Google+ Raúl Acosta: Lifschitz sin censura previa

jueves, 9 de abril de 2015

Lifschitz sin censura previa

Miguel Lifschitz en La Vereda de Enfrente


-Ingeniero, las PASO dividen las cuestiones en una previa y en una elección. Para muchos, las PASO son las generales y las elecciones generales el ballotage. Muchos lo entienden así. ¿Usted cómo lo ve?

Hay un poco y un poco. Creo que efectivamente las primarias son primarias, uno compite frente a otros candidatos dentro del mismo frente o partido. En este caso, la única competencia es dentro del Frente progresista. También el Frente Renovador. Pero ni el peronismo ni el PRO tienen internas en la categoría de gobernador. De alguna manera también se visualiza, a partir de la interna, de las primarias, quienes son las candidatos que realmente tienen chances de ser gobernador. Esto va a quedar claro el 19 de abril. Y a partir de allí es probable que haya algún tipo de vuelco, de votos de otros candidatos hacia los que tienen más chances, porque en definitiva, la gente quiere ser protagonista y quiere decidir entre aquellos que tiene reales posibilidades. Es probable que ocurra.

-Hay dos o tres cuestiones de situación política partidaria. Los otros días leía en El Litoral una nota en la que Binner dice “Bonfatti es mejor que yo y Lifschitz va a ser mejor que Bonfatti”. ¿Qué es lo que está queriendo decir?

En realidad no se refiere a características personales, sino a la gestión de gobierno. Y me parece que, de alguna manera, está marcando que lo nuestro es proyecto que tiene etapas, que es un proceso y que obviamente cada una se asienta en los logros, en los avances de la anterior, y trata de darle un nuevo impulso, renovar los planteos, las metas, refrescar los equipos y procurar darle también un ajuste a las demandas de la sociedad, que van cambiando, no eran las mismas hace 7 años atrás lo que nos pedían los santafesinos que lo que nos piden hoy. Y mi tarea, en todo caso, si los santafesinos me eligen como gobernador, es justamente ajustar nuestro proyecto a las demandas, la realidad del año 2015 en la provincia de Santa Fe.

-La posibilidades ciertas, según como lo veo yo, que el próximo gobernador se va a llamar Miguel. ¿Cuál sería su diferencia básica o las diferencias básicas que usted encuentra con el otro candidato? Con Miguel del Sel?

Creo que hay muchas diferencias en cuanto a personalidades, a trayectorias, que son obvias, no hace falta que yo las mencione, pero sobre todo a proyectos políticos. Me parece que lo que representa el PRO y particularmente este PRO santafesino, que es un PRO muy pro reutemista, muy pro peronismo federal, por decirlo de alguna manera…

-Cuando los menciono, no en esta pregunta, hablo de PRO Peronismo

Sí, evidentemente hay un sector del peronismo más conservador, más tradicional del interior de la provincia que en algún momento se sintió identificado con el reutemismo y que hoy, de laguna forma, es el apoyo político, la base política sobre la que se ha construido el PRO de la provincia. Creo que es un proyecto que mira más hacia atrás que hacia adelante, son viejos discursos, discursos de un Estado más pequeño, discurso del ajuste, del ajuste en la educación, en la salud. Bueno, cosas que ya conocemos, que ya las hemos visto en la provincia. Incluso muchos de los dirigentes que rodean al candidato del PRO son dirigentes que ya han tenido una trayectoria importante en el peronismo de los 90 aquí en la provincia. Creo que nuestro proyecto también es muy claro, es un proyecto que tiene que ver con el progresismo en Argentina, con ideas de democracia, con ideas de gobiernos republicanos, transparentes, innovadores, que enfrentan los problemas, que no ponen los problemas bajo de la alfombra sino que los enfrentan, con aciertos y errores, como lo hemos hecho en Rosario y lo estamos haciendo en la provincia. Y que además, claramente, vamos por el cambio. Nosotros hemos promovido cambios en la educación, cambios en salud, cambios en las políticas de infraestructura, en las políticas sociales, en la cultura ni hablar, en las políticas incluso productivas de la provincia, en la justicia, en la policía. No hay +área del gobierno provincial, como ha ocurrido en Rosario, donde nosotros no hayamos producido cambios, con distinto nivel de resultados, a veces cien puntos, a veces 80 puntos, a veces 50 puntos, pero en todo hemos ido para adelante, con cambios profundos, estructurales, y eso creo que es una diferencia importante.

