Miguel Lifschitz es el gobernador socialista con mejor imagen en Santa Fe (ciudad) del listado que componen Binner, Bonfatti y el actual. Lo quieren mas en la ciudad capital que en sus pagos rosarigasinos. No tendría problemas de imagen en el 2017, donde sólo debe decidir la fecha de las elecciones provinciales. Ni los socialistas ni los radicales le dan, por ahora, la posibilidad de la Reforma Constitucional. Sostener una “secretaría de la reforma”, con los sueldos que paga la administración provincial, es poner ceniceros de bronce lustrado en una bicicleta; lleva 8 años de nada. El señor gobernador debería / podría presumir de la obra pública que vendrá. Entre créditos externos y decisiones nacionales Santa Fe tendrá eso: trabajo en la obra pública. Por allí vendrán los aplausos.
Bonfatti consiguió la mayor cantidad de votos (superó al gobernador) como primer diputado. Hoy las encuestas (accedimos extraoficialmente a una de teléfonos fijos y otra de calle) no dicen lo mismo, muestran algo totalmente diferente.
Omar Perotti es el peronista mejor colocado en la provincia, mucho mejor que cualquier otro pero, ay, ay, lo suyo no es Rosario. Será senador hasta 2021. Puede deshojar todas las margaritas que se le ocurran y se cree que no moverá mucho sus pies en el 2017.
Ya una vez la discusión Perotti / Bielsa anuló una fórmula con posibilidades y la arisca arquitecta, poco afecta a las concesiones y los pactos, se debate entre quienes la recuerdan y quienes no saben de qué se trata (la franja etárea mas joven la desconoce absolutamente)
Alejandro Grandinetti no tiene existencia real mas allá de Rosario y en estos, sus pagos, no conserva el caudal que, asombrosamente, lo hiciera asomar como una esperanza. Del 5 de febrero de 2015, que dejó el periodismo oficialmente, a su candidatura a intendente y sus votos para llegar a la diputación nacional ha pasado poco tiempo. Quiere ser candidato a gobernador en 2019, cuando vence su mandato. Puede cantar a Alberto Cortés. Ni poco ni demasiado…
En Rosario la repulsa por Binner es grande, pero mas grande el negativo de la señora intendente, recientemente abuela. Entre bueno y regular (12% y 22% respectivamente) no logra, la señora Mónica Fein, sostenerse gratamente. La situación no es mas ingrata porque no hay un oponente claro.
La ausencia de una oposición municipal y/o provincial personalizada agiganta un número que todos conocen y nadie menciona. Mauricio Macri sostendría un 25% de bueno y un 25% de regular. Con esos porcentajes es MM el gran elector en la provincia, no precisa ningún Midachi. Mauricio decidiría candidatos a Diputados nacionales y concejales de su espacio. Tiene espaldas. Atención: 12% y 20% serían los números de CFK. Cristina no es inocua. Con esos números Agustín Rossi aspiraría a una diputación y aseguraría el triunfo de cualquier otro espacio, menos el peronismo. Tiene lógica, la lógica K.
Digresión: ni Brieva, el sector K del grupo, mas el sector M (Del Sel) mas el sector ganadero (Volpato) aseguran aplausos en un posible retorno.
Los números de Mauricio hacen callar a la mas revulsiva de sus operadoras: Patricia Bullrich y llevan a otros territorios a la mas incontrolable de sus asociadas: Elisa Carrió. Está claro que ambas son funcionales al Macrismo y el antiperonismo respectivamente.
Hay un lote de personalidades políticas con existencia local y juego de porcentajes que se relaciona con el espacio político al que pertenecen. Ciciliani, Laspina, Giustiniani, Javkin.
Los cuatro ostentaron u ostentan una representación nacional. Alicia Ciciliani atada a una lógica partidaria de suicidio, de la que debería intentar liberarse; Ruben Giustiniani (ambos socialistas) está en eso y jugaría en el 2017. Luciano Laspina depende del dedo de Macri y conserva limpios sus pergaminos de lealtad. Pablo Javkin se despegó de la Carrió y está en el peor lugar: funcionario de la señora Fein.
Los números rosarinos de Corral, el intendente de Santa Fe, no son malos, si la esperanza del “no lo conozco” (70%) se convirtiese en votos soportados por la espalda de Mauricio. El eterno concejal y - a la vez ejecutor fiscal - Jorge del Rosario Boasso, si la espalda de Macri lo aguanta como candidato a diputado nacional, arrancaría con un negativo altísimo, mas del 40% no lo querría nada.
Un misterio profundo: las listas que se condicionan por el voto femenino y la ley de paridad, que el senado provincial vetaría. Alejandra Vucasovich, Daniela Leon, Gisela Scaglia son perfiles interesantísimos para un crecimiento. Les cabe lo mismo que a Corral. El alto desconocimiento es una buena noticia.
Por cuerda separada el enojo que estos números provocaron y provocan. A nadie le gusta que lo desnuden en la calle. A nadie o casi nadie.
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