Google+ Raúl Acosta: "Algo se quebró para siempre"

jueves, 15 de mayo de 2014

"Algo se quebró para siempre"

Editorial para La Vereda de Enfrente


"Sobre diciembre de 2013 algo se quebró para siempre y no tiene restauración: la relación de las policías con los gobiernos"



Sobre diciembre de 2013 algo se quebró para siempre y no tiene restauración: la relación de las policías con los gobiernos.

Las policías son en el armado el brazo ejecutor de las políticas del Poder Ejecutivo. Los legisladores legislan, arman las leyes, la Constitución la ley de leyes, la justicia decide quién es bueno y quién es malo, porque para eso ajusta, y el Ejecutivo ordena y la policía resuelve, ejecuta, lo que ese Poder Ejecutivo ordena.

En diciembre, con la pistola sobre la mesa, primero en Córdoba, después en Buenos Aires –provincia- y en varias provincias más, la policía, con la pistola encima de la mesa, exigió aumento de sueldo.

Algo se quebró para siempre. La confianza, la relación. Una de las razones del crecimiento del miedo urbano es que no se confiaba más en la policía y, de hecho, desde ese momento se empezó a confiar menos. No porque no tuviesen que estar bien pagas, sino porque la forma de reclamarla no es la misma y, desde allí en adelante, otro tema apareció que aún no está resuelto y del que mucho no quieren hablar: el gremio de policías, la agremiación policial.

En la provincia de Santa Fe, de modo lateral, casi le diría que por el pasillito del fondo, se votaron delegados. Los delegados que se votaron son los que eran directamente relacionados con el gremio declarado fuera de la ley, APROPOL. ¿Cómo está resultando esto al día? Bueno, al día está resultando de un modo muy sencillo: en la ciudad de Rosario están los gendarmes haciendo los operativos. Le recuerdo que son los gendarmes que un año antes habían protagonizado un lío mayúsculo porque sueldo y agremiación, y echaron a un sargentito, un suboficial que era uno de los cabecillas, alá en Buenos Aires, salió por todas las televisoras.

Y ahora están apareciendo y están pidiendo las filmaciones de los policías que puteaban, de las mujeres de los policías que puteaban, allá en diciembre. ¿Con todo eso qué van a hacer? Juzgar a los revoltosos, juzgar a los que estuvieron fuera de la ley. ¿Está resuelto este tema? No está resuelto. ¿Está resuelto por paritarias –póngale las comillas que quiera-? ¿Está resuelto por paritarias el aumento de los policías? La relación policía, delito, seguridad, ¿cuál es? ¿Cada cuántos policías hay un delito? ¿Con cuántos policías hay menos delitos? ¿Cuáles son las zonas menos conflictivas? ¿Las que tienen más cana, menos cana?, ¿más custodia, menos custodia?, ¿más luz, menos luz? ¿Alguien hace esas estadísticas?, ¿las conocemos?

Los concejales que deben ocuparse de alumbrado, barrido y limpieza están ocupándose unos en “queremos que haya canas en las escuelas”, otros “queremos que haya más laburo”; están ocupándose de cuestiones que la sociedad pide, que a lo mejor no se las pide a los concejales, pero las pide y los concejales las ven porque están caminando la ciudad. La policía, ¿está caminando la ciudad? La policía, ¿está informando lo que pasa? ¿Ve lo que pasa la policía?

Se dice, se dice, que la policía muy poco puede prevenir porque, bueno, de esa manera se justifican. Pero si no puede prevenir y tampoco pueden controlar a los culpables, socorro. No previene y no ejecuta. ¿Para qué está?

En esta ciudad donde estamos habitando se ha llegado a 1.200 –mil doscientos- policías para un partido de fútbol. 1.200 policías para un partido de fútbol. Con pago extra. En esta región donde estamos hay extras de 24 horas por 24 para cuidar a los camioneros, a los que igual les ponen una faca, a los que igual le acercan una chichi, a los que igual asaltan. En toda la zona de puertos. La policía, tal como era, ¿es la que nos contiene? ¿Nos contiene la policía? ¿La de mañana cómo será? Esta policía, que estaba acostumbrada a la timba, a robar la pizza, a robar la nafta, a sacar la coima del quinielero, a llevar las putas una vez por mes presas, esta policía, que estaba acostumbrada a eso, ¿puede con los émulos de Escobar Gaviria?

Las respuestas no están, porque nadie tiene las respuestas sobre el miedo urbano. El miedo urbano es el que nos mantiene en estado de alerta.

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