-En este último año, desde el año pasado, abril del año pasado, se produjo un hecho muy marcado, muy diferente: hubo una llegada, prácticamente una toma del poder policial por parte de Berni, y aparecieron por primera vez las tropas de gendarmería. Esto resignificó gendarmería, resignificó la ausencia de la policía provincial en esos sitios, y sirvió también para cuestiones que, en lo personal, he criticado: para mí, bailar el chamamé con Berni, como lo hizo la señora intndnte, no fue una buena definición gestual de lo que debe hacer la provincia para con el gobierno nacional. ¿Usted qué opina de la presencia de los gendarmes en la provincia, siendo, los gendarmes, el eje de la visualización de la policía en las calles?

Obviamente que cuando uno recibe un invitado en la casa hay que atenderlo y hay que ser cortés. Esto no quiere decir que nosotros tengamos que estar del mismo lado que nuestro invitado o que simpaticemos con su política y sus propuestas. Evidentemente la presencia de gendarmería tuvo un impacto positivo en su momento, hay que recordar que Rosario históricamente tuvo una dotación importante de gendarmes aquí, eso no le llamaba la atención a nadie, hasta que un día se los llevaron, en el año 2012, y luego tuvieron que regresar y luego se los volvieron a llevar. Yo creo que es importante que la gendarmería colabore con la seguridad de las provincias, no solamente de la provincia de Buenos Aires sino también de las provincias del interior, porque además es una fuerza de seguridad nacional que financiamos todos. Nos se explica por qué, si las cosas en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires andan tan bien, por qué tiene que tener 35 mil gendarmes y 35 mil policías federales concentrados en un territorio que no es más grande que la ciudad de Rosario.

-Lo interrumpo. Si tomamos como ciertas las declaraciones de Scioli, hay 93 mil policías de la provincia de Buenos Aires. 160.000 personas con una pistola y la posibilidad de decir “alto, ¿quién vive?”.

Así es. Y a pesar de todo eso, los datos que todos tenemos, aunque por la desidia oficialmente no se brindad, indican que los índices de violencia y narcotráfico e inseguridad en ese territorio son también muy elevados, y pasan inclusos cosas que no ocurren en Rosario, como secuestros extorsivos. Pero al margen de esto, creo que nosotros tenemos el gran desafío, como decía antes, de enfrentar ese problema y comenzar a resolverlo. Creo que lo estamos resolviendo, pero que se empiecen a ver los resultados. Y yo estoy convencido que me va a tocar a mí. Por eso Binner, que es un apersona muy intuitiva en política, dice que tal vez yo haga una gestión mejor, porque tal vez me toque empezar a ver algunos resultados de cosas que se están haciendo hoy pero que todavía están a mitad de camino, transformaciones en la justicia, en la policía, que llevan un proceso.

-Charlaba días pasado con la señora Mariel Fornoni, de Management & Fit. Yo le decía que, cuando se hacen las encuestas, inseguridad es el 60%, y en repregunta el 80%, todos dicen que la inseguridad es su problema; y que más del 55% es víctima o tiene parientes que han sido víctimas.

Eso en todo el país.

-Sí, pero en la provincia de Santa Fe.

Sí, por supuesto.

-Ella me decía que hace 10 años que es así, y siguen eligiendo gobiernos que no solucionan eso. Como diciéndome, en la encuesta aparece eso, pero no apareció hoy. El tema de la inseguridad es un tema duro desde el 2005 arranca, y no ha parado más. Es un poco por la presencia de la cocaína y otro poco porque aumentó la violencia y no sabemos muy bien por qué. Pero la inseguridad en la provincia de Santa Fe, que es lo suyo, ha crecido.

