Google+ Raúl Acosta: El debate rosarigasino

lunes, 1 de junio de 2015

El debate rosarigasino

Periodismo militante


El domingo 31 de mayo, con acuerdo de los dos canales abiertos de la ciudad de Rosario (cadenas de Canal 13 y de Telefé) con más Multimedios La Capital (Diario y Emisora LT8 AM) Radio 2 (LT2, de Canal 3 y cadena con Canal 13) y LT3 Radio Cerealista de Rosario (Grupo Whpei) se produjo el encuentro televisivo entre cinco candidatos a intendentes de Rosario.

No hubo debate según formato clásico. Plano americano. Sin zócalo. Dos minutos, sin cortes ni repreguntas. Cinco temas. Un minuto de refutación. Participaron Mónica Fein por el FPCyS, Anita Martínez por el PRO Peronismo, Alejandro Grandinetti por Frente Renovador, Roberto Sukerman por el FPV y Edmundo Filkenstein por el Frente de Izquierda.
El debate fue propiciado desde el oficialismo después de los resultados de las PASO (Mónica Fein, actual intendente, no resultó ganadora individualmente). Todos los periodistas de la región pedían entrevistas conjuntas en sus programas.

En Rosario se produjo un fenómeno en MdeC. El entusiasmo volvió militantes partidarios a muchos. Embozados algunos, desembozados otros; todos abrieron su corazón. Carl Jung en su esplendor. La pasión y sus dos componentes basales aparecieron.

Desde que Néstor Kirchner obligó a jugar sin antifaces el periodismo creció en compromiso. Se terminó buena parte de la retórica confusionista sobre la independencia periodística. Cualquiera que viaje (y lea y/o escuche) sabe que en el mundo el periodismo es una toma de posición para informar sobre acontecimientos excepcionales. Nadie cuenta lo común y nadie narra lo acontecido sin tomar partido. Periodistas con muchos años de trabajo advirtiendo (pura aventura) que fulanita cerraría un Centro de la Memoria para reponer un bar y que no podía gobernar porque no había gobernado antes fueron moneda común. Alma de baricada.

El más gracioso disparate es que se imputase a una candidata que no podía ser intendente porque había sido periodista y nada se dijese de otro candidato, que también era periodista. A este disparate lo alcanzaba la definición de otro veterano que insistía que una candidata era la peor que podía haber elegido el partido pero la mejor de plaza. Rarezas de un estreno: el periodismo militante.

Con este clima, tan adulto como de estudiantina, se produjo el encuentro. A las 20 horas, acababa de perder Rosario Central ante Ríver, en poco tiempo empezaba Boca versus Vélez y a las 22 avanzaba el tanque Lanata. 

Se suponía que ante las cámaras ganaría la mas avezada en gobernar (Mónica Fein) y que la fierecilla indomable, Anita Martínez (a quien denostan todos los periodistas enrolados en la izquierda) lloraría en mitad de un papelón en vivo. Repitamos dichos de Saúl Ubaldini. Ni una cosa ni la otra sino todo lo contrario (¿?)

Al debate llegaba Anita Martínez con una intención de voto con varios puntos arriba de Mónica Fein. Mónica Fein a su vez le sacaba 10 puntos a uno y 20 a otro de los candidatos. La medición de Filkenstein es la de la honra. Ni se menciona. Participar es su medalla y que la izquierda tenga a un buen hombre como candidato es sabio. También un alivio para las otras fuerzas. “Muni” Filkenstein es solo testimonial. 

El objetivo de Sukerman (FPV) fue el conocido. Pelear contra el PRO Peronismo y (indirectamente) ayudar al FPCyS. Tarea cumplida. Se olvidó lo mejor de si: profesor de derecho constitucional en la UNR.

No es poco.

El objetivo del ex colega Alejandro Grandinetti (FR) era que lo conociesen mas y lo tomasen mas en serio. Ampliamente logrado. Pocos yerros de lenguaje y seguridad en lo que dijo. Subió en la estima. Con una espalda partidaria importante otro hubiese sido su destino. Hoy Sergio Massa no puede ayudar a nadie. 

Entre Anita y Mónica se dirime la ciudad. Antes, durante y después del encuentro fue y es así. La primera demasiado seria, hasta el punto de perder su arma mas poderosa: espontaneidad y simpatía. La segunda pálida y a la defensiva. A las dos señoras el trabajo de sus asistentes actorales les quitó risa. Perdió mas Anita, porque Mónica hace rato que no se rie.

El saldo electoral es otra cosa. En votos no se sabrá hasta el 14 a la noche. En encuestas y focus group hasta el martes o miércoles.

Los periodistas están jugando (estamos) a la militancia (a veces sólo conveniencia) partidaria.

El mejor saldo del encuentro /no debate, se insiste/ ha sido que el periodismo ocupó su lugar. Nadie distraído, nadie inocente. En la previa y en esta, la reflexión posterior. Es lo mejor que nos podía pasar. Lo peor que los tiroteos, entraderas y muertes siguieron como si en la Región Rosario, en el fin de semana no pasase nada bueno y no fue así.

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