Publicado en diario La Capital, 27 de julio de 2016
Debemos asumir, definitivamente, que
Mauricio Macri es el presidente de todos los argentinos. No es la suya una
personalidad avasallante al estilo CFK, que impedía que a su lado creciese la
hierba. A este presidente, de la centro derecha democrática, debemos asumirlo.
Cristina fue una Atila de la política
y acaso, solamente acaso, la lógica de construcción peronista del poder (desde
el poder) esté en la genética del PRO Cambiemos y a eso se deba, justamente,
que cuando sus funcionarios traen a provincias dineros que son obligatorios los
exhiban como graciosos regalos y exijan la misma humillante sumisión del grupo
K. Es así. No debería ser así.
Entre quienes deben asumir que MM es
el presidente está el FPCyS en sus dos facetas. Los funcionarios provinciales y
municipales y los políticos. Actúan de un modo esquizoide. Las mismas personas
que dicen una cosa como partidarios políticos, se contradicen cuando contestan
como funcionarios. Lo dicho vale para radicales y socialistas.
El Pro Cambiemos debe una inmensa
cantidad de dinero a la provincia. Prepárese para los ceros. Al menos 40.000
millones de pesos. Es una sutileza decir que lo debe el Estado Nacional. Quien
se niega a pagar es el PRO Cambiemos. Opinión: no lo pagará nunca. Insultan a
Lorenzeti del mismo modo que hizo CFK por el fallo de la CSJ. Debajo del
“fulbito” está el juego por los porotos.
El PRO Cambiemos quiere cambiar el
sistema de coparticipación federal (un imposible, porque se necesita un macro
acuerdo total de las provincias y sus respectivas cámaras que no se logrará) Lo
precisa para endeudarse en 20.000 millones de dólares en 2 años con Provincia
de Buenos Aires, sus coimas, asesinatos, narcotráfico, inseguridad e
indefensión. Debe blindar a María Eugenia Vidal, la dueña de los votos. Quiere que
lo paguen todas las provincias. Necesita diputados y senadores que lo aprueben,
necesita que salga por Ley, sería muy grotesco un DNU por ese monto, muy CFK.
Precisa a la Vidal y sus votos para el 2017. Es el 40% del país. Si lo pierde
fracasa para siempre.
El presidente conoce bien la bota
santafesina. La guerra de Secesión aún existe. Reconquista no es Rufino y Santa
Fe no es Rosario. Nada unifica, en el territorio, a los dirigentes. Nada. El
“negro” Olivera, eficaz bombisto en legendarias peñas folclóricas de San Justo,
es titular del PJ provincial y aquí ni en la peña “La blanqueada” lo conocen.
Cuando la Carrió dice en Santa Fe,
delante de Corral, el intendente y titular de UCR, que el candidato para 2019
es Luciano Laspina (un NyC rosarigasino) revuelve mas las aguas.
Para Macri el peronismo santafesino
aún es Agustín Rossi y desearía que siguiese así. Agustín asegura división y
pocos votos propios. En el Sur de la provincia Perotti no tiene señal de
ajuste. Falta un nombre, todos lo conocemos, nadie lo dice. Ni los“pejotas”.
Cuidado: existe.
Cuando Macri define a Lifschitz como
su contrincante territorial manda a retiro a Hermes Binner, que todavía es
diputado nacional y descalifica como su rival a Antonio Bonfatti, diputado
provincial y titular del PS en Argentina. Solo falta que cite a Rubén
Giustiniani a Casa Rosada. Lilita sería feliz, la acompañó en un rotundo
fracaso electoral. Advierte debilidades que otros niegan o menosprecian.
Mauricio está trabajando políticamente con datos que le acercan. No hay yerros.
Subir a Lifschitz al ring es una señal fortísima. Allí está la oposición, el
peronismo santafesino no existe. En Rosario no hay nadie. El radicalismo es un
aliado interno. Sergio Massa en Santa Fe es un ausente con aviso. Alguien
carga esos datos. Macri ejecuta. Calculo de posibilidades. Ingeniería.
Elecciones.
Macri trabaja con otro escenario,
absolutamente mediático. Lo que se dice en Rosario queda en Rosario, excepto
que “rebote” en Buenos Aires. La dependencia de los medios nacionales es cada
vez mas preocupante y eso: alguien debería preocuparse. Pronto pondrán
candidatos locales desde la Casa Rosada y por TV. De eso se trata, del viejo
pleito de unitarios y federales.
Detrás de los fuegos artificiales hay
cuestiones muy duras. Una Mega Estación debajo del Obelisco con impuestos
nacionales y DNU de Macri es un despropósito. Costará 80.000 millones de pesos.
Carísima Ya es un hecho. Todas las provincias a llorar a la Iglesia. A
propósito, sigue atrasado el tema aborto legal. Antes CFK y ahora MM, ambos
tienen miedo de Pontifex.
No inscribir las declaraciones de MM
en un entramado general es fallar en la lectura.En el GPS
del compañero presidente hay olvidos voluntarios. MM no ha resuelto si explica
(o no) cómo es la política de adelgazamiento del bolsillo a la que estamos
sometidos. No hay un plan económico a 5, 10 o 15 años. Las miserias
energéticas duelen. La negligencia K es un crimen. Duda en las acusaciones.
Desde el PRO Cambiemos deben información. Verdad y mentira del
país fundido. Qué dejaron en pié los integrantes de la monarquía populista.
Claramente. Que robaron. Que reventaron. Que sirve y que no sirve. Listado
completo ya. El costo del relato debe conocerse. En el 2015 CFK todavía hablaba
del infierno del 2001. Ufa, che, no empiecen con eso.
En la hoja de ruta debe estar inscripta la izquierda protestona
(Quebracho y La revolución cubana con OSDE en casa) y por tanto sabe cómo
manejarse ¿Figurarán los que no se quejaron nunca de viviendas que no vinieron,
coparticipación robada, y silencios complicados? El Global Position System es
perfecto. Actúa con todos los datos que le cargan. Nada mas.
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