Sí, hay muchas causas por las cuales se pueden explicar estos fenómenos. Nada de esto surge espontáneamente o de casualidad. Tienen que ver también con las políticas económicas y sociales de los 90, que dejaron tanta gente en las calles, y los hijos de esos trabajadores que perdieron el empleo en los 90 y nunca más lo volvieron a recuperar. Tenían tal vez 35, 40 años en esos momentos y nunca más se pudieron jubilar ni volver a trabajar. Los hijos de esas familias son los que hoy tienen 18, 20 años, chicos que han comido en comedores comunitarios, que no han tenido una vivienda digna, como un trabajador, sino que han tenido viviendas muy precarias, han vivido en situaciones de promiscuidad, sin horizonte, sin perspectiva, atravesados por situaciones de violencia, de abuso. Entonces hoy estamos, de alguna manera, haciéndonos cargo de los problemas que se generaron por aquellas políticas de los 90. Por eso es importante, cuando uno elige un gobierno, no solamente esperar que haga cosas buenas, sino tener cuidado de que no haga cosas cuyas consecuencias después tengamos que pagar durante varias generaciones. Como ha ocurrido con el ferrocarril y el banco de Santa Fe, y con tantas cosas que hemos destruido en La Argentina.

-¿Ve usted que es muy larga esta provincia? Es una provincia en donde hay, de hecho, dos diarios, de hecho radios diferentes, de hecho dos canales, y cosas que suceden barrancas hacia arriba acá no existen, y cosas que existen en Rufino en Santa Tomé ni idea tienen de qué pasa.

Es larga, pero yo diría que es hermosamente larga. Porque realmente eso nos da una gran diversidad geográfica, cultural, histórica, económica, política, y realmente cada una de las regiones, algunas de ellas yo las empecé a conocer en profundidad recién en estos últimos años, porque antes las conocía muy de pasada, algunas regiones del norte, incluso algunas regiones del sur-sur de la provincia, la zona de Venado Tuerto, Rufino, son realmente zonas fantásticas desde el punto de vista del desarrollo productivo, del capital social, incluso de los atractivos paisajísticos, de su cultura, de su historia. Tenemos una provincia magnífica, probablemente una de las más lindas de la Argentina. Y con una enorme potencialidad de crecimiento, de desarrollo, de progreso. Yo no tengo ninguna duda de que si la economía del país se ordena un poquito nada más, desaparecen algunas trabas que existen hoy para la actividad industrial, para el sector agropecuario, vamos a pegar un salto para adelante impresionante. Por eso yo me animo a plantear como una de nuestras metas de trabajo, más allá de los temas de inseguridad, dos metas concretas: una, el recuperar nuestro sistemas vial, que está muy deteriorado, muy para eso vamos a triplicar el presupuesto operativo de vialidad para cumplir ese objetivo; y el otro es crear 200 mil nuevos puestos de trabajo en la provincia, en los cuatro años. Esta no es una cifra caprichosa, sino que surge de analizar lo que ha sido la evolución de la creación de nuevos puestos de trabajo en la provincia en los últimos años. Y creo que Santa Fe, con un esfuerzo de los productores, de los empresarios, y un gran apoyo de la provincia, puede lograr esos objetivos.

-¿Para usted no está dividida la provincia?

No la dividiría en norte y sur, porque si uno va al norte… Por ejemplo, el otro día estuve en el departamento Genera Obligado, después fui a Villa Ocampo y después a Las Toscas. Entonces en Las Toscas me dicen: “cuando ustedes hablen del norte, no hablen de Reconquista y Avellaneda, el norte somos nosotros”. Entonces, cada región, cuando voy a la zona de Rufino, por ejemplo, me dicen: “no digan que Rosario es el sur, porque el sur de la provincia somos nosotros”. Bueno, cada región tiene lo suyo, y cada región se siente, de alguna manera, postergada, porque nosotros hemos vivido más de cien años en una provincia muy centralizada en Santa Fe, donde todo se decidía en Santa Fe, donde el gobernador y su equipo de sus ministros eran santafesinos, la mayoría por lo menos, y donde las políticas se decidían en Santa Fe, ni en Rosario ni en Venado Tuerto, ni En Tostado, en Santa Fe. Entonces ahora quebrar esa lógica y lograr una cosa más descentralizada y un gobierno provincial que esté más cerca del interior, va llevando su tiempo, pero creo que vamos avanzando en ese camino.

-Recién manifestaba que una de las prioridades es la seguridad. Pero supongo que también hay problemas que se distribuyen según a donde uno va. O sea, no creo que en algunos lugares la seguridad sea una prioridad como es en otros.

No. Claramente Rosario y Gran Rosario, un poco menos en Santa Fe, a pesar de que los índices de violencia en Santa Fe es muy parecido, pero tiene como menos impacto social, por alguna razón, pero también es un tema en Santa Fe, en el gran Santa Fe también. cuando nos vamos más hacia el interior empieza a decaer el tema de inseguridad y empiezan a aparecer con más relevancia el tema de las rutas, el tema del agua potable, el tema del gas natural, de la energía, el trabajo, el tema de las viviendas son las prioridades en el interior.

-Otro tema que planteó es el tema de la creación de puestos de trabajo, 200 mil. Es un gran desafío. ¿Cuáles son las ideas para empezar a generar esos puestos de trabajo?

El otro día estuve en Berabevú, en Caseros, por ejemplo, hay un grupo de productores pequeños de esa zona y se agruparon más o menos unos 20 productores, están invirtiendo con apoyo de la provincia, construyendo un molino harinero para procesar su propio trigo y producir harina. Y ya tienen en proyecto, apenas terminen esto, una fábrica de pastas, para procesar la harina y ya vender pasar. Cada uno de estos eslabones produce trabajo. Ellos, cuando terminen ese proceso, van a haber producido unos 40 puestos nuevos de trabajo en un par de años. Y creo que ese proceso, que se está repitiendo en distintos lugares de manera bastante espontánea, si lo potenciamos desde la provincia, es decir, agregar valor a nuestra producción, eso es empleo. Y eso es trabajo. Y eso es crédito, es asistencia técnica, estamos trabajando sobre una herramienta de financiamiento bastante innovadoras, además de lo que podamos hacer con nuestro Banco de Santa Fe, que ya no es el banco provincial de Santa Fe, es un banco privado. Pero estamos estudiando lagunas estrategias, la creación de la corporación financiera, que sería un organismo financiero no bancario; crear un pool de bancos locales para generar una alternativa financiera más local y con una mirada más productiva. Así que yo estoy seguro que podemos lograr ese objetivo. El turismo es otra gran fuente generadora de puestos de trabajo, y en Santa Fe estamos recién en pañales en el tema de turismo, un poco más aquí en Rosario, algo en Santa Fe, algunas localidades de la costa han hecho algo, pero tenemos una potencialidad muy importante en ese rubro. O sea que vamos a cumplir ese objetivo. La economía solidaria, la economía social, las cooperativas, las mutuales, las cooperativas de trabajo son otra variante para muchos sectores sociales para lograr trabajo.
-¿Cómo maneja la relación suya, usted y el Socialismo, para con una base radical? ¿Qué le piden los radicales cuando se encuentran con usted?

Establecer a lo largo de estos años una relación muy colaborativa con el radicalismo. Muchas coincidencias en lo político, incluso en lo programático. Yo voy a tener una boleta donde probablemente va a haber dirigentes importantes del radicalismo, ya los hay hoy. De hecho, mi candidato a vice gobernador es Fascendini, ministro de la Producción de Antonio Bonfatti. Yo creo que nos complementamos, y que hemos consolidado ese Frente Progresista que cumple este año 20 años.

-Tengo una duda sobre eso. Usted, ¿cuando empezó a militar en el centro de estudiantes?

1973.

-La otra vez decía: este hombre está militando en el socialismo por 30 años. No estoy equivocado.
Un poco más también. 40 años.

-¿Por qué digo esto? Porque más allá o más acá de lo que se diga, hay todo un armado socialista, a eso me refería. Usted va a tener una fotografía que ningún otro socialista tuvo. ¿Qué fotografía? Más allá de Estévez Boero, que falleció, el total de los socialistas que en el 83, para marcar la fecha de la democracia, arrancaron a pelear la historia del socialismo en la provincia de Santa Fe, van a estar cerca suyo los miércoles y jueves, porque usted va a tener allí a Di Pollina el más pendex, a Cavallero, lo va a tener a Bonfatti, lo va a tener a Giustiniani, y va a tener también una bocha de mujeres socialistas puestas allí. Esa foto la va a tener usted, ningún otro socialista tuvo esa foto.

Sin duda. Y además el hecho inédito también en la provincia de Santa Fe de que haya un gobernador en ejercicio y un ex gobernador presidiendo la Cámara DE Diputado, como probablemente lo va a hacer Antonio Bonfatti. Con lo cual se va a dar una oportunidad única de tener sintonía, sintonía fina entre la legislatura y el gobierno de la provincia. Así que nos genera esto muchas expectativas.

-Desde el punto de vista del análisis político, ¿no será verse replegado en la provincia ante la imposibilidad de que el Socialismo crezca en la Nación?

Bueno, creo que el escenario nacional ofrecía, y sigue ofreciendo, muchísimas posibilidades para un proyecto progresista. Si nosotros pudiéramos trasladar matemáticamente esta experiencia santafesina con sus mismos integrantes, que fue lo que intentamos hacer con el Frente Amplio UNEN, a nivel nacional, yo no tengo ninguna duda que estamos peleando una presidencia. Ahora, eso no lo entendieron los dirigentes, nuestros socios nacionales no lo entendieron.

-Los radicales.

Ni Elisa Carrió, ni Ernesto Sanz, ni otros dirigentes del radicalismo. Lamentablemente. Creo que han elegido atajos que no sirven, no les van a servir a ellos, y tampoco le sirven al país, porque en definitiva nosotros tenemos que construir propuestas políticas serias, coherentes, que tengan proyecto de futuro. Los rejuntes electorales, ya lo demostró la Alianza, son un fracaso, no terminan bien. Tenemos que ser francos con la gente, tenemos que ofrecerles cosas creíbles, que sean sólidas, sustentables, que se puedan sostener en el proceso electoral, pero que sobre todo se puedan sostener en el gobierno si nos toca gobernar. Esa ha sido nuestra intención, lamentablemente no fue posible en esta oportunidad. Pero yo creo que ese espacio existe y vamos a seguir trabajando para que en el 2019 tengamos una fórmula progresista muy competitiva y con figuras de Santa Fe.

-Corríjame este planteo. El gobierno del Frente progresista, desde Binner y con Bonfatti -si usted gana, con usted, y si no, chau- ha planteado dos o tres cuestiones que para mí son parte del modelo Santa Fe. El primero, un pacto con el radicalismo y otras fuerzas menores que permiten otro juego distinto a los pactos que se hicieron fuerza de la provincia. En ese juego ha habido una resolución fenomenal en el tema educación y cultura, primera dividiéndolo. El hecho de que haya un Ministerio de Cultura y un ministerio de Educación permite dos presupuestos, dos modos distintos de ejecutar, no hay una lucha gremial que impida que Cultura se mueva, y no hay una resolución cultural que joda a los maestros. Esto es bueno. Obvio que el tema salud es la niña de los ojos del Socialismo, así que ha habido en eso un avance muy grande. Para mí lo que hizo el ministro Supeti, de Binner, en Justicia no fue bueno, tengo objeciones, pero finalmente el tema de los fiscales es lo que está haciendo en la nación. Donde ha habido un desastre es en policía. De modo que a usted le toca continuar lo de Educación, lo de salud, resolver lo de economía, que siempre es la guita que hay, y resolver el tema justicia y el tema policial. ¿Estoy muy equivocado en esto que planteo?

Estoy de acuerdo en un 80%. No estoy de acuerdo en que lo de la policía haya sido un desastre.

-No fue un triunfo....

Claro. Creo que estamos a mitad del partido, en un partido muy chivo, porque enfrentar a la policía o a la transformación de la policía, y enfrentar a la violencia y al narcotráfico no es un partido fácil para nadie.

-Si quiere le agrego una: desde que entró el Socialismo aquello de recolectar para la coron- no funcionó.

