Google+ Raúl Acosta: Mar del Plata está en Argentina

lunes, 1 de febrero de 2016

Mar del Plata está en Argentina

Editorial en La Vereda de Enfrente


 
 Varias cosas ocurrieron para que este sea un verano absolutamente diferente. La primera, el cambio de gobierno municipal, provincial y nacional. En algunos sitios los gobiernos municipales y provinciales siguieron una lógica tranquila; esto es, en la municipalidad de Rosario, los que estaban bueno, siguieron. En la provincia, la agrupación política, un frente, el Frente Progresista Cívico y Social, también continuó. En la nación, no. En Provincia de Buenos Aires esto fue una debacle. Nadie creía que iban a perder los que perdieron. Todavía están negociando con pastillas ansiolíticas a granel y divanes a montones, cómo internalizar y manejar psiquiátricamente el bien perdido. En la municipalidad de Mar del Plata ocurrió, en la Provincia de Buenos Aires ocurrió y en la Nación ocurrió. El fenómeno nos abrazó.

 Este es un acontecimiento particular. Previo a la temporada todos en jubileo. Quedaron liberadas muchas trabas o pactos, resoluciones, convenios tácitos, entre playeros, hoteles, restaurantes, direcciones de turismo, convenciones colectivas de trabajo... todo suelto. Mar del Plata no tuvo el “Ahora 12” para los paquetes turísticos, ni tuvo el “Ahora 12” como paquete para los hoteles. ¿Qué quiero decir? Desde Rosario, los colegas  decían "quiero ir a un lugar de Brasil, a tal hotel, con tal avión" ¡Páguelo en doce cuotas! Usted decía "quiero ir a Mar del Plata"... okey, pague ya. Esa diferencia es muy importante. Muy, pero muy importante.

 Después está lo que sucede con los sitios donde nadie hace chas chas en la cola. Los precios de la hotelería, de los restaurantes- los precios de Mar del Plata tenían un porcentaje muy alto, casi exagerados--, una suba notable sobre lo que era octubre, noviembre. Una diferencia muy grande entre noviembre y enero. Cuando digo muy grande, digo un plato de queso cortado en dados, que yo como en Córdoba, en Rosario, en Buenos Aires, en Mar del Plata, que como en Madrid, porque pido lo mismo... Un plato de “queso barra”  cortado en dados costaba, en Mar del Plata $100, y un agua mineral $35. Un agua mineral y un plato con queso $135 para decir "hola" en un bar sobre Güemes.. Si repetía el plato con queso, estaba en $235 y había comido dos platitos de queso, que ni siquiera lo traían con rodaja de pan, sino que lo traían. Esto, es autoreferencial, lo siento. Algo general: "menú económico - $240". Vaya, vaya la vida. Dos menúes económicos $500 ¡Help! Porque ahí no hay vino! La hotelería otro tanto. Los trapitos, otro tanto. Los estacionamientos, otro tanto. A lo que debe sumarse una situación en el país que no era la misma. Señores, se acabó el relato, apareció la vida.

 Aquello que durante 12 años estuvo escondido, mentido, tergiversado, que era cómo nos íbamos comiendo nuestro propio bolsillo, apareció de golpe y muchos dijeron "bueno, vamos a ver cómo viene el viento y vamos a desensillar hasta que aclare”. Durante mucho tiempo se dijo "esto alguna vez habrá que sincerarlo". Comenzó el sinceramiento, y el sinceramiento es jodido, porque indica que vos querés correr y apenás si podés caminar. Que vos querés dormir, y de casualidad si podés cerrar los ojos un rato.

 En el 2015/16 La vida empezó a ser diferente. Mar del Plata lo nota. Y en los espectáculos, otro tanto, porque si estaba caro el plato con queso a $100, imagínese que una platea a $500, en ese mismo sitio, era también incómoda para pagar. Cualquiera sabe, tres personas, $1500, tres platitos de queso, $1800 y lo único que hiciste fue ir al teatro y comer un plato con queso y tomar un agua mineral y gastaste $2000. Socorro. No hay guita que aguante en la clase media y en la clase media-baja. Si a eso se le suma que Brasil de verdad te da doce cuotas y que algunos sitios del sur, también te dan doce cuotas, la situación es distinta.

 En la zona que puede llamarse "casco céntrico del veraneo" (Playa Grande) la merma no fue tan grande. En la zona clase media-baja que es Punta Mogotes, la merma era notoria. Los balnearios de Punta Mogotes por las radios regalaban estadías y carpas durante todo el verano, "los jueves venga, todo gratis, con la comida incluída" si gana el sorteo, con los últimos tres números de su documento”… . Si en diez radios hacían eso, estaban entregando diez carpas. Diez carpas un jueves, en enero, indica algo sencillo: no las tenés vendidas, bichito de luz. En  balnearios importantes de Punta Mogotes, con algunos rosarinos conocidos, el tema era de lágrimas. Se escuchaba la propaganda, las lagrimas en las radios.

 ¿Qué indica esto? Porque algo parecido sucedió con el espectáculo en Carlos Paz. Indica que Argentina está acomodándose a un bolsillo flaco. Si a eso se le suma que nos reímos porque la injusticia de muchos años está cubriéndose con el aumento del kilowatt-hora en Buenos Aires (nos reímos como la hiena, porque porque a nosotros también nos va a aumentar) Si a eso se suma que en algún momento va a aumentar el gas y que cuando aumenta el kilowatt-hora aumenta todo aquello que necesita electricidad para sostenerse: ejemplo, los supermercados, los edificios, los cines. Todo lo que trabaja con electricidad va a ser aumentado. Y lo dicho: falta el gas.

 Que esto era necesario, sí. Que en doce años de kirchnerismo nos fabricaron este hueco, sí. Que este hueco lo van a pagar los pobres, sí. Lo vamos a pagar los pobres. Nunca los ricos pagan estas cosas. Nunca. Que la culpa es de Cristina, sí. Que quien está poniendo la cara es Macri, sí. Que lo van a insultar a Macri, sí. Que debía haber blanqueado todo esto de otro modo, sí. Que nos estamos jodiendo, sí. ¿Cómo vamos a salir? Ah... ah. Hablen con Mandrake o con Maxi K. Es mas o menos lo mismo. Por ahora algo es seguro. Desde el 2016 MDQ está en Argentina…( y así le va)

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