Google+ Raúl Acosta: Hortensias

viernes, 23 de diciembre de 2016

Hortensias



Publicado en el diario La Capital, 23 de diciembre de 2016

Viernes 23. Junto al mar. Hay una historia indecisa, acaso equívoca, sobre las novias, los casamientos y la planta de hortensias. Que impiden casamientos. Nada cierto. Nada. La ciudad de Mar del Plata tendría menos casamientos que la media nacional, teniendo en cuenta la profusión de hortensias en sus jardines.
Está la fenomenal narración (que recomiendo) de Felisberto Hernández y su muñeca: Hortensia. La época en que escribiera su relato el uruguayo (en la década del ’40) lo pone por delante de Asimov, de “tres veces Ana” de David Kohan y del texto de Serrat (De cartón piedra). Pero esas son otras historias. Eso es literatura y las hortensias son plantas.

El género “Hydrangea” incluye plantas ornamentales, comúnmente conocidas como hortensias, nativas del sur y el este  de Asia (concretamente de China, Japón, Corea, el Himalaya e Indonesia) y de América. La mayor diversidad de especies de este género se encuentra en las zonas de China, Japón y Corea. La mayoría son arbustos de entre uno y tres metros de altura, algunas son árboles pequeños y otras son lianas que pueden alcanzar los treinta metros trepando por los árboles. Pueden ser de hoja caduca o de hoja perenne, no obstante las más ampliamente cultivadas, que son especies de climas templados, son de  hoja caduca. Comprende 201 especies descritas y de estas, solo 43 aceptadas. Eso es lo botánico. La vieja ciencia del herbolario y el jardín de invierno. Son tan lindas las hortensias… y hay que cuidarlas poco, eso es bueno.

Antoniucci tiene vivero, su papá tenía vivero y buena parte de las plantas de la región tienen origen en semillas y/o curaciones del viejo tano y este, su hijo que ya tiene nietos. El habla de las hortensias.
  
“Las trajeron en abundancia sobre el 1930/40,  cuando se armaron los caserones en la ciudad y los amplios jardines requerían atención”.
  
El conocedor sigue el relato: “la hortensia es una planta vistosa que tiene dos secretos que ayudaron a que se use mucho. Se contrae en invierno, parece secarse, molesta poco y requiere pocos cuidados. Llega la primavera y florece y florece. Además las sales y los vientos marinos no la asustan. Cuestiones de Ph dicen los botánicos. Se afirma bien en la tierra negra que se incorpora a los jardines. Definitivamente se asentó en Mar del Plata y sobre los barrancos costeros se la puede ver en paquetes y paquetes de arbustos  muy florecidos, muy gratos. Secreto: el polvo de hierro cambia el color de las flores. Las hortensias ayudan, con un vistoso matorral colorido a ofertar las casas marplatenses cono un territorio pintoresco…”
  
¿Es la hortensia la planta y la flor marplatense? Pongamos que si. Bueno ¿Qué planta y que flor representa a Rosario…? El ceibo es la flor nacional y no es el caso. Las margaritas no son y no hay modo de imaginar algo diferente (¿juntabas margaritas del mantel?)
  
“La Ciudad de Rosario ocupa un territorio de 178 Km². Las calles, avenidas y pasajes suman 2.070 arterias. Los espacios verdes municipales llegan a 250, destacándose el Parque de la Independencia por su riqueza florística y por sus 126 Ha de superficie”.
  
La información es correcta. Está tomada de internet y sus divulgaciones libres. No hay, sin embargo, nada que indique que Rosario tiene una flor. Si uno imagina la bajada de Avenida Pellegrini en noviembre hay una ilusión: al este y al oeste una flor y otra flor celeste… de jacarandá. Que no es celeste ni es tan flor de jardín sino de robustos árboles. Esta la tipa añosa y sus florcillas amarillas, el rosadísímo lapacho florecida, y la enredada santa rita. En fin, muchas pero ninguna.
  

Ninguna que asegure soltería, buen color y excelente escenografía, como la hortensia. A Rosario le falta una flor personal. Una. No es lo único que le falta. Por algo se empieza. Elijamos una que se pueda portar en el ojal.

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