive hay hasta autos de custodio una vez que pasan la frontera.

Mire, a mí no me extrañaría. El informe de la auditoría es lapidario en cuanto a cuatro o cinco aspectos. Escasos recursos, a pesar de los abundantes ingresos de la AFIP, por supuesto, el policía de seguridad aeroportuaria no cuenta con recursos mínimos para cumplir la función de controlar equipajes, la gendarmería carece de tecnología para detección de narcóticos. Usted piense que los grandes decomisos de drogas fueron la operación langostino y la operación café blanco, que estaba dentro de mercadería. O sea que en 15 años no se pudo dotar a la gendarmería de escáner para revisar mercadería grande. Y podría decir, todas las falencias que pueda tener una frontera, los tienen las fronteras nuestras. En Argentina no hay más narcotráfico porque los narcos no quieren. No hay ningún impedimento fronterizo para que no entren exactamente lo que quieran.

-¿Estamos a tiempo como para no terminar en un país narco como México, con dirigentes narcos, gobernadores narcos, policía narcos? ¿Estamos a tiempo o ya estamos muy penetrados?

Yo creo que siempre se está a tiempo cuando se encuentra del otro lado una férrea voluntad política. Yo creo que si de alguna manera, los que no tenemos cargos públicos pudiéramos instar a los candidatos de todas las instancias dígannos qué van a hacer porque esto de “vamos a combatir el narcotráfico” y después no hacerlo… Queremos compromiso de los partidos políticos para dar esta lucha, porque esta lucha significa, como usted digo, México y Colombia, la muerte.

-Sobre esto, Quintana, debo referirme a mi abuela, que decía “el que no sabe es como el que no ve”. ¿No estaremos ciegos nosotros por ignorantes?

Baudelaire decía: “La travesura más importante del diablo es hacernos creer que no existe”.

-¿Sabe lo que pasa, Quintana? Yo no sé, compañero, cuántos años tiene usted, yo vengo siendo periodista hace muchísimo tiempo, y del movimiento nacional popular antes de ser periodista. Pero lo que me digo es esto: lo que pasa en Rosario, que lo veo, lo siento y me aflige, me pone muy loco; pero más loco me pone que muchos crean que Rosario es el eje del narcotráfico y no que la república Argentina es el lugar infiltrado.

Pero escúcheme, en Córdoba toda la cúpula policial está presa por ser copartícipe del narcotráfico. El SEDRONAR, que es organismo nacional, tiene implicancias en la venta de efedrina. Es una pavada que Rosario es la capital del narcotráfico. En Rosario hay un problema muy serio con el narcotráfico, y acá en Buenos Aires es exactamente lo mismo. Y EN Córdoba. No hay ninguna parte de Argentina donde no haya llegado el narcotráfico. Esa es la realidad.

-Usted que ha tenido, y tiene experiencia de campo, porque el personal de control va a los sitios donde el control debería estar, ¿es posible una solución, le diría, drástica y rápida o hace falta algo más que una decisión política, “hagamos algo en la frontera”? ¿Se puede hacer rápido?

Es que las cosas no se solucionan solas. Cuando se las deja solas empeoran. Esto como generalidad. Por supuesto que se puede hacer mucho. A partir de mandar recursos a las fronteras, empezar a discutir entre los argentinos qué hacemos con las fuerzas de seguridad. Acá hay 5 mil millones de dólares que se gastan entre Ejército, la marina y la aeronáutica. Un Ejército que no tiene nafta para los tanques o jeeps, una Aeronáutica sin aviones y una Marina sin barcos. Empecemos a pensar qué vamos a hacer con esto. Yo creo que todos hemos sufrido en carne propia la salvaje noche del 24 de marzo del 76 al 83, pero pasaron 35 años. ¿No es hora ya de empezar a rediscutir el rol de las Fuerzas Armadas? Brasil, Colombia, los países que se plantaron tuvieron que usar las Fuerzas Armadas. No sé si serán estas u otras, lo que sí sé es que Argentina no se puede dar el lujo de tener 5 mil millones tirados a las calles con Fuerzas Armadas sin una capacidad operativa.

-Cuando alguno de los teóricos desde Buenos Aires, y sobre todo los teóricos camporistas y demás, dicen “nosotros estamos viendo este tema, hemos radarizado el país, estamos combatiendo”, ¿a usted se le mueve algún pelo?

A mí lo que me causa es escozor. Yo tengo fotos de mis compañeros que han hecho esta auditoría, y hay un señor con una máquina de escribir en la frontera. ¿Qué hace con una máquina de escribir en la frontera? Escribiendo con una máquina de escribir. Eso, como baños sin agua caliente, casas precarias. Es decir, los pobres compañeros de la aduana están en condiciónes muy poco aptas para el trabajo. Eso aflige mucho.

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