Google+ Raúl Acosta: Esquina #AntesQueMeOlvide

jueves, 24 de mayo de 2018

Esquina #AntesQueMeOlvide

Publicado en el diario La Capital el 24 de Mayo


La palabra esquina se asemeja a peligro, traición, cruce, espalda descubierta pero son sensaciones personales. La definición es mas sencilla: “Ángulo saliente o arista de un objeto, considerado en su parte exterior; especialmente el formado en la calle por el encuentro de dos muros de un edificio”.
La palabra esquina es muy usada por el tango. Como referencia circunstancial: …” yo los espero en la esquina de Suárez y Necochea”… “Yo soy del barrio de tres esquinas, viejo baluarte del arrabal”. El Folk también: “Esquina al campo”… aquí el asunto se complica porque la última esquina en  rigor no existe ya que debe producir el encuentro o la división pero se trata de un sitio de encuentro de musiqueros santiagueños.
El esquinazo, que es dejar plantado en la esquina es también un tango: “para que guardes las flores del olvido porque vos lo has querido, el esquinazo que te doy…”
En ese tango está complicado Villoldo, que es casi una definición del tango.
Cuando Borges define la ciudad:” solo faltó una cosa, la vereda de enfrente” deja puesta la estaca. No hay esquina sin dos partes que se encuentran. Está en la definición.
Si uno decide encontrarse en una esquina está subiendo la apuesta. Donde dos calles se encuentran nos encontraremos.
“La piba de trencitas, la esquina del Normal”, dice Chico Novarro. Todos tenemos una esquina y las ciudades tienen la suyas. Caferata y Urquiza fue, en Rosario, por muchos años, una esquina indicativa. Líneas de colectivos, una súper tienda, cuasi Súper Market (La Buena Vista) y el acceso a la terminal dos calles mas allá. Sarmiento y Córdoba, sitio de Tienda La Favorita, define el centro de Rosario. Alem y Gaboto a “La Vigil” , Biblioteca, Rifa, escuela, talleres, universidad, edificio, referencia social, acaso la mayor obra cooperativa decidida a transformar positivamente el pensamiento popular y por eso mismo devastada. Génova y Cordiviola. Todos tenemos una esquina. En ése sentido me pasa lo mismo que a Ñul, ya que Colón de Santa Fe, mi equipo, está en el fondo de un gran baldío arenoso que nadie recuerda por calles sino allá, en Santa Rosa de Lima (un múltiple choise, murga, candombe, parroquia trucha, barrio de miserias, cancha de Colón, Barrio Centenario) del mismo modo que Ñul está en el parque.
Las esquinas remiten a encuentros y por tanto a su referencial: olvido. En la música popular Corrientes y Esmeralda es, tal vez, la mas renombrada por el tango que la reverencia.,, “ amainaron guapos junto a tus ochavas, cuando un cajetilla los calzó de cross” ( homenaje a Jorge Newbery, introductor del boxeo, hombre de la aviación y, de hecho, miembro de la clase alta de Buenos Aires) En Rosario nada supera a Córdoba y Corrientes donde, hasta que se institucionalizara El Monumento, la ciudad se encontraba para protestar, manifestar y definirse. Esquina emblemática pero sin un oligarca porque se sabe, en Rosario no hay clase patricia fundadora sino inmigrantes que se esforzaron en progresar económicamente.
Hay hermosas definiciones de la injusticia y una de ellas es la que refiere al crimen impune y mal justificado: “ la bala que dobló en la esquina”.
La esquina es el eje de amores desatados. También del plantón y el abandono. “Te esperé en la esquina y nunca vinistes… tal vez vos te fuiste pensando en volver….” Ilusionado el galán. Ja.
Los actos populares, sin embargo, no eligen esquinas sino puntos específicos. Bajada Sargento Cabral, “la mandarina” y ahora algunos otros que la memoria no termina de registrar, pero que refieren a mayor espacio y mas y mejores formas de llegar rápido y desconcentrarse eficazmente.
Un sitio absolutamente metafórico es el de “la esquina donde dobla el viento”. Hay mas: “la esquina del ayer”.
Toda esquina, se insiste en esto, implica dos partes que se encuentran. Acaso la sociedad, nosotros, mis mejores enemigos y mis peores amigos necesitemos una esquina para empezar de nuevo. Y tener alguien que vigile a los vienen de allá, que nosotros estaremos advertidos de los que vienen de acá.
En la esquina de mis anhelos hay un buzón, porque pertenezco a un mundo donde todavía se mandaban cartas. Y botellas al mar con un deseo: que alguien las encuentre alguna vez para que sepa que hasta en el anchuroso mar podemos encontrarnos, mismo que si fuese la esquina de mi casa.

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