Google+ Raúl Acosta: Tacheros

viernes, 16 de diciembre de 2016

Tacheros



Publicado en diario La Capital, 16 de diciembre de 2016

Viernes 16. Junto al mar. Si tuviese dinero emprendería un viaje por el mundo de las grandes ciudades para desarrollar una tesis: todos los tacheros son iguales, los diferencia el idioma. Bueno, mínimamente, los gestos son los mismos.

En  MDQ la bajada de bandera cuesta menos de 22 pesos y cada ficha menos de dos pesos y, como siempre, están por aumentar “…porque acá hay un poquito mas de laburo en el verano pero en el invierno hay días enteros que no pasa nada…” Se oye parecido desde el asiento de atrás. El mismo run run.
Hay diferencias. Menos unidades, aún no anda el Easy Taxi merodeando tanto, acaso por eso, y el fenómeno UBER no existe, es sólo un  nombre raro.

Hay números macro distintos. En rigor hay 600.000 habitantes estables por 9 meses y 1,500,000 (en rotación) por los otros 90 días. Un lío. Se usa la central y los taxis son llamados por teléfono, hay paradas fijas y sitios de revoleo. El que pasa cerca del Casino Central  estira el ojo y aminora, pero ya el Casino es otra cosa. No hay mas “sala de nácar”. Los tacheros viejos, cuando se les hace señas desde la esquina, hacen el guiño de luces indicando que ya te vieron. En eso igual, los mas veteranos si, los mas jóvenes no.

Como en Rosario, los que no son del lugar tienen líos con las calles y dos diagonales complican pero cuidado, como en Rosario, todas las calles terminan en el agua.

Cuando se charla con ellos, los peones mas claros que los patrones, la diaria alcanza para mantenerse y el peligro es el mismo peligro que en Rosario. Un loco y un cuchillo tramontina o similar.

Insultan a los baches y a los padres y madres de los autores de los baches. Se enojan con las motos que van sin casco y se cruzan. Já. Los badenes  y las pendientes eliminan el asunto bicicletas por cualquier parte, pero las hay. No con el capricho municipal de tornar a MDQ la ciudad de la bicisenda junto al mar, pero si con las pantorrillas esforzadas de pendientes y repechajes.

Tienen, a poco que se converse con ellos, el mismo susto que los tacheros rosarinos. Manejar es una cosa, manejar y cuidar la vida en los accidentes otra cosa. Manejar para que un loquito te ponga una chuza, una faca o un tramontina en el cuello por 200 pesos y un celular de morondanga es duro allá y es duro acá. Eso no es laburo, es ruleta cargada.

No tienen las cuatro tarifas y no entienden eso de la 1 y la 2 (diurna y nocturna en la semana) Menos entienden la 3 y la 4 para feriados y “findes”. Me parece que hay menos militancia gremial y mas tranquilidad patronal y acaso se deba a lo dicho: padrón de 500.000 personas viviendo, el resto aves de paso.

Sueñan con un banco que les habilite (con prenda al vehículo) una nueva unidad a pagar en 6 años de tres marcas posibles, autos medianos con baúl y cuatro pasajeros y comodidades, pero es un sueño y para que no se les haga pesadilla no les cuento que allá hay un banco estatal que, si lo dejasen manejar a ellos el sistema prendario y crediticio, sin interferencias políticas, el asunto podría ser…en fin, no les cuento que si los sistemas de bancos cooperativos o estatales manejasen ellos la línea crediticia de viviendas a 20 años, con manejo económico y de gestión centralizado sería mas fácil todo. 

Solo un banco solidario le saca 6 pesos a cada peso. No los políticos. No se los explico pero lo podrían entender fácil. Los créditos que no manejan   los bancarios  es un auto que manejen desde la central telefónica. No están en la calle, no saben nada. Las secretarías de viviendas municipales, provinciales y nacionales son eso, centrales con teóricos que no tienen la calle en la cabeza.
Habando de eso, mencioné  Camet y el barrio atrás del bosque Peralta Raos. Se agarraron la cabeza. No necesitaron explicarme nada.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario