Google+ Raúl Acosta: Cristina baila sola

jueves, 28 de octubre de 2010

Cristina baila sola

El poder está solo.

La muerte de Kirchner altera definitivamente la política argentina. Suya fue la impronta desde 2003. No seguirá.
A favor o contra de sus actos se redefinió la política argentina del siglo XXI.
Le pertenecen las decisiones trascendentes. Hasta la fórmula con su esposa fue su decisión. A diferencia de Perón, que resumió el matrimonio en una binomio (Juan Domingo y María Estela Martínez de Perón, Isabelita) Néstor Kirchner extendió el poder en otra fórmula, con su esposa y un radical. Julio Cleto Cobos fue un error, no fue el único.
Su última foto importante fue la del acto de la CGT/Moyano en el Estadio de Ríver Plate. Deberá saberse si acertó o siguió equivocándose al privilegiar relaciones.
El primer interrogante, por lo tanto, es esperar para saber si su viuda, actual presidente, avalará de la misma forma el diálogo con la vieja rama sindical del peronismo. Moyano representa eso, exacerbadamente.
Deberá limpiarse de similitudes a Lorenzo Miguel y Hugo Moyano. Isabel y Cristina.
También si el poder y los telefonazos a los responsables de ambas cámaras en momentos especiales seguirán, por medio de otro aparatito celular.
Mas allá de los abrazos, las muestras de dolor y los actos protocolares, las personas más cercanas al círculo presidencial cambiarán. Hay una lógica elemental en el anuncio.
Todos son iguales a si mismos y distintos a los demás. Kirchner también. Y Cristina.
Habrá que estar atento a las primeras fotografías, los primeros diálogos, las primeras resoluciones del PEN.
La señora Cristina tiene un país bajo su firma y su rimmel, pero en cierto punto está sola. Cuidarla es una tarea necesaria. Cuidarla para que nos cuide.
Las redes sociales, Twiter y You Tube, acaso den una muestra del pensamiento de la señora presidente, pero buena parte del análisis serio de la política desdeña tales juegos. Ahora doblemente desdeñados. No han sido de utilidad en un momento de cruce entre la realidad y los proyectos. El gobierno sigue y el mandato sigue, pero los días y los mensajes son diferentes.
Olivos y las reuniones políticas tendrán otro sentido.
Las que organizaba Néstor para recibir información menuda y resolver problemas específicos no estarán mas, como es obvio.
A su viuda se la tiene por una mujer templada, resistente a las contingencias desagradables. Esta es única. No se sale indemne de la muerte de la pareja.
Cuanto de lo propio tenía NK en sus decisiones y sus discursos y cuanto de CFK. Ya no podrá saberse. Se aseguraban influencias de Cristina en la presidencia de Néstor. En el futuro el cambio será visible, audible. No estarán sus gritos ni sus discursos, cortos, de barricadas rápidas y muy amistosas.
Ahora el relato será de relación inversa. Se citará a NK como el que soñaba ciertas cosas, algunas utopías, raros caprichos, específicas arbitrariedades. Y estarán edulcoradas sus injusticias en los discursos de despedida. Será en su memoria que se pedirán alianzas y se expulsará a ciertos personajes.
No puede negarse, mas allá del peor momento para advertirlas, que las decisiones se corresponderán con una distinta soledad y un diferente entorno.
Los principales hombres de la mesa chica de Néstor estarán, ahora, evaluando el mejor comportamiento con su viuda, más allá de las condolencias. Memorarán gestos de la señora que Néstor aplacaba. No será nada igual.
La relación con las provincias, la nuestra, por ejemplo, estarán marcadas por cambios que tarde o temprano aparecerán. Para Santa Fe deberá resolverse si es Agustín Rossi, Rafael Bielsa o Gustavo Marconato el hombre que queda más cerca de la casamata presidencial y quien represente la ausencia de Néstor. Y cómo tratará al FPCyS.
Y estarán ya, ya mismo, yendo hacia la casa de Carlos Alberto Reutemann sus hijos políticos en la provincia y los inventores del Peronismo Federal.
No será Cobos la continuidad, ahora más entrampado que nunca en un cargo que debió abandonar antes de la traición. Tampoco puede ser la oposición. Qué duda cabe que Cobos es un cuerpo extraño en este gobierno y la garantía de la felonía a corto plazo, cuando no la traición mañana, mañana mismo. ¿Alguien, muerto Néstor Kirchner, podrá frenar sus intentos? Cobos debe renunciar ya mismo, para quitar excusa a la señora. Necesitamos que duerma tranquila sin pesadillas en sus espaldas.
Carlos Alberto Reutemann deberá, después de la foto del pésame, esconderse de los anhelos de los armadores porteños de realidades inconducentes. Para los cuervos la carroña es necesaria ya, ya mismo. Para Reutemann se sabe que no.
Queda un año, no hay juego de pingüino o pingüina posible. Es todo trágicamente mas claro. Hasta Scioli tiene destino independiente después de la muerte de NK. No habrá quien lo humille haciéndolo esperar sentado en un banco de un pasillo presidencial o escupiéndolo en un acto partidario. Los contrapesos obran en a favor de los calmos y tranquilos. Moreno es tan inútil a la paz como Moyano.
Reutemann tiene el uno de largada.
Suyo será el momento del gabinete de coalición. Coalición peronista, suponen sus aliados.
Reutemann es el dueño de la salida clara si la señora se empantana. El 11 de diciembre de 2011 es el puerto más cercano. Nunca antes.
Es lo que se espera. Todos menos Alfonsín/Binner. Es el otro sueño. Falta el sueño de la señora, claro está. Pero esto no se sabe. No se sabe, en realidad, cómo actuará la mitad de una pareja indisoluble desde 1976 que, por una razón definitiva, queda reducida a Cristina Elizabeth Fernández de K, que arrancó, el día del censo del bicentenario, como el primero del resto de su vida: recordándolo.
El poder está solo, pero no soporta el vacío. “El poder se ejerce, dicen los bolches…” (así decía un poema de Armando Tejada Gómez) Ella debe ejercerlo hasta ése 11 de diciembre de 2011, verdadero, único puerto legal. Y todos los que tienen responsabilidades deben ayudarla. Ayer eran dos. Ya no.

Raúl Acosta
Testigo.

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