Google+ Raúl Acosta: Barrabrava #UnaDeSalUnaDeArena

jueves, 5 de enero de 2017

Barrabrava #UnaDeSalUnaDeArena



Publicado en el diario La Capital, 05 de enero de 2017

Jueves 5 de enero. Junto al mar. La discusión sobre las palabras construidas es eterna. Cómo es el singular y el plural. Con “los barras” es peor, porque su significado es diferente.   Una cosa es “barra”. Otra “brava”. Juntas son un desasosiego. Barrabravas, apenas cobardes que actúan en banda, generalmente asociados a cuestiones delictuales. Su mas importante especialización en el siglo XXI ha sido / es  el tráfico de drogas y el conflicto en la vía pública. Todo contacto con estos grupos implica reconocerlos y lo que resta es discriminar qué grado de complicidad se tiene.

Los “barrabravas” decidieron qué día y a qué hora aumentaba el boleto urbano. En MDQ, sobre el fin de año la cuestión era tan alocada que debe explicarse paso a paso. Se pedía el aumento del boleto urbano de pasajeros. El precio que debían votar los concejales es, sin dudas, irreal. Su número:7,97 pesos moneda nacional.  Un número que obliga al redondeo, que solo se entiende con el mecanismo mercachifle de los tenderos de ofertas textiles que no redondean, para engañar con un  valor menor que, de hecho, no existe.

La izquierda, siempre tan previsible, hizo lo que corresponde: una manifestación con carteles en la puerta del Concejo. En la esquina. Para que no aumente el boleto. Honesto. Legales. Afligidos.

Alguien, nadie sabe quien, planteó que esa manifestación era problemática y pagó a la “barra brava” de “el torito”. Advertimos que Alvarado, el equipo mas popular y difícil de MDQ, es famoso por su beligerancia.

La policía miraba la contienda y sus heridos. No intervino. El boleto tiene ese precio en enero y deberá, sin dudas, reformularse en marzo.

El resumen sería este. Unas 400 unidades. Se estiman en 350.000 los boletos cortados diariamente. La tarjeta SUBE permite cobrar mucho antes del uso. Una sola empresa concesionaria. Cerca del 30% de marplatenses sin trabajo y un desmadre importante en barrios cada día mas peligrosos. El polvorín argentino usual.

Nadie informa que el boleto, en rigor, tiene un costo superior a los 16 pesos y que la subvención nacional es la que permite la discusión irreal que lo pone en 7,97.

Uno recuerda composiciones del Concejo rosarino en las que la preocupación era a favor del pasajero, del empresario y/o del sobre manila. A veces el timbre de las tres puertas.

Como un espejo que en ciertas ocasiones atrasa y en otras adelanta, la ciudad portuaria nos muestra, en este caso, viejos vicios de los políticos y una resolución asombrosa de este intendente, el profesor Carlos Arroyo.

Rechazó el artículo de la ordenanza que ponía en su firma algún otro aumento  del boleto. Exigió que sea decisión del concejo. Esa es una diferencia con Rosario, donde la discusión fue y es otra. En este punto la “trampita” legal es deliciosa. El artículo vetado decía que, en caso de un nuevo aumento en el transcurso del año, sería decisión del intendente. La fecha: 30/12/16. Parece tonto. Dos días después… fue / es otro año.

Donde el asunto fue semejante a Rosario es en la desesperación del ejecutivo municipal que en la última sesión del año trajo boleto, tarifa taxis, tasa de alumbrado / barrido / limpieza y la emergencia económica municipal. Esta muni parece un espejo que, como dije, a veces atrasa y en otras adelanta. No lo apoyaron algunos radicales (ja) y si los del Frente Renovador.
  
Nada se dijo de los desmanes de la  “barra brava”. Al día siguiente, con todo en orden, apareció la gobernadora, que banca sin fisuras a esta intendencia (ejem ¿suena parecido?)

El primer día periodístico del año (02/01/17) se leía que Inspección General, Desarrollo Social, Secretaría de Gobierno e Inspección de Transito interceptaron caravana de “manteros” a los que impidieron vender su mercadería, toda ilegal, en la Peatonal San Martín. Esta si que es una diferencia. Defendieron la legalidad.

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