Luis Juez en La Vereda de Enfrente
-¿Cómo estamos acomodándonos a esta nueva realidad de las agrupaciones políticas, léase radicalismo y el nuevo armado?
Ahí estamos. Nosotros hace ya casi un año que hemos planteado la posibilidad de que habría que intentar, habría que buscar, habría que bucear, nuevos acuerdos, nuevos espacios, nuevos horizontes, agigantar el que teníamos, porque íbamos a terminar complicados. Y bueno, la realidad nos terminó dando la razón.
-Córdoba tiene una resolución, usted dijo algo que es cierto, la política cordobesa iba, para algunas cosas, más adelantada que el resto. Había un acuerdo en Córdoba. Esto, ¿lo altera, lo acomoda, lo potencia?
No, en Córdoba es complicado. El Radicalismo es un partido complicado, para tomar decisiones, es un partido donde, con todo lo que significa, no deja de ser un partido con una altísima cuota de –quiero ser cuidadoso con los términos-…
-Diga internismo, así no hay lío.
No, de soberbios, para definir la realidad. O sea, ellos creen que La Argentina es la Convención radical y La Argentina es mucho más grande que todo eso. Entonces obviamente en Córdoba tenemos un escenario extremadamente complejo, porque el argumento de que ellos son un partido centenario, y que ese es el argumento para encabezar cualquier lista, a nosotros nos parece verdaderamente infantil. “Permanecer y transcurrir no te da derecho a presumir”. Vos no podés presumir porque venís de un partido centenario si no tenés dirigentes, si no estás posicionado, si la gente no te va a acompañar con el voto. Pero bueno, estamos haciendo un gran esfuerzo de llegar todos juntos.
-Luis, ¿usted va de candidato a gobernador?
Yo quiero ser gobernador. Se me da la oportunidad de pelear contra el tipo que me robó hace ocho años atrás, juan Schiaretti. Y me vengo preparando para ese partido. He decidido también sujetar mi suerte a la suerte de una decisión política más amplia, que es la de mi propio espacio político. Pero no estoy dispuesto a aceptar caprichos. O sea, yo estoy dispuesto a que si me explican racionalmente les digo "vamos a una interna abierta”, me dicen “no queremos”; bueno,les digo “busquen tres encuestas y analicemos cómo armamos el equipo, que el más alto vaya al arco y el más petiso juegue de marcador de punta y un grandote de 9”, “no, encuestas no queremos, nosotros tenemos que estar porque somos…”. Bueno, capricho no.
-Luis, hago esta pregunta porque, primero, me interesa su suerte, lo aprecio; y básicamente porque además me interesa qué es lo que está pasando en esa provincia. No es que sea especular, no son espejos Córdoba y Santa Fe, pero son cada uno el 12% de la República Argentina. Sumamos el 24. Y en ninguno de los dos sitios está el peronismo bonaerense manejando la historia. Y esto es bueno.
Sí, es bueno. Pero hay mañas que son propias del peronismo bonaerense. Nosotros tenemos un gobierno de altísima corrupción, y sólo eso ya debería ser más que un motivo suficiente como para limar asperezas y tener mayor voluntad de entendimiento a la hora de tomar decisiones. Es cierto que uno le quiere ganar a los corruptos. Ahora, si uno quiere ser funcional, bueno, podemos darnos todas las mañas y los caprichos propios de chicos caprichosos que privilegian sus cuestiones personales por encima de la necesidad del conjunto. Yo entiendo que llevamos 16 años de un gobierno que está agotado pero no está extinguido, que muestra signos verdaderamente de corrupción exasperante pero que tiene una latísima cuota de marketing que permite, con una conducta cosmética, esconder cada uno de sus defectos. Bueno, a eso hay que ganarle. Para ganarle hay que animarse a juntar todo lo que podamos y de la manera que podamos, con un gran programa de gobierno y con los mejores dirigentes. Eso también cuenta, ¿no?
-Luis, la figura que usted hace sobre el peronismo y la corrupción a mediana o gran escala, le diría que hasta tiene correlato judicial. Pero también tiene correlato judicial la intendencia radical corrupta de Mestre.