Es bueno decirlo, porque el tema, para decirlo de otra manera, del doble pacto es algo que ha funcionado históricamente y que sigue funcionando en muchos lugares. Y funciona, efectivamente, el doble pacto que permite una cierta complicidad entre el poder político y el poder policial, con el objetivo de mantener ciertos niveles de delitos controlados por la propia estructura policial, delitos pactados, sigue funcionando en muchos lugares. No ha sido así en Santa Fe. Y nos hemos involucrado en una transformación quizás con falta de experiencia, pero yo digo, ¿quién tiene experiencia en Argentina en reformar un sistema policial? Lo intentó Arslanián, hizo algo en Buenos Aires, y todo eso volvió para atrás; algo se hizo en su momento en Mendoza y terminó en un gran fracaso y no hay ninguna otra experiencia. Nosotros estamos haciendo una experiencia positiva, que seguramente tiene aciertos, tiene errores, tiene marchas y contramarchas, porque hubo que formar equipos, traer expertos internacionales, formar policías que no estaban formados, porque, la verdad, de la policía nadie se ocupó durante 50 años. ¿Qué gobernador tenía un discursó en su plataforma de gobierno para la policía? Era un tema que funcionaba solo. De golpe, cuando la violencia empezó a pasar de la última hoja de los diarios a la tapa, fuimos a buscar la policía; pero claro, no era la policía de Francia ni la Scotland Yard, era la policía que teníamos.

-Había quedado descuidada de 50 años.

Exactamente. Y ahora hay que transformarla, pero hay que transformarla en el medio de la tormenta, porque hay violencia, hay narcotráfico, hay inseguridad y además hay que hacer un cambio en la policía. Y creo que en ese trabajo estamos, y yo creo que las líneas gruesas de la tarea que se está haciendo son correctas. Quizás haya que hacer ajustes, y yo en eso me he preparado mucho y me siento capacitado para encararlo, porque creo que lo que hace falta es mucha gestión, mucha organización. En eso me siento muy fuerte, muy sólido. Por eso dijo que voy a ser el súper ministro de seguridad, voy a tener un equipo, un ministro, pero yo voy a ser el súper ministro porque voy a estar metido en ese tema especialmente, porq8ue además sé que en eso va mi futuro como gobernador si es que me toca hacerlo.

-Usted considera que este problema, tan antiguamente enquistado y con tantas ramificación en tantos espacios de poder y de la sociedad, ¿realmente cree que es posible revertirlo y controlarlo? ¿O solamente es posible acomodarlo y tratar de que no se desmadre?

Le voy a dar el ejemplo más emblemático: el mundo. Nueva York hace 20 o 25 años era la ciudad más violenta de los Estados Unidos y del mundo, tenía 10 a 15 muertos todos los días. El otro día celebraron que por primera vez en la historia de Nueva York, durante 12 días, no hubo ningún homicidio. Y hay otras ciudades del mundo que lo han logrado. Y nosotros lo vamos a lograr, porque además no hemos llegado, ni de lejos, a los niveles de violencia que han llegado otras regiones del mundo.

-Aquella reforma que se dio tuvo mucho que ver con una forma de atacar a la delincuencia, que fue la tolerancia cero. Acá hay todos los días situaciones y cuestiones que tienen que ver con derechos humanos y con determinadas cuestiones que impiden, lisa y llanamente, determinadas políticas de seguridad.

Pero ese debate yo creo que hay que darlo. Yo creo que nosotros no podemos ser ingenuos y pensar que con leyes y con mecanismos de procedimiento propios de una situación de absoluta normalidad podemos atacar una situación de emergencia. Las situaciones de emergencia siempre requieren soluciones de emergencia. En el marco de la ley, todo, por supuesto. Pero creo que hay que discutir y rediscutir algunos aspectos. Y en ese sentido yo creo que esos debates hay que darlos. Por supuesto, la ley penal de fondo es materia del Congreso Nacional y no lo podemos resolver provincialmente, pero sí hay que abrir algunos debates sobre el Código Procesal Penal, que es relativamente reciente en Santa Fe, pero que hay que hacerle ajuste. Incluso nosotros ya en el Senado aprobamos tres o cuatro modificaciones, estamos esperando que las aprueben en Diputados. Y creo que no hay que establecer una falsa discusión entre garantismo, derechos humanos u lucha contra la violencia. Tenemos que encontrar un punto de equilibrio. Necesitamos defender los derechos humanos, en eso nadie tienen ninguna duda, y garantizar los derechos humanos, pero eso no puede ser, de ninguna manera, contradictorio con el hecho de que le tipo que delinque tiene que estar preso y detenido; y aquel que entraña un riesgo para las personas, para la sociedad, debe estar a resguardo y el Estado debe garantizar esto. De alguna manera debe garantizarlo.

