Google+ Raúl Acosta: "Hay dos versiones de cada hecho"

sábado, 8 de agosto de 2015

"Hay dos versiones de cada hecho"

Mónica Gutiérrez en La Mañana Entera


-Las elecciones de mañana, comportan un cierre de ciclo, un acomodamiento de la República, de la región Buenos Aires, de la provincia de Buenos Aires. ¿Cuál es tu mirada sobre esto?

Mañana vamos a tener unas PASO que son interesantes, vigorizan la política, pero la verdad que son complejas, sobre todo en algunos distritos. Ustedes ya votaron lo local. Nosotros tenemos toda la votación junta. Entonces, el que vota en Buenos Aires, en la provincia –que no es mi caso, porque estoy en Capital y es una boleta más corta-, pero en la provincia son 84 centímetros de candidatos y 7 categorías. Es votante entra al cuarto oscuro y entra a una situación, salvo que agarre la boleta completa o se la hayan metido debajo de la puerta y esté dispuesto a hacer lo que le manden, agarra una boleta donde tiene la posibilidad de pegar 7 tijeretazos, o 6. Y después el problema es cuando combinás adentro, porque si vos tenés la maldita desgracia de que en ese momento te mareaste o te confundiste y metés dos de la misma categoría, anulás el voto. Hay que ir despabilado. Yo diría que hoy hay que hacer una dieta de depuración de todo tipo y llegar lúcido.
Y después, bueno, la provincia de Buenos Aires, sería la madre de todas las batallas, como ya todos sabemos. Y me parece que esta vez más que nunca, y me parece que esa tremenda confrontación que va a haber mañana por el lugar del gobernador, me parece, preanuncia confrontaciones posteriores en el interior del oficialismo. Ni hablar para el caso que vuelvan a ser gobierno. Porque hay sectores internos que están pugnando por el poder, obviamente. Alguno puede decir “no, por el poder no, por proyectos diferentes”. No sé, lo que quieras, es probable que haya gente que esté pugnando por proyecto ideológico distinto para el país y otros estén pugnando por el poder. Y la verdad que la lucha por el poder es una lucha de titanes. De paquidermos.

-Hay algo que me interesaría que analices. Hace mucho tiempo que estoy sosteniendo que todos somos actores políticos, hay de primer grado y segundo grado. Los periodistas, en general, son actores políticos de segundo grado, salvo cuando decimos “vamos por un cargo”. Pero esta actuación política, esta incidencia sobre la política, ha tenido una situación de exasperación, de aumento, de exageración en los últimos tiempos. ¿Inferís que esto va a seguir? ¿Qué es una golondrina de verano? ¿O definitivamente cuestiones como la de Lanata, para citar la última, tienen una preponderancia que nos pone –y ahí estaría la pregunta- también en primer grado?

Al hacer el análisis hay que ponderar dos cosas. Una, los periodistas; y la otra, los medios. Los periodistas nos desarrollamos adentro de medios de comunicación y obviamente, cuanto más grande es ese medio, más poderoso es, más potencia tenemos ara los mensajes políticos. Me parece que la última década, década y media, el rol de los medios de comunicación, todos los medios de comunicación –los masivos muy especialmente-, se han convertido, por razones propias del desarrollo tecnológico y el cambio de la cultura y el acceso a la cultura del conocimiento, en actores muy fuertes del debate político. Los medios están en el medio de la escena política, son los que trasladan, los que vehiculizan todos los mensajes que tiene que ver con la política. Si vos analizás esta campaña, y en las anteriores, ya la plaza pública como lugar de encuentro y de concepto, está en la pantalla de televisión.

-No hay ágora. Los puntos de encuentros absolutamente masivos van por otro lado, no por el de la política. La política ha trasladado esa escena a los medios. Y dentro de los medios, después hay otro sub análisis de todo esto, es que se ha trasladado mucho la política a los programas no tradicionales de la política. A los programas que antes eran de interés general, de chimentos, magazines o como quieran llamarlos. Hay muchas maneras de analizarlo.

Y después hay otra, que es la que tiene que ver con el periodismo y los medios como actores fuertes de la política. Yo creo que durante esta etapa el gobierno kirchnerista ha puesto especialmente a los medios en esa situación y en ese rol. Porque al estar todo el tiempo señalando como la oposición a un determinado medio…

-Te subieron al ring.