Nosotros hemos sido muy claros. La corrupción no tiene patrimonio ni apellido. Hay conductas corruptas en un montón de lugares. Cuando me dice “usted tiene un problema personal con el Intendente de Córdoba”. No, yo tengo un problema de vida o muerte con la corrupción. No me importa quién sea el intendente de Córdoba ni el color político que él detente. Cuando nosotros hemos ido a la justicia hemos ido a denunciar hechos que entendíamos que no podían ser admitidos. Se lo dije a De La Sota, se lo dije a Néstor Kirchner, militando en ese espacio político como Intendente de Córdoba. Yo tengo un límite: mi límite es la corrupción. Entonces, no importa si esa corrupción es propia o ajena, la ajena la denunciamos, la propia la silenciamos, eso es muy malo. Bueno, algunos pretenden hacernos jugar una mala pasada con eso. “fue muy duro con el intendente de Córdoba”; no, los que lo perjudicaron al Intendente de Córdoba no fue Luis Juez, fueron los funcionarios que han cometido hechos que, hasta el día de hoy, merecen una explicación.
-El asunto Macri-Sanz, ¿cómo lo ve?
Yo tengo mucho aprecio por Ernesto Sanz, es un gran senador. Pero habrá que entender que este proceso requiere de mucho diálogo, de mucha prudencia, de mucha paciencia, de una construcción muy artesanal. Hay que ser cuidadoso, no hay que repetir historias que han causado, ni siquiera por asomo, no hay que dejar que el enemigo inteligentemente intente instalar una imagen de que esto que se pretende construir es una remake de la Alianza que fracasó en Argentina. Yo no fui parte de la Alianza, muchos de los que estamos acá no hemos sido parte de la Alianza y tenemos otra vocación y otra voluntad. Pero cualquier cosa que sea parecido a eso la gente la espanta. Entonces, hay que ser muy cuidadoso y tenemos que tratar de no tener las mañas que en su momento tuvo la Alianza, porque con el objetivo de ganar después terminaron juntando o imposible de conducir. Entonces hay que ser cuidadoso.
-Todas las familias tienen el dicho de un modo u otro, pero más o menos parecido: si no es la liebre es el conejo que tratan de meter en la olla antes de cazarlo. Algunos dichos de la señora Carrió me hacen acordar a mi abuela y ese dicho. Tengo posición tomada, yo creo que la señora Carrió tiene una índole y responde a esa índole, entonces yo sería capaz de apostar: hoy o mañana se encabrita y se le suelta el indio, ¿no?
Yo se lo he dicho claramente: hay que ser muy cuidadoso. Yo vengo de un fracaso. Se lo dije a mi amigo entrañable, Hermes Binner. Hay que ser muy cuidadoso con las conductas personales, porque esas conductas después terminan deteriorando las construcciones colectivas y destruyendo los sueños de la gente. La gente se aferra a una esperanza y después los dirigentes la dinamitan. He sido muy claro. Se lo he dicho a Macri: aclarale a Lilita que va a tener que ser prudente, paciente, respetuosa, considerada, que va a tener que morderse 50 veces la lengua, porque no se puede construir un proyecto político y a la primera de cambio me enojé, pego un patadón y me fui. Hay que ser cuidadoso. Entonces, yo valoro en Carrió su honestidad y su coraje, detesto su impronta personal, donde cree que es la dueña de la verdad. Carrió no es la única mujer decente que hay en la República argentina, capaz que yo soy un poco más que ella. Entonces, a partir de que empecemos a respetar que hay otros tipos, otros pensamientos y otras ideas, y donde yo no tengo el derecho de querer imponer la mía –digo Carrió por decir muchos-, yo digo empecemos primero por juntarnos, segundo por tolerarnos y tercero por respetarnos, y a partir de ahí demos la discusión política. Porque si creemos que uno solo es el dueño de la verdad, estamos complicados. Bueno, esto pasa muchas veces en la política, donde algunos creen que son más dueños de la verdad que otros. Y ahí fracasan los proyectos y la gente pierde todo el encanto.
Hace mucho que no hacia un programa como el de hoy Martes.
ResponderBorrarVolvió a las notas te peso y fuste!! #Felicidades "Don Bigote". Por mas programas como los de hoy, para que no digan que el interior no hace programas con notas nacionales.
Sludos