-Hay tres puntos que me gustaría plantearle. Uno es la vigilancia, el modo que tiene el Estado de auditar crecimientos inmobiliarios que parecen normales y a lo mejor no lo son. Segundo, si contamos desde Timbúes a Ramallo, sale 70% de la producción granaria. ¿Cómo solucionar que eso tenga algún mecanismo de seguridad? Hay un millón de camiones, no dos. ¿Cómo resolver que eso sea dinero, que sea limpio, transparente y que sea crecimiento? Son cuestiones que veo laterales, no sé si entran en un ministerio o si entran en su súper ministerio, como usted dice, o son problemas que, si usted no los ataca, terminan degollándolo y usted no sabe de dónde vino el lío.

Son problemas que hay que atacarlos. Obviamente los temas impositivos, el tema de aduana, el tema puertos, son todos temas del ámbito nacional. El tema lavado de dinero, si la pregunta iba por ese lado.

-Eso es lo que está dando vueltas. El blanqueo fácil y el contrabando impune

Claro, por eso es que nosotros, sin pretender echarle culpa a nadie y sin sacarnos la responsabilidad que nos compete como provincia, pero necesariamente en los temas que son de escala nacional, que además son delitos federales, necesitamos que haya una política nacional, porque eso nos va a ayudar a todas las provincias. Por eso yo decía, si la gendarmería lograr frenar la entrada de droga en las fronteras nos está haciendo un gran favor, si ponemos un fuerte control en los puertos para evitar evasión impositiva y para evitar lavado de dinero, o en la construcción, que es una tarea de la AFIP investigarlo, nos hacen un gran favor, porque con eso nos están resolviendo un problema grave, como es el dinero ilícito del narcotráfico o de otros hechos ilícitos, vaya a parar a la construcción o a otras actividades económicas. Hemos creado una secretaría de delitos complejos que está trabajando mucho y que se está especializando y creando u equipo realmente de alto nivel profesional para meternos en estos temas, a pesar de que no son de competencia provincial.

-¿Qué piensa hacer con su declaración de bienes?

Yo hago todos los años mi declaración de bienes. En la AFIP, como corresponde.

-¿Completa o primera hoja, como le permiten a algunos funcionarios K?

Yo hago mi declaración completa. Y la que me exigen también, en este caso, en la Legislatura. Cada organismo tiene sus propias reglamentaciones, pero siempre he hecho mi declaración de bienes. No tengo ningún problema para mostrar todo lo que uno tiene, que no es mucho por otra parte.

-Hay una menor, pero regional. Una vez comimos un bife con usted. Hace mil años, usted era intendente. Y me decía: acá vamos a hacer el puerto de la música. Y de un montonazo de obras que planteaba el Socialismo, el puerto de la música terminó en la nada. Se enojaron los de Vías Marítimas y Fluviales, 300 empleados pararon el tema. La cuestión en concreto es que en la región sur, en la ciudad de Rosario como cabecera, no hay un sitio para 10 mil personas, semicubierto, para los espectáculos a los que está acostumbrado Gira Mágica.

