Google+ Raúl Acosta: Kicillof, sinceridad y sincericidio

viernes, 14 de febrero de 2014

Kicillof, sinceridad y sincericidio

Agustín Monteverde* en La Vereda de Enfrente




-3.7 en enero el indice Kicillof. Reconocimos la inflación. De Moreno a esto hay un avance.

Un avance… A ver, hay cuentos que son más divertidos que otros, más interesantes, que atraen más la atención del público, hay novelas que valen más y otras que son livianitas y de verano. Puede ser que guste un poco más, pero sigue siendo una novela.

-Lo que pasa es que con un índice de 3.7 en enero, ¿qué se puede esperar? Ya sé que no le va a gustar, proyecte usted el índice del señor Kicillof, le va a dar 20 y pico, por lo menos. Voy a esto: si a Kicillof le da eso, la realidad es 40.

Yo noto una cosa. Por lo pronto él usa una mentira, si este es el índice que ahora reconoce el gobierno, por lo menos este mes, representa un gran salto respecto a la inflación que reconoció en diciembre. No es así el caso en general de las estimaciones privadas, a todas nos dio un poquito más enero que diciembre, pero diciembre ya había dado alto. Entonces ahí hay una inconsistencia que muestra a las claras cómo se está omitiendo hasta ahora.

-Yo estaba diciendo una fina ironía cuando hablé del índice de Kicillof. Creo que hay un lío bárbaro en Argentina.

Por supuesto. Entendí. Lo que ocurre es que hay que tener en claro que el Indec no estuvo dando índices muy bajos por un problema metodológico, salvo que llamemos metodológico a eso de que los funcionarios dijeran cuánto tenía que dar y después veíamos hacia atrás cómo alimentábamos la computadora ara que de esos datos.

-¿Usted sugiere que, aun con la vara y la picana y el chas chas en la cola, los funcionarios del Indec tenía una cifra macho más cercana a la realidad que la mentía Moreno?

Pero por supuesto. En realidad, lo único que ocurría acá es que bajaba de arriba el ero que tenía que salir y punto. Entonces hacíamos el estropicio estadístico que correspondiera para que diera ese número. Que es un estropicio estadístico no inocente, le quiero aclarar, porque yo vengo denunciando desde el año 2007 por lo menos que esto no significó simplemente mostrarle a la gente que había una inflación inferior a la que podía sentir yendo al supermercado, esto también significó que se le estuviera reduciendo la renta sobre todo los futuros jubilados, que tiene los reactivos que respaldan sus jubilaciones con bonos ajustables con inflación y a su vez le regalaron plata a los que adquirieron cupones…

-A los bonistas. Ayúdeme con esto: vamos a suponer que el compañero Kicillof está diciendo 3.7 y el mes de febrero le está dando un 3, y después viene la escuela y las paritarias y le está dando otro 3, un estimado de 3 por mes, para dar una cifra a tontas y locas pero posible; se está llevando al país al 30 y pico. No es fácil vivir así.

Es más, si es 3 por mes va a dar mucho más que 30 y pico porque en realidad es compuesto esto. O sea, esto es interés compuesto, entonces el número va a ser igual a un número de teléfono. Lo que también le digo es que el número de teléfono puede ser de llamado local, según lo que dice el gobierno, y lo que nos está dando a los economistas es un número de llamada de larga distancia. A nosotros no dio, más allá del índice del Congreso que es un promedio en el cual intervienen consultores que reciben aplausos de la Presidente también, a ellos les dio 4.6, a nosotros nos dio 6, y a importantísimos estudios que nosotros respetamos muchos les ha dado más de 6 al mes de enero. La distancia es astronómica.

-Pongamos no los pies sobre la tierra sino sobre la oración. Oremos. Algo hay que hacer. Hasta el 11 de diciembre de 2015 esto se va a poner fullero. Deme dos variables que habría que mover para, más o menos, mover el tren.

La verdad que creo que ya le queda poco a este gobierno por hacer, porque ya perdió lo más importante que podía tener, que es la credibilidad.

-Pero eso es de tango. Eso es Discépolo.

Yo creo que con el cambio de gabinete ha perdido la oportunidad de tomar una medida, no buena, una medida por cierto heterodoxa -si le gusta ese término que tanta aceptación tiene en el oficialismo- pero que al menos compraban tiempo, que era un desdoblamiento puro formal del régimen cambiario. Eso no se hizo y se siguen jugando artilugios.

-¿Pero qué podríamos hacer?

Yo creo que básicamente la suba en la tasa de interés si no va acompañada de revisar en profundidad el gasto público, que es el que genera una emisión monetaria que termina generando una inflación desbocada y esta presión en el mercado cambiario, no hay solución. Entonces, hay que trabajar sobre el gasto y, además de todo, hay que unificar el mercado. Porque mientras haya dos mercados obviamente va a haber una brecha cambiaria entre el mercado verdadero y el no mercado. Lo que se llama mercado oficial es un mercado donde la gente entra a punta de pistola, y en realidad los precios en los regímenes de mercado son acuerdos voluntarios.

-Ayúdeme con una información que está dando vueltas. Estamos dándole un piquito al Fondo Monetario, un piquito al Club de París, un piquito a CIADI y un piquito a los fondos buitres y un piquito a Secretaría de Estado de Estados Unidos. ¿Es cierto esto? ¿Estamos de amigotes o queriendo ser amigotes?

Mire, le damos los piquitos pero no nos contestas.

-¿Pero le damos los piquitos? Le pregunto porque para el relato enfervorizado de la gente de Carta Siniestra el asunto no es así. Ellos dicen que no, pero las informaciones dicen que Kicillof y su banda fueron al Club de París, se van al Fondo Monetario.


Han tratado por todos los medios de llevarle una manzana a la maestra y ver si de esa manera lograban zafar de ir a diciembre. El problema es que la maestra sigue exigiendo lo mismo que exigía en un comienzo. Entonces, en el caso del Club de París siguen exigiendo que haya un monitoreo del Fondo Monetario Internacional porque si no no puede haber acuerdo. Esto lo hacen con todos los países. Además, para colmo, el señor Kicillof viajó acompañado de algunos amigos de él a París pero se olvidó de llevar a un funcionario del Banco Central. Conclusión, el Club de París para negociar tiene que hablar con el Banco Central, que es en definitiva el deudor. Así que así terminó la reunión. Además vamos camino al hundimiento porque la propuesta enloquecida de que entraran al canje pero que parte de la plata la pusieran los que habían entrado al canje anterior –ingeniería química realmente muy curiosa- ya dijeron que no.

-Una reflexión de mi parte: se dice que Marx sostenía que aquello que aparenta la primera vez como tragedia aparece en la segunda como comedia, como burla. Yo recuerdo que uno de los últimos ministros del primer peronismo fue Cafiero y estaba Hipólito Jesús Paz como canciller, pero entre Hipólito Jesús Paz y Cafiero para lo que es ahora Kicillof y Timerman, vuelve como comedia ¿no?

Este señor es marxista, pero es Groucho marxista.

-Lo que me demuestra a mí Kicillof es que una cosa es la teoría en los pasillos de la facultad y otra cosa es sentarse en el mostrador de un país.

Pero hay que ver además, que me disculpe, qué pasillos. Realmente este señor, al cual se presentó siempre como académico, porque haya escrito algo que ha presentado en la universidad eso no le puede dar, digamos, no merece el respeto de sus pares. Y la verdad que tengo más respeto por las opiniones de mi señora en economía, que nunca estudió, que por la opiniones del señor Kicillof.

*Agustín Monteverde es Economista de Massot y Monteverde Asociados

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