Obvio. Y después de ahí: bajate. Porque la grieta, la polarización, si crees que eso existe… Yo creo, no digo el 100% de la sociedad, pero hay un núcleo muy grande de todos nosotros, hay algo que podemos llamar como una polarización extrema, a favor o en contra, que se fue profundizando con el correr de los años, meses. Eso en los medios es más que visible. A partir del debate de la Ley de Medios, el mapa de medios fue siendo transformado progresivamente, de manera muy drástica y sobre todo por acciones de índole oficial.

-Uno podría decir, para seguir con esta frase de subite al ring, una vez que te subieron al ring, andá a bajarte. Y creo que puede pasar una presidenta, peor no te bajás más como actor político.

Si alguien pasa por la calle y te moja la oreja, después te empuja, después te escupe, después viene y te golpea. Hay un momento que vos respondés de la misma manera. Es así. Y me parece que ese arrinconamiento toca niveles que… Después termina siendo todo lo mismo.

-Sobre esto, otro costado. Muchos analistas de medios de comunicación estudiaban a Iñaki Gabilondo, un periodista de primera mañana de Madrid, con trasmisión en toda España. ¿Qué estudiaban? Que mucha gente no leía ni se informaba en televisión de la noticias, sino que escuchaban la regurgitación que de ellos hacía Iñaki. Entonces, la interpretación de Iñaki era la que llegaba a cualquiera que se iba a laburar. Y entonces no era la noticia sino cómo la entendería Iñaki, en quien confiaban, lo que se daba a conocer. Lo que se convertía en noticia era la opinión sobre la noticia. ¿No es estará pasando algo de esto?

Tiene que ver con la misma cosa. Estamos analizando dos procesos que se cruzan de manera muy dramática. Uno tiene que ver con lo tecnológico y el despliegue de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, y lo otro tiene que ver con lo político. Si vos sos un ciudadano en Argentina y a la mañana querés saber qué está pasando. Prendés y escuchás TN, Canal 13, Radio Mitre, ahí tenés una parte de la verdad; y después ponés otro medio y te cuentan otra historia. Hay dos versiones de cada hecho. Choca un auto en la esquina y uno te va a decir que pasó el semáforo en rojo y el otro que no, que lo chocaron de atrás. es cierto. Entonces, ¿qué hacés? El hombre común, el que no tiene tiempo como nosotros de comer basura todo el día, va buscando alguien que se la lea y se la cuente. A mí me parece que es así. Y van comprando alguien a quien le creen un poquito más que a otro. Porque si lo escuchas a un señor que, como vos decís, regurgita todo lo que ya consumió, es porque quiere que ya se la den digerida., porque no tenés capacidad, tiempo ni ganas de comer de lo uno y de lo otro. Hay un núcleo de gente, muy poca, que consume las dos cosas y trata de formar su propio criterio; y hay otra, que agobiada, se va recluyendo en una versión de la historia y de la cree de punta a punta.

Y por otro lado, hay otro efecto, que tiene que ver sí con lo tecnológico, que es el caudal de información que recibimos hoy. Es demoledor. Vos tenés tantas maneras de recibir datos, información, cosas, que necesitás que alguien te ayude, como si necesitarás un newsletter, al interior de los propios medios. No de la realidad, porque para eso estamos tradicionalmente los periodistas: vas y contás, pasó esto y pasó lo otro. Ahora el periodista hace un resumen o pretende sintetizar todo lo que publica o todo lo que se publica que es relevante, que te puede interesar, te hace un menú. Y me parece que hacia eso, por lo menos esto lo he conversado con gente de las carreras de comunicación, que sigue estos fenómenos de la comunicación, cada vez más se está siguiendo al periodista que te da un panorama, que te hace una mirada de lo que ocurre desde su lugar, que te trae lo que puede ser importante, te lo ordena un poco. Dicen que vamos hacia eso.

Lo cual no es necesariamente bueno, pero la realidad es que nosotros recibimos a diario, todos, una cantidad de información descomunal. Nunca, en la historia de la humanidad, un hombre recibió en una hora tanta información como se recibe ahora.

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