El saqueo moral es lo peor

Monseñor Jorge Lozano en La Mañana Entera

El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social reflexiona sobre la situación de los jóvenes ni-ni en Argentina.

-Leíamos la reflexión suya sobre la necesidad de ahondar el tema sobre la juventud que ni estudia ni trabaja, y que todo aquello que les dé una posibilidad es bueno pero hay que mirarlo en el tiempo.

Sí, el programa que se ha establecido hace pocas semanas de una ayuda particular a este sector de la sociedad es muy importante y, como decía, habrá que esperar los resultados con el transcurso del tiempo. Lo que sí me arece valiosos es reconocer que son un millón, algunos dicen que más, y que es un problema muy serio para ellos y para la sociedad en su conjunto.


- Adhiero a lo que usted dice, tomar conciencia es uno de los ejes para esto, como para la inflación también.

Sin dudas. Son temas que a veces se dibujan o se ocultan, o se les llama con eufemismos, pero hasta que no nos enfrentamos con la realidad tal cuál es es muy difícil encontrar una salida positiva.

-Yo le tengo mucho respeto a Pastoral Social. En cada momento que Argentina ha tenido algún crujido, alguna crisis, precisamente en el seno de su sociedad, el trabajo de Pastoral Social ha sido realmente de lo mejor para buscar ese equilibrio que se ha perdido.

Nosotros tratamos de tener una actitud de servicio a la sociedad. Y en este servicio también va la posibilidad de ser canales de vínculos, de diálogo para acercar posturas, no sólo en tiempos de crisis sino también en momentos en que organizamos la semana social, o algunos paneles, integrando gente de distintos partidos políticos, de distintos sectores sociales, como para favorecer lo que nosotros llamamos la amistad social, la fraternidad dentro del pueblo mismo.

-Esto viene siempre bien, como usted dice, pero mejor cuando algunos costados de la sociedad plantean una división entre buenos y malos, entre réprobos y elegidos, todo lo que sea cismático no es conveniente.

Sí. Siempre es bueno mirar con realismo cuáles son las situaciones que nos separan o nos dan marco de reflexiones diversas, pero poner acento también en los que nos une, un proyecto común de país, y en sentirnos parte de un mismo pueblo. Porque de las divisiones no sólo surgen rencores sino postergación de los sectores más pobres, que están esperando otro tipo de respuesta de parte de todos nosotros.

-Una o dos preguntas concretas. Una es el concepto social del no robarás, que creo que en la función pública es uno de los ejes a tener en cuenta. Creo que esto habría que reafirmarlo y la Iglesia está firme en esto.

Sí, hemos hecho varias declaraciones, incluso con ocasión de los disturbios que hubo en fin de año y con los saqueos hemos vuelto a hacer mención que también hay otros saqueos de los que a veces no nos damos cuenta, que tiene que ver con el saqueo de la moral y con la corrupción, que muchas veces es lo que también va minando las opciones morales del pueblo.

-¿Está usted en Gualeguaychú?

Sí.

-¿Vendrá para quedarse a Rosario?

No, esas son versiones periodísticas que no han tenido sustento. Desconozco cuál es la situación actual de la Arquidiócesis, pero yo estoy en Gualeguaychú muy contento y trabajando a full en este tiempo. Así que por ahora no tengo previsto ningún cambio de Diócesis.

-Acépteme una irreverencia, Monseñor. Mirando lo que hizo el Papa Francisco con San Valentín yo no podía más que reírme, volvió a la Iglesia Católica a una festividad que era más yanqui que nuestra.

A mí me causó también una alegría simpática y me sorprendió la cantidad de parejas, tanto que debieron hacerlo en la Plaza y no en el Aula Pablo VI donde tenían previsto inicialmente. Son gestos de cercanía cordial del Papa Francisco con situaciones vitales tan importantes como es el tiempo del noviazgo.

-Si a todos nosotros, más allá de que creamos en nuestros pastores y particularmente en usted, ¿cuál es el primer consejo que daría?

Tratar de hacer bien lo que nos toca, porque el que es un buen docente, un buen papá, una buena mamá, un buen comunicador, un buen sacerdote, lo que hacemos la sociedad en distintos niveles y campos, en la medida que lo hacemos bien, es un muy buen servicio a la sociedad, a la fe y al crecimiento de la moral del pueblo y un servicio a los pobres. Así que creo que esto es lo que debiéramos siempre procurar.