Sólo el peronismo mata al peronismo

Mirada desde el sur por Raúl Bigote Acosta

(Publicado en diario El Litoral, 21de septiembre de 2014)

El X Congreso de Economía Provincial, organizado por Fundación Libertad, contó con la presencia del dirigente político Julio Bárbaro. Participó en la mesa “El futuro de Argentina luego del kirchnerismo”, que coordiné. Esto es parte de lo dicho en esa tarde.

—La República Argentina quedó en manos del Partido Militar en el 1966, que fue el ensayo, se definió y se reformuló en el 1976. ¿Qué es lo que definió en el 66 y reformuló en el 76? Que la política pasaba a ser un adjetivo calificativo despectivo. “Ése hace política”. Sobre el 2014 por ahí oigo algunos que dicen “No, ese tipo hace política”. Y me cabreo mucho, porque si hay algo que define a la sociedad es la polis, y en la polis la política. Cuando decís: “hablemos de política” decís ‘hablemos de vida‘. ¿De qué querés hablar?

—Yo creo que la sociedad argentina no se apasiona por la política, ya no se apasiona.

—Se apasionaba.

—Hace mucho. Digo, si nos apasionamos por el fútbol y somos de los mejores del mundo, en política, en cambio, si nos presentáramos en América Latina nomás, no podemos competir con ninguno. Vos vas a Chile, Brasil, Uruguay, tienen dirigencia política. Nosotros, los nuestros, suben, se abrazan al poder, quieren ser eternos, se caen y no caminan más por la calle. Esto es una cuestión general. ¿Qué nos deja el kirchnerismo? Nos deja un tema que es duro, nos deja una noción de los 70 donde Perón era lo equivocado, era López Rega, y ellos, la guerrilla, eran los lúcidos. Con esta visión es muy difícil entrar al futuro. ¿Por qué? Porque entonces ellos desarman el pasado. Yo digo siempre, el peronismo es una expresión cultural de la clase trabajadora.

—¿El peronismo como una categoría?

—Son los marginados que ingresan a la historia con Perón, son más una identidad cultural que un partido político. Eso se da hasta el 55, viene el golpe, hasta el 66 es el intento del golpe de hacer democracia, en el 66 nace la guerrilla mi generación-, ¿por qué?, porque nos echan de la universidad y nos dicen que va a haber franco por muchos años. Yo venía acá, a Rosario, en el 66 los que no éramos violentos estábamos aplastados por los violentos.

—De ahí en adelante no hubo más instrucción ni cultura. Como propuesta, como objetivo. La noche de los bastones largos en la universidad parece que continuara. Los militares retroceden a la Argentina culturalmente.

—Yo me acuerdo de los compañeros de aquí, que ya no están. Y éramos la corriente Católica, humanismo. Viene el golpe, viene el 76, Perón intenta la unidad. Perón es como Mujica, que fue guerrillero antes, esa etapa superada y hoy convoca a la unidad cuando vuelve. Nosotros no tenemos un Mujica. Entonces, ¿qué nos pasa? Nos pasa... El kirchnerismo. Tenemos un modelo feudal igual que el menemismo, que coincide en el poder como un hecho personal absoluto. Personalismo de Néstor y de Cristina.

—¿El peronismo no es hiperpersonalista?

—No. A ver si entendemos. Perón dice después del hombre que era él- viene la organización. La organización vence al tiempo y al número. La distancia es infinita. Cuando vos tomás las cartas de Perón, los libros de Perón, el viejo escribe Toponimia Araucana en el 29. Yo fui amigo de Néstor. Yo me acuerdo que Bergoglio, cuando era cardenal, quería que yo lo acercara a Kirchner y como Kirchner me decía que no, Bergoglio me decía: “¿Su jefe lee a Liddell Hart?”. Claro, yo lo había leído porque eran las exquisiteces nuestras. Yo le decía: “Mis jefes no leen nada”. No leen ni el Billiken. Pensemos esto, una sociedad con tanto bagaje intelectual, no tiene políticos de fuste.

—Quiero insistir sobre este concepto de la política y el concepto del peronismo y sobre la organización que vence al tiempo. Yo no me salgo del río, esto es un continuo, y si esto es un continuo... si hay febrero del 46, si hay julio del 52, si hay mayo 73, si hay marzo 76, si hay saqueos del 89, si hay Menem del 90, si hay 2001, el peronismo está incurso en el actor político omnipresente...

—Y con mucha culpa.

—Por eso, ¿de qué modo, desde el campo popular, las macanas para que lleguen los K no las hicimos nosotros? Porque Kirchner no llega ahí por una generosidad espontánea.

—Yo estuve en el origen de Menem y de Kirchner. Y lo presenté a Timerman a Kirchner. Así que tengo para pagar largo rato...

Nota del redactor: Disculpas: Lo anterior no es una reflexión, es la transcripción de un tramo de una charla. Generacionales, mis encuentros con Julio Bárbaro son indulgentes en lo personal y duros con el pasado. Consideré conveniente la transcripción porque encierra la genética del desencuentro nacional. Hay más. La sincera confesión de partes que releva las pruebas. Argentina 2015 será la más dura demostración de lo que somos según lo que fuimos. No hay escapatoria. Es importante saber, como decía Borges, que “El General Quiroga va en coche... al muere”. Sobrevivir a los K es el objetivo nacional.