El cierre de listas de candidatos a diputados nacionales en la provincia de Santa Fe, como en el resto del país (en la provincia es fácil de entender por la visualización de los candidatos) ha determinado la primacía de las personas por sobre las líneas partidarias. Finalmente por encima de los partidos. Y ha puesto en superficie una mentira del relato. De todos los relatos.
No cabe duda alguna que tanto Mario Barletta como Jorge Boasso tienen una trayectoria pública mayor que la de Albor Cantard el del nombre fácilmente memorizable, dueño de un rostro y participación pública muy poco conocida. La discusión por ellos, su defensa y su conflicto, deviene de algo muy fácil de advertir. No es el partido radical, no es la UCR, es un acuerdo de un jefe distrital (José Corral) con alguien que no tiene partido sino posición dominante: Mauricio Macri. Hombres que deciden. Minga de partidos. Corral, convengamos, no decide nada fuera de la provincia.
Que ése radicalismo acepte la imposición de la señora Carrió proponiendo a la señora Lehman no hace mas que definir que no hay decisiones partidarias sino individuales. Colofón. Frutilla del postre. Penal y gol es gol. Luciano Laspina, protoperonista, hombre del estricto riñón partidario de Macri en CABA, es propuesto desde Buenos Aires y aceptado por el mismo Corral. Se insiste: decisiones individuales.
No es sencillo explicar el socialismo. Es un partido de cuadros que no tiene cuadros para ejercer el liderazgo. Si los tiene no los oferta a la sociedad. Tal vez Hermes Binner haya sido el titular de una jefatura que no tenía un relato literario, pero ejercía un liderazgo práctico lleno de aciertos administrativos y de una clara imagen al pleno de la sociedad. Aún hoy Binner es eso. Emilio Jatón en Santa Fe y Pablo Javkin en Rosario demuestran la misma cosa. En la ciudad capital un periodista que no era socialista. En Rosario un radical que desde la escuela secundaria fue radical, fue dirigente universitario radical, que luego para crecer se hizo “lilito” y que nunca será socialista. Sobre las diputaciones nacionales una nota previa al cierre de las listas del periodista y funcionario Sansó de Lamadrid define la situación. Jorge decía:
“El nombre que falta cerrar es el del segundo lugar, que irá detrás de Luis Contigiani, el ministro de la Producción que los socialistas sacrifican en aras de la compulsa. Pero Contigiani no es un socialista (no al menos de paladar negro), es un jesuíta con cierto barniz radical aunque pretérito. Eso llevó a un experimentado radical a bromear ayer con que "las cosas estas muy bien: Miguel nos dijo que ya nos dio el primer lugar".
No hay modo de quitarle dureza a la definición del colega. Rosario y Santa Fe. Nada de socialistas. Ni aquí ni allá. No es el partido sino los nombres que se proponen los que definen la situación. El socialismo no ofertó cuadros propios en el único puesto seguro del listado y apostó a nombres conocidos en las dos ciudades que suman el 70% de los votos reales. Allí se condensa el porvenir, en este presente del listado. Tal vez el miedo que abandonen el barco los radicales, territoriales pero no abundantes en votos, cerró los ojos de la cúpula socialista al darle tanto espacio a sus nombres, no a su fidelidad. Ningún radical es fiel a otra cosa que su propio destino.
En cuanto al peronismo recordemos que su titular decía que primero estaba la patria, después el movimiento y finalmente los hombres y que el Partido Justicialista era una herramienta partidaria electoral. Las definiciones personales, estrictamente personales de los candidatos (algunos aparecieron como tales, sorpresivamente, en mayo para un cierre de listas en junio) eleva la propuesta al infinito, al revés del infinito. Primero y para siempre los hombres, el partido es una herramienta para crecimientos personales Nadie tiene en cuenta ni el presente ni la realidad provincial. Acá no está el movimiento ni la patria. Desafiar la osadía de Agustín Rossi de querer alzarse con todo en las elecciones de medio término y recortarle poder territorial a Perotti en noviembre. Eso es todo. Allí se embarcaron los senadores (que no tienen Rosario y/o Santa Fe) Sumaron a los intendentes y jefes comunales que, como los que asustan a los socialistas, son muchos y barulleros, pero ni aquellos que asustan a los pesepos ni estos pejotistas de ocasion tienen tantos votos reales. Mínimo goteo en la balanza del recuento. Todos sus candidatos son individualistas. Lo pueblos son pueblos. Nada mas. Detalle. En el 2015, en la Décima de Rosario, votaron mas de 60.000 electores. Mi querido Barrio Roma, en Santa Fe, suma mas de 25.000. Che, aflojen con el miedo al territorio en las elecciones de medio término. La Legislatura si, eso es otra cosa. Conversaciones de 4 años. Es muy otra cosa.
La provincia, según la verdadera encuesta, es 32% FPCyS (Lifschitz), 31% PRO Cambiemos (Midachi) y 30% PJ (Perotti). Esos fueron los resultados del 2015. Tres caras detrás de los candidatos suman votos. Macri, Lifschitz y CFK. El resto tontería para la tribuna. No se puede predecir el resultado de unas internas que en este territorio son necesarias (Las PASO definen espacios) pero es fácil advertir que no hubo mandatos partidarios sino conveniencias y especulaciones individuales. Reproduzcamos el titular del artículo: Terminaron los partidos.. de conformar sus listas y la paridad no existe. Aparece encima de la mesa la mentira del relato. De todos los relatos
En ninguno de los tres sitios cerrados de decisiones opinó el afiliado y lo peor, lo que no pueden negar. No hubo mujeres dirigentes opinando, participando activamente ¿Se entiende? La provincia de Santa Fe negó la paridad electoral en la Cámara de Senadores y las “mesas chicas” partidarias demuestran que no estuvieron, no hubo opinión del 50% de los votantes en las decisiones de cúpulas. Cúpulas de varoncitos en solitaria y onanista arbitrariedad. En algunos casos listas conformadas fuera del territorio. Hoy es posible afirmar que las usarán (a las mujeres) para decir que cumplen con la ley de cupo, de paridad de género, pero no pueden tapar la realidad.
Misóginos, homofóbicos y claramente colonizados desde la capital unitaria del territorio nacional aquí, en Rosario, se advierte que los hombres de los partidos (PJ. PSP, UCR) decidieron por nombres y no consultaron, no las llamaron, no participaron las mujeres en ninguna de las decisiones pre electorales. Como dijera, copiando a los griegos, el general: la única verdad…
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