Google+ Raúl Acosta: Messi, ni autista ni histérico

jueves, 24 de julio de 2014

Messi, ni autista ni histérico

Entrevista a Diego Schwarzstein para La Vereda de Enfrente


-Diego Schwarzstein es médico endocrinólogo. Es el único médico que trató a Messi en Rosario durante su infancia por los problemas de crecimiento. 



-Antes de cualquier otra cosa, ¿qué es de Lucho usted?

El hijo.

-Quise mucho a su viejo. Sépalo. Nos cruzábamos, estaba acá enfrente, y nos juntábamos el Narigón Suriani, Dante Nasurdi, su viejo, yo. Estábamos todos vivos y divertidos. Era un personaje dela ciencia dela ciudad, pero además muy amigo.

Lo agradezco.

-Las hormonas que usó usted con Messi, ¿las usó otra gente acá?

Sí, por supuesto. Uno cada 20 mil nacimientos es más o menos la incidencia del déficit de hormona de crecimiento. O sea, más o menos uno de cada 20 000 chicos usa hormonas de crecimiento.

-Ese tipo de tratamiento como el que le practicaron a Messi, y como usted me dice, a otra gente acá en Rosario, en la región, así, continuado por años y años, ¿provoca algún tipo de cambio en toda la secuencia hormonal, en el carácter, en la forma de vivir? ¿Hay algo sobre esto?

En realidad es al revés. Este es un tratamiento que reemplaza a un déficit. Falta una hormona y lo que hacemos es darle. a los pacientes que le falta esta hormona, exactamente esta misma hormona. O sea que,en realidad, es la enfermedad o la carencia hormonal la que provoca una serie de síntomas, dificultades y consecuencias en el organismo distintas de las normales. Y el reponer el déficit repone la normalidad.

-Voy a explicarlo del modo que yo lo entiendo. Uno sabe que hay drogas que hacen tanto tiempo que se están dando que tienen ya la vida histórica más o menos resuelta y se sabe cuáles son los efectos colaterales. Yo recuerdo cuando se les practicaba operaciones de cataratas a los viejos, se sabía que había diez años de vida con las cataratas y no se sabía qué pasaba si se lo hacían a un chico de 15 años. Ahora se sabe qué se puede hacer. ¿Hay todo un árbol, una genealogía, para saber qué es lo que va a pasar a los 20, a los 30, a los 40, a los 50 con quién recibió este tratamiento hormonal.?

A los 50 no, porque este tratamiento se aplica más o menos… O sí, a los 50 sí. Tenemos más o menos 40 años de experiencia. Este tratamiento se aplica desde los años 80. Entonces, chicos que en los años 80 tenían 10 años hoy dando vuelta por los 50 y hasta ahí es la experiencia que tenemos. Yo no le puedo decir qué es lo que va a pasar.

-Está bien. No lo sabe la ciencia, porque no llegaron.

De todas maneras hay gente que ha usado esto cuando tenía 10 años en el año 85, si no me equivoca hasta aquí son 30 años, hoy esas personas tienen 40 y hasta acá no conocemos nada raro.

-Dos preguntas. ¿Messi no se dopaba? Esto no es considerado dopping ni nada que se le parezca, ¿no?

El uso de hormonas de crecimiento en adultos que no tienen déficit de hormonas de crecimiento si, es considerado dopping.

-Allí está Lance Armstrong.

La verdad que no sé qué es lo que usó Lance Armstrong Pero si una persona adulta sin déficit hormonal -porque el déficit hormonal también existe en los adultos- consume hormonas de crecimiento puede ser considerado dopping. En un chico de 9, 10 años, como es el caso que estamos hablando, primero no realiza ninguna actividad en donde se desarrolle control antidopping; segundo, el tratamiento no tienen ninguna consecuencia futura; tercero, si se le ocurriera a alguien hacer un control antidopping a un chico en edad de crecimiento con déficit ninguna manera sería considerado dopping.

-Doctor, vuelvo sobre esto. No sé cómo preguntarlo porque no tengo muy en claro la pregunta. La somatrofina, que es de lo que usted está hablando, es una hormona, hay otras, y las hormonas de algún modo u otro actúan sobre el carácter y sobre el humor.

Algunas sí, otras no. Hormona es cualquier sustancia que se fabrica en un órgano y actúa en otro. La oxitocina, que hace que el útero de la mujer se contraiga para poder parir, la insulina, que hace bajar la glucosa, la adrenalina, que lo pone a usted en una situación de alerta, la hormona de crecimiento o la testosterona, son hormonas. Algunas de ellas, como la testosterona, puede influir sobre su carácter, otras no lo hacen en absoluto.

-¿En este caso?

No.

-Le digo esto porque una de las supuestas novelas sobre el caso Messi es que él, ya adulto, tiene algunos comportamientos, algunas formas de reaccionar, que atribuyen al prolongado tratamiento hormonal. ¿Esto es imposible? ¿O sí?

La pregunta es demasiado lineal y la respuesta no siempre es tan sencilla. La hormona de crecimiento per se no provoca ninguna modificación en el carácter de las personas. Después hay que ver cuál es la vivencia de cada uno frente a la presencia de una enfermedad, frente a la necesidad de aplicarle diariamente una inyección, frente a situaciones que no tiene que ver con la enfermedad, o al menos directamente, como irse a vivir a otro país y no tener a toda la familia unida. Yo creo que todas esas cosas terminan formando la personalidad de una persona. Y seguramente deben tener cierta responsabilidad sobre los rasgos de personalidad que en la vida adulta la persona tenga. Ahora, si hay un efecto directo de la hormona de crecimiento sobre determinado tipo de personalidad, no, en absoluto.

-Vamos a lo que sería la parte superpositiva de esto. En Rosario, ahora, ¿este tratamiento se desarrolla con más tranquilidad, está más difundido, es posible encontrar respuesta en sitios públicos? ¿Cómo es eso?

No, esto es así desde hace mucho tiempo. También en la época de Lionel esto se realizaba en la fase privada y pública.

-¿Y por qué se fue?

Eso no se lo puedo decir.

-Disculpe, hice mal la pregunta. Si él hubiese acudido acá en Rosario a un sitio especializado, ¿tenía la solución a su problema?

Él acudió a un sitio especializado, como era mi consultorio en ese momento, y tuvo una solución a su problema a través de su obra social durante mucho tiempo. De todas maneras yo le decía, esto es un tratamiento que existe desde hace mucho tiempo en la esfera pública, en la esfera privada, y que se hace con seriedad en distintos lugares de Rosario también desde hace mucho tiempo. El caso de Lionel ha servido para concientizar muchas veces, no todos los chicos bajitos tiene que quedarse bajitos, no todos los chicos bajitos son bajitos porque les toca, algunos de ellos porque tienen algún problema. Y lamentablemente, en el otro extremo, el caso de Lionel ha servido para crear un folklore o fantasía donde cualquiera que quiera ser más alto puede tomarse una pastilla o ponerse una inyección y crecer. Y en realidad esto no es así. Este tratamiento, como otros tratamientos que existen para ayudar a chicos con dificultades de crecimiento, existen y permiten crecer a personas con dificultades de crecimiento. Cuando los chicos crecen normalmente, a la altura que les ha tocado por genética, no hay ningún crecimiento que permita modificarlo.

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