Jorge Fernández Díaz -periodista y escritor- en La Vereda de Enfrente
-Seguir tus columnas de los domingos es delicioso. Lo que pasa es que lo que está allí no es un cuento ni un relato, es una cruda realidad la de Argentina.
Sí. Este domingo escribía sobre estas dos Cristina. Hay una Cristina, como si estuviera en el piso de arriba, que es la Cristina pragmática, salvaje, y hay una Cristina abajo que es la Cristina supuestamente dogmática, que habla a su militancia, al progresismo kirchnerista, cuida el capital simbólico.
-El capital simbólico con una devaluación se pone difícil.
Se pone difícil, sí. Pero de todas maneras hay gente que está comiendo galletitas. Hay gente que cree que ella no devaluó sino que devaluó el mercado.
-Te interrumpo. En otro programa de está emisora sacaron a Forster y dijo ‘hay devaluaciones virtuosas’.
O sea, no se entiende bien. Para Carta Abierta la devaluación la hizo el mercado o la hizo el gobierno. Si la hizo el mercado, como dijeron hace dos días, es gravísimo que un gobierno no tenga autonomía, poder y la decisión de no hacer una devaluación. Y si lo hicieron ello, no hay devaluación virtuosa en el sentido de que lo primero que pasa es que te sacan el 30% de tu sueldo.
-Leía tu columna del domingo, sobre las dos Cristina, y se me disparó algo de Machado, que dice ‘quién habla solo espera hablar con Dios un día’. Pero, ¿con quién dialogaría esta mujer? ¿Con quién diablos puede hablar esta mujer?
Yo creo que la Cristina verdadera habla con poca gente. Habla con su hijo Máximo. De economía puede ser que hable con Kicillof. Hay mucha gente del gobierno que cree que Kicillof le comió la cabeza. Kicillof es extraordinario, porque como tiene toda una visión paranoica y conspirativa dela economía, le viene como anillo al dedo a Cristina. O sea, no es que el gobierno hace mal las cosas sino que hay toda una conspiración local y planetaria contra ello. Entonces, como Kicillof es un especialista en servir esa bandeja, ella come de ahí. Por eso es que se llevan tan bien, son tal para cual. Pero lo que está ocurriendo es que Cristina está haciendo un giro ortodoxo, está intentando arreglar con el FMI, está intentando arreglar con el Club de París, le pidió ayuda a Estados Unidos con el fallo de los buitres.
-Si eso no es Cavallo, ¿Cavallo dónde está?
Claro. ¿Sabés cuál es el problema de todo esto? Más allá de lo que uno piense a derecha o izquierda, que si hay dos Cristina, si vos todo el tiempo decís una cosa en secreto y una cosa en público, hay una gran confusión. Lo que vos necesitás es que te crean. Primero que te crean afuera, si eso te conviene, y después que te crean adentro. Y como es tan errática y hay como una mirada esquizofrénica sobre la realidad, como todo el tiempo es lo que sos y lo que debés ser, es muy complicado generar confianza. Me parece que la teoría del gobierno es vamos a conseguir plata afuera porque no llegamos. Entonces esa plata es un proceso de re endeudamiento, que nos llega a tasas caníbales porque nos van a prestar ahora a tasas bestiales. El riesgo país en Argentina- un concepto que ya no usábamos- es que si saliéramos hoy al mercado nos prestarían al 15%, a Bolivia le prestan al 3%.
-Y hay tasas en Estados Unidos al 2%. Y están contentos los capitales puestos allí.
¿Cómo hacés después de tanto desendeudamiento cuando tenés que hacer un reendeudamiento con tasas caníbales? Les decís a los muchachos de la liberación nacional, todas esas pavadas digamos.
-Lo que me pregunto es esto: yo he visto tantos ciclos que uno más… pero ¿cómo tomar la posta -si esto fuera una carrera de postas-, cómo tomar un centro, un eje dentro de un pueblo desconfiado, de un país hecho bolsa, de una economía hecha percha, aquello que fue una década de tasa china entrando se convirtió en una tasa china perdiéndose en la nada de subsidios equívocos. Alguien tiene que entrar acá el 11 de diciembre de 2015.
