Google+ Raúl Acosta: Macrismo clasista y Progresismo que atrasa

domingo, 15 de enero de 2017

Macrismo clasista y Progresismo que atrasa

Publicado en diario "La Calle", de Concepción del Uruguay, 15 de enero de 2017

El progresismo, que no tiene los mismos significantes ni similares representantes en Argentina que en el mundo o, no tan lejos, que los progresistas que se asumen como tales  en Uruguay, Chile o Brasil está en problemas. Problemas graves y agudos. Crónicos.

Ya estamos en el siglo XXI y Argentina atrasó, colectivamente, a un punto de protoperonismo y liberalismo feudal. Los medios de comunicación consagran ese atraso

La referencia a los medios de comunicación es por una razón que está instalada pero no suficientemente explicitada. Se gobierna, critica, vive y  fracasa mediáticamente.

El gobierno de Macri es  mediático  por construcción y confesión explícita. Su inserción en sitios definitivamente mediáticos, como los arrabales de las metrópolis, es una demostración incontrastable.

Sin la penetración mediática, el rebote viral y la fábula popularizada el gobierno moderno desaparece. Todos los gobiernos. Debe entenderse así. Estar bien remplazada por la sensación de estar bien es el eje de la sociedad siglo XXI.

El hambre es otra cosa. Las necesidades están resueltas de otro modo.  La injusticia y el desequilibrio social están informados (resueltos) de otro modo.

El poder político  anterior fue el comienzo. El gobierno anterior fue oscuro en ese punto. Dio la pauta. La claridad de los objetivos mediáticos (el relato, en sustancia el relato) se oscurecía porque no era común el discurso de sus actores, pero si sus factos. Hechos únicos y discursos diversos quitaron calidad de frecuencia. El discurso de CFK era único, el de sus delegados no.

Por el contrario, la oposición al relato K tuvo unidad de criterio y fue potente. Victoriosa.

Puede inferirse que, si los mensajes de la jefatura del poder se hubiesen correspondido con candidaturas y elecciones homogéneas,  el sistema K no habría colapsado. Diversos emisores, diferentes conjugaciones y una maquinaria opositora férrea dejó sin alternativas la elección.

Hay un daño colateral previsible que fue despreciado al hacer los cálculos. Las ideas “progresistas, en una clara división del bien y mal, de Yin y Yan quedaban debilitadas. Sucedió. Sucede.

El progresismo, por construcción, no es visible en el día a día y solo se puede sostener en valorizaciones de cuadrícula, en recorridos de variables. La fotografía nunca es progresista, la filmación si. El progreso es una secuencia estadística.

Cuando el “grupo K” se apodera del progresismo y lo hace parte de su relato le quita esa calidad secuencial, lo vuelve instantáneo. Lo falsea.  El Sistema K de gobierno y relato (muy semejantes) degolló al progresismo. No quiso /pudo/no podía asumirlo, simplemente hubo un préstamo de uso que terminaría mal. Así fue.

Ahora 28 aviones hidrantes, ahora tres trenes de alta velocidad, ahora no hay mas pobres, ahora trabajo pleno, ahora soberanía internacional, ahora no mas deudas. Tenemos 18 vacunaciones infantiles programadas. Línea blanca. Automóviles. Ahora computadoras para todos. PBI positivo constante y en  alza permanente. Sólo el gobierno k era el progreso y el porvenir en cada atardecer y en cada discurso. No fue posible aceptarlo.

Aceptar este relato como una realidad (posible) quitó posibilidades de crecimiento. En muchos casos de vida. El progresismo está herido. Para muchos herido de muerte. Con la pérdida del grupo K también perdió el progresismo.

La presencia del gobierno del PRO Cambiemos pone a un grupo de contratistas del Estado, sumado a los actores del sistema financiero local e internacional, en capacidad de mando directo. Sin eufemismo ni delegaciones ni bypass. No hay delegados de los actores. Están los actores. En Buenos Aires hoy, para muchas cuestiones especulares, se reproducen condiciones del atardecer del 6 de setiembre de 1930.

El gobierno de Mauricio Macri es el mas claro y honesto en mucho tiempo. Es un  gobierno de clase que fue elegido libremente y que responde  (a su clase) de modo directo. La frase madre: el macrismo es clasista. Macrismo clasista

No hay advenedizos (Menen, CFK) no hay revanchistas del bullyng adolescente (NK) ni rencorosos inmigrantes (Alfonsín) ni siquiera referentes distraídos de la burguesía y la clase militar (De la Rúa).

Este gobierno es el de los que se corresponden con un  origen, una capacidad de discernimiento y objetivos de la clase alta de enclave portuario.

Estamos bajo un virreinato económico para coronas distantes y exigentes. Eso son. Su grado de honestidad es profundo, llamativo. Conocido. Visualizable.

Es sobre este liberalismo portuario que aparece el G.O.U, los laboristas, el protoperonismo que se recibe de movimiento en octubre de 1945 y de resolución electoral democrática en febrero de 1946. Todos los sectores filosóficamente activos (los jacobinos, los  del siglo 19, el socialismo y el anarquismo, los del siglo XX, mas socialismo, el marxismo) en el 1946 deben aceptar que el eje es de otro, el problema los vuelve contradictorios y allí se quedan. Laterales desde entonces. Hum.