Una gran carencia. El puerto de la música tampoco resolvía ese problema, porque tenía una capacidad más pequeña. El proyecto que dio vueltas varias veces durante mi gestión, también durante la gestión de Mónica, pero nunca logró los inversores dispuestos a poner la plata, fue en la Rural. Hacer un estadio tipo Orfeo de Córdoba, de esas características, que sirva para espectáculos musicales, artísticos y también deportivos. Es un proyecto que yo lo tengo en mente. C reo que hay temas prioritarios y por eso no planteo ese tipo de proyecto en este momento, porque creo que hay otros temas más urgentes. Pero si en algún momento pudiéramos hacerlo, un estadio de esas características o un equipamiento para esa cantidad de público, si pudiéramos hacer el puerto de la música, son grandes proyectos que a veces pueden parecer un lujo para una ciudad que tienen necesidades por otro lado, pero yo digo que las inversiones en cultura…

-Yo creo que si no lo hace el Socialismo, no lo hace nadie.

Por eso. Ya que se toca el tema, ha sido uno de los grandes avances, fue uno de los grandes logros de estos años de gobierno, haber hecho de la cultura una política de Estado, una gran política de Estado. Primero en Rosario y luego en la provincia, haberle dado rango de ministerio, haberle puesto presupuesto, haber puesto en frente a una de las mejores gestoras culturales de Argentina como Chiqui González, que además ha desarrollado un trabajo fantástico en el interior de la provincia promoviendo las actividades culturales, promoviendo a los jóvenes que desarrollan actividades culturales.

-¿La va a mantener?

Sí, por supuesto. Sería, para mí, un lujo que Chiqui me acompañara y siguiera siendo nuestra Ministra de Cultura. Y a pesar de todo el esfuerzo que le ha puesto en estos años le queda mucha energía todavía.

-Sobre esto, y hablando de Ministerios, hay una relación histórica y que es histórica con el peronismo, y es el ministerio de Trabajo. El Socialismo puso un ministerio de Trabajo.. ¿Qué piensa hacer?

Bueno, yo siempre he tenido un buen vínculo con los dirigentes gremiales con los que me ha tocado trabajar, con los municipales, con un gran amigo que ya nos abandonó, como Néstor Ferrasa, con el cual construimos una relación de aprecio personal durante muchos años, con los dirigentes de la UTA y otros gremios con los que hemos interactuado en estos años. Yo creo que los gremios tienen que ser aliados de un gobierno como el nuestro, porque somos un gobernó progresista, que avanza con los derechos de los trabajadores, que tiene proyectos de educación pública, de salud pública, de vivienda social, de cultura, de deporte social en los barrios. O sea, nuestro proyecto político es un proyecto para los sectores populares, para los trabajadores en particular. Así que no tengo ninguna duda de que vamos a tener acompañamiento de los gremios, tanto de los gremios estatales o públicos como de los gremios privados, más allá de laguna disputa salarias, como corresponde. Yo creo que los gremios deben ser aliados de los gobiernos en la transformación del Estado y también en lograr mejores condiciones de vida para los sectores populares. Creo que todos tenemos el mismo objetivo.

-¿Qué frase usaría para que un socialista lo vote? ¿Qué frase usaría para que un peronista lo vote? ¿Y qué frase usaría para que un radical lo voto? Vamos con los radicales.
Que la sociedad que hemos establecido con el radicalismo en la provincia ha permitido que Santa Fe progrese, que Santa Fe avance con el gobierno del Frente, pero además ha permitido un desarrollo político del radicalismo y del socialismo. Es decir, una buena sociedad en que los dos socios principales, y también los socios menores, se han visto beneficiados como debe ser. Así que estoy seguro que el radicalismo nos va a acompañar. De hecho, la mayoría de los dirigentes del radicalismo de la provincia no están acompañando. Yo siento una gran sintonía con el radicalismo, sobre todo en el interior de la provincia, y estamos construyendo una sólida base para encarar el proyecto de gobierno de los próximos 4 años.

-¿A los peronistas?

A los peronistas les diría que quien mejor puede expresar las banderas históricas del peronismo, de la soberanía política, de la independencia económica, de la justicia social, somos nosotros. No creo que los otros candidatos puedan expresar esto de manera más coherente, y yo me siento además muy cómodo con muchos dirigentes del peronismo, con los senadores del peronismo con los que ha compartido trabajo en la Cámara, con ellos he construido una amistad y una relación política muy importante.

-¿Y a los socialistas?

Que somos el socialismo. Somos el socialismo moderno, que crece en Argentina, cómo no nos van a votar los socialistas.

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