Hay dos cosas ahí. Una es que la oposición está chocha de que Cristina esté pagando la fiesta y que le quede un tiempo largo para pagarla y para ordenar las cosas y para tratar, más o menos, de explicarle al pueblo que después de 10 años de viento de cola, parece que no lo es. Eso primero y principal. Después, hubo un gran consenso de cómo más o menos debe estar Argentina. Hay algunos tipos de ultra izquierda que no están de acuerdo con esto que voy a decir, y tal vez una derecha ultra liberal o ultra ortodoxa, pero en el medio hay una gran consenso más o menos entre radicales, peronistas, macristas, socialistas, en un país de un desarrollismo sano, con superávit fiscal y comercial, con cuidado de las reservas, con cuidado del gasto público, con economía mixta. O sea, hay un país más o menos normal que se puede hacer, que lo haría más o menos cualquiera que estuviera en el poder y pudiera, de alguna manera, articularlo.
-Arriesguemos aquello de tesis, antítesis y síntesis .Creo que los Kirchner fueron la síntesis final del peronismo y ahora habría que pasar a otra cosa.
Eso es un dilema. Porque por un lado ellos lograron instalar en Argentina –ellos y otros- que en un momento dado no se podía gobernar si no era con el peronismo, porque no había estabilidad política e institucional salvo con el peronismo. Esto se está desgastando porque el kirchnerismo porque más se degrada más instala en la sociedad que peronismo y menemismo son continuidad aunque con distinto pelaje. Entonces el peronismo está en dificultades en ese sentido.
-¿A qué saltamos en el 2015?
Yo no lo sé. Eso va a depender mucho de lo que la sociedad decida y a los candidatos que siga. Y también vamos a ver cuál es el clima del 2015.
-Si esta gente hace el ajuste hay que ver cómo estamos en mitad del ajuste.
Yo creo que este es un año clave para entender qué es lo que va a pasar. Yo te digo cual es el plan del gobierno: más o menos estabilizar la moneda, que no se le vayan las reservas o se le vayan lo más lentamente posible, conseguir guita de afuera y tirar hasta el mundial.
Claro. ¿Sabés cuál es el problema de todo esto? Más allá de lo que uno piense a derecha o izquierda, que si hay dos Cristina, si vos todo el tiempo decís una cosa en secreto y una cosa en público, hay una gran confusión. Lo que vos necesitás es que te crean. Primero que te crean afuera, si eso te conviene, y después que te crean adentro. Y como es tan errática y hay como una mirada esquizofrénica sobre la realidad, como todo el tiempo es lo que sos y lo que debés ser, es muy complicado generar confianza. Me parece que la teoría del gobierno es vamos a conseguir plata afuera porque no llegamos. Entonces esa plata es un proceso de re endeudamiento, que nos llega a tasas caníbales porque nos van a prestar ahora a tasas bestiales. El riesgo país en Argentina- un concepto que ya no usábamos- es que si saliéramos hoy al mercado nos prestarían al 15%, a Bolivia le prestan al 3%.
-Y hay tasas en Estados Unidos al 2%. Y están contentos los capitales puestos allí.
¿Cómo hacés después de tanto desendeudamiento cuando tenés que hacer un reendeudamiento con tasas caníbales? Les decís a los muchachos de la liberación nacional, todas esas pavadas digamos.
-Lo que me pregunto es esto: yo he visto tantos ciclos que uno más… pero ¿cómo tomar la posta -si esto fuera una carrera de postas-, cómo tomar un centro, un eje dentro de un pueblo desconfiado, de un país hecho bolsa, de una economía hecha percha, aquello que fue una década de tasa china entrando se convirtió en una tasa china perdiéndose en la nada de subsidios equívocos. Alguien tiene que entrar acá el 11 de diciembre de 2015.
Hay dos cosas ahí. Una es que la oposición está chocha de que Cristina esté pagando la fiesta y que le quede un tiempo largo para pagarla y para ordenar las cosas y para tratar, más o menos, de explicarle al pueblo que después de 10 años de viento de cola, parece que no lo es. Eso primero y principal. Después, hubo un gran consenso de cómo más o menos debe estar Argentina. Hay algunos tipos de ultra izquierda que no están de acuerdo con esto que voy a decir, y tal vez una derecha ultra liberal o ultra ortodoxa, pero en el medio hay una gran consenso más o menos entre radicales, peronistas, macristas, socialistas, en un país de un desarrollismo sano, con superávit fiscal y comercial, con cuidado de las reservas, con cuidado del gasto público, con economía mixta. O sea, hay un país más o menos normal que se puede hacer, que lo haría más o menos cualquiera que estuviera en el poder y pudiera, de alguna manera, articularlo.