Una clase obrera que se desclasa y es reivindicada desde organizaciones gremiales formadas por el estado da origen a lo que somos.

Macri y los suyos ponen este panorama nuevamente sobre la mesa.

Aparece la pregunta ¿Dónde está el progresismo? Lo define un gradualismo  del conocimiento, la participación, el estado de bienestar, las leyes sociales, la implementación de políticas activas y lo básico: la repartija de la torta, porque de lo que estamos hablando es de una torta económica (PBI) que, para el clasismo macrista, tiene porcentajes muy diferentes que para el progresismo.

Empeora la situación y peor: se provocan diferentes porcentuales del PBI y su reparto al incluir  a los sistemas corruptos de los líderes sindicales corruptos, absolutamente funcionales a los clasismos  portuarios como el actual.


El radicalismo, desprendido del origen de su palabra  se encuentra en un estado final.
El peronismo, sin la posibilidad de reformular aquel origen social diverso, aquella calidad gremial original, asiste estupefacto a un  punto de quiebre de la sociedad.

La coyuntura exige acciones liberadoras, lenguajes simples, hechos específicos. Mas claro: Perón y su tiempo. Ja. No está.

El socialismo se encuentra sin representantes y peor: sin pensadores. Al menos pensadores que interpreten el punto de congelamiento de Argentina en el siglo XXI.

Las ONG’S y los actores mediáticos que genera son una parte indivisible de la realidad siglo XXI. No pueden, por default, constituirse en organizaciones de gestión de la cosa pública. La lógica de las ONG’S no sirve al estado, se sirve de la contradicción ( y la inacción) del estado.
En cada uno de ellos un  mensaje de rechazo a la esclerosis que el liberalismo económico propone. Es un origen optimista. Solo eso.
El progresismo es anti esclerótico pero no entienden, algunos de sus voluntariosos representantes, que el gradualismo humanista no es de ningún modo drástico y /o  crucial.
Cómo seguir y qué hacer es el punto.
Hay dos ejes visibles y una coyuntura nominal. CFK y Carrió. La coyuntura nominal es Macri, su propuesta es específica: Macrismo clasista.
En el menú se encuentra un agente catártico que, hasta hoy, ha destruído, desde 1994, todo cuanto reformuló. Elisa Carrió. Los agentes catalíticos son necesarios en los procesos químicos y suelen salir de ellos sin mengua, sin mella. Carrió es el protagonista de “El almohadón de plumas”, de Horacio Quiroga. Crece. Su punto culminante será cuando destruya Provincia de Buenos Aires o CABA. Ya ha entendido que el tema es el poder. Los medios la usan y ella usa. No se sale indemne de una lucha cuerpo a cuerpo con Carrió.

CFK es la funcionalidad de los opuestos con Carrió. No hay reposición, dentro de la corriente ofuscada de pensamiento nacional, un repuesto posible para CFK. No lo hay.

Macri, Pinedo, Rodríguez Larreta y la máquina de poder portuario está funcionando y se repite el concepto: Macrismo clasista. La honestidad de cuerpo los acompaña.
 La burguesía industrial ha desaparecido, hay una burguesía que es contratista del estado y otra fracción que especula financieramente. Ellos han tomado el poder. Ni bien ni mal. Sucedió

Hay una cosecha gremial tardía, de aquellas personalidades que fueron originales. Es la cuarta generación de peronistas sindicales. Sólo triunfan contra los sindicatos de base y resuelven el problema de administrar el poder económico que da la fuerza de trabajo. Esa ecuación está cerrada. El pizarrón muestra el resultado. El pizarrón de la Bolsa de Comercio.

Parón y su movimiento garantizó en Argentina el cierre a la llegada de partidos de clase y el crecimiento de una izquierda estructural. Garantizó el atraso por 50 años del progresismo “ a la europea” y desvirtuó el Estado de Bienestar. Fabricó otra cosa. Peronismo. Justicia social desde el estado. Los gremios como aparato funcional al poder.
Ha cesado esa fuerza inercial. Estamos detenidos. El peronismo está detenido. Liberalismos feudales (Urtubey) Feudalismos crudos (Insfram) y una influencia portuaria del macrismo clasista adormeciendo (como pedía Mc Luhan) masajeando con los medios  cualquier realidad circundante.
El progresismo agoniza. El peronismo se deslíe. No hay posibilidad que la historia se repita, los capitales en negro y el código narco son una novedad impredecible. También que el imperio yanqui se ha vuelto nacionalista, Europa se descobija y Marco Polo es un voyageurista al que empalaron en el país continente: China.

Si Mauricio supiera a quien verdaderamente, a  que mandato histórico verdadero debe obedecer estaríamos todos mas tranquilos. Es clasista, cierto, pero ingeniero. La filosofía, las ciencias políticas con blandas. Macri no lo parece, pero proviene de las ciencias duras.

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