-Arriesguemos aquello de tesis, antítesis y síntesis .Creo que los Kirchner fueron la síntesis final del peronismo y ahora habría que pasar a otra cosa.
Eso es un dilema. Porque por un lado ellos lograron instalar en Argentina –ellos y otros- que en un momento dado no se podía gobernar si no era con el peronismo, porque no había estabilidad política e institucional salvo con el peronismo. Esto se está desgastando porque el kirchnerismo porque más se degrada más instala en la sociedad que peronismo y menemismo son continuidad aunque con distinto pelaje. Entonces el peronismo está en dificultades en ese sentido.
-¿A qué saltamos en el 2015?
Yo no lo sé. Eso va a depender mucho de lo que la sociedad decida y a los candidatos que siga. Y también vamos a ver cuál es el clima del 2015.
-Si esta gente hace el ajuste hay que ver cómo estamos en mitad del ajuste.
Yo creo que este es un año clave para entender qué es lo que va a pasar. Yo te digo cual es el plan del gobierno: más o menos estabilizar la moneda, que no se le vayan las reservas o se le vayan lo más lentamente posible, conseguir guita de afuera y tirar hasta el mundial.
-Soñar que el país lo arregla Messi es mucho más loco todavía...
Te aseguro que eso se habla en la Casa Rosada: tenemos que llegar al mundial, después la gente se mete en otra cosa. Esto, te lo juro, se habla en la Casa Rosada, aunque te parezca increíble. Y te voy a decir algo grave: una parte de la sociedad argentina suele estupidizarse y suele creer lo que le conviene. Entonces es muy probable que le quite presión a un gobierno que tiene que dar respuestas. Un gobierno puede ser estatista, puede ser liberal, puede ser de izquierda, puede ser de derecha, poder ser estatista, lo que no puede ser es ineficiente. La gestión de los Kirchner es terriblemente ineficiente. Se ve en la energía, por ejemplo, se ve en la salud, se ve en la educación.
Te aseguro que eso se habla en la Casa Rosada: tenemos que llegar al mundial, después la gente se mete en otra cosa. Esto, te lo juro, se habla en la Casa Rosada, aunque te parezca increíble. Y te voy a decir algo grave: una parte de la sociedad argentina suele estupidizarse y suele creer lo que le conviene. Entonces es muy probable que le quite presión a un gobierno que tiene que dar respuestas. Un gobierno puede ser estatista, puede ser liberal, puede ser de izquierda, puede ser de derecha, poder ser estatista, lo que no puede ser es ineficiente. La gestión de los Kirchner es terriblemente ineficiente. Se ve en la energía, por ejemplo, se ve en la salud, se ve en la educación.
- Cada vez que converso con un político prácticamente lo obligo al juramento de que no cierren las causas por coimas, por los dineros negros. Porque creo que vamos a terminar con se fueron, olvidémonos. Y ahí andan María Julia y Alderete, los únicos que metimos en cana.
Da un poco de lástima que metan a María Julia. Que sólo María Julia pague por los 90 me parece lamentable.
-¿No será Boudou la María Julia de esta gente?
El kirchnerismo tiene, antes de irse, que destruir la causa Boudou y destruir la casusa Baéz. Esas dos causas, que no terminan ni en Boudou ni en Báez, sino que terminan en la presidencia de la Nación, son una papa caliente. Ellos están haciendo todo lo posible por destruir esas causas y se van a quedar hasta el último día tratando de pulverizar a los jueces, a los fiscales, a todos aquellos que se metan en el medio de estas dos investigaciones, que fueron, yo creo, lo más grave de lo que descubrió el periodismo en toda la democracia argentina.
Da un poco de lástima que metan a María Julia. Que sólo María Julia pague por los 90 me parece lamentable.
-¿No será Boudou la María Julia de esta gente?
El kirchnerismo tiene, antes de irse, que destruir la causa Boudou y destruir la casusa Baéz. Esas dos causas, que no terminan ni en Boudou ni en Báez, sino que terminan en la presidencia de la Nación, son una papa caliente. Ellos están haciendo todo lo posible por destruir esas causas y se van a quedar hasta el último día tratando de pulverizar a los jueces, a los fiscales, a todos aquellos que se metan en el medio de estas dos investigaciones, que fueron, yo creo, lo más grave de lo que descubrió el periodismo en toda la democracia argentina.
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