Publicado en el litoral el 7 de Mayo.
Algunas cuestiones hay que reiterarlas por aquello que la letra debe machacarse para que entre.
El siglo XX dejó dos problemas en Argentina. La Justicia Social no fue eso: justa. El peronismo trajo la necesidad y no la satisfizo. El radicalismo instaló la necesidad de una democracia activa y que cada uno valiese un voto. No está en funciones el dogma democrático.
El hambre, la ignorancia, la desaprensión del estado y la indiferencia social ponen a la Justicia Social y la Democracia activa como dos faltantes en el siglo XXI. Hay remedos, discursos, voluntarismo. No están en ejercicio pleno.
El Siglo XXI agregó tres cuestiones. Una. El Narcotráfico y su código narco, sin tribunales de alzadas, apelaciones, habeas corpus ni nada mas que una ley. Se cumple o sobreviene la muerte. Dos. La inseguridad urbana. Ya ni el palier de un edificio de P.H. es seguro. Ni un Transporte Urbano, ni una calle iluminada. Ni los barrios ni el centro. Tres. La Corrupción estructural. La mayor preocpación de los honestos es no firmar papeles porque la corrupción ataca la estructura del estado y, de hecho, de las empresas privadas asociadas.
Estamos plantados en el siglo XXI con cinco faltantes que azotan la jornada, la calle, el barrio, la sociedad y sus representantes.
El “progresismo” asume que quiere la democracia, que entiende la necesidad de justicia social (trabajo, comida, desarrollo de conocimientos, igualdad de oportunidades, crecimiento, porvenir esperanzador, vida plena) de quitarle el sitio de emperador y/o princesita resplandeciente a quien delibere y gobierne en nombre de los demás, que así entendemos la Democracia Republicana, Representativa y Federal.
Observar a la pequeña comuna, la intendencia, la gobernación y la presidencia y a todos los cuerpos deliberativos ayuda a explicar, con una simple mirada, que el asunto no está bien resuelto. Va de suyo que los cuerpos que administran justicia acompañan el desaguisado.
Aborto sin pena
Un tema caro al “progresismo” es la libertad de hacer con su cuerpo lo que se le plazca a la mujer embarazada. Un argumento que se escucha y que se apoya es que los pobres, los invalidados de obra social, de instrucción, los famélicos de la sociedad, van a un aborto clandestino por ignorancia y falta de recursos y que despenalizarlo es necesario. Nadie puede ir preso por abortar es el eje de la campaña que, recordemos, indica:” DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO” Las mayúsculas son para que se entienda el eje. Raspaje, succión, pastilla del día después, lo que se quiera. Todo se puede, menos la cárcel. Se asume que los que nada tienen son los mas necesitados de esta ley. Tengo mis sospechas que no es así pero, si separamos iglesias de Estado, el asunto es sencillo. Cuando aparecen cuestiones de fe nada se puede resolver porque la fe, ya se sabe, es un dogma y no un razonamiento.
Soldaditos asesinos
Otro tema caro al progresismo es impedir que se baje la edad de imputabilidad a los pequeños delincuentes, hijos y nietos de pobres, villeros hace 50 años.
En Rosario, para indicar un sitio con estadísticas, el 15 % de los villeros tiene trabajo en blanco. El 85% de 300.000 habitantes “rosarigasinos” no tiene nada y vive en medio de la mayor soledad, con nada en mitad de la nada. El progresismo sostiene – y apoyamos – que nada se consigue disminuyendo la edad de imputabilidad sin atacar las causas de la criminalidad… pero cuidado: lo que preocupa no es la tercera generación de villeros, lo que asusta es que pueden, como no, ser criminales.
En este punto la mas elemental reflexión sostiene que no son ellos los originantes del desastre y que, mientras no se ataquen las profundas raíces, un pibe chorro es un emergente de esa enfermedad social que es la desigualdad y la desatención, el olvido y la falta de capacidad estatal para resolver los líos que la sociedad a la deriva ha fabricado.
Huevo y gallina
Acompaña esta elemental reflexión una pregunta: ¿ cómo suponer que atacando al menudeo de la distribución de droga, uno de los trabajos de los pibes chorros, de los villeritos, de los sin nada, se podrá atacar la causa profunda: el narcotráfico y la corrupción estructural que no está en diez bolsitas y un paquete con 20 charutos (mas no les dejan llevar, porque deben volver a buscar otra remesa ya que nadie confía en alguien)…?
Una policía que comparte la villa como vivienda, que no tiene instrucción superior, que tiene bajos sueldos, que vive pidiendo la pizza y la milanesa para comer mientras se está de guardia, que no tiene ni elementos de tecnología del siglo XXI ni conocimientos para manejarlos, lo que hará es lo mas sencillo: cada tanto uno preso, cada tanto un soldadito muerto y mientras tanto, como tienen poder, se convertirán en una policía que, además de exigir la pizza y la milanesa exigirá sus diez bolsitas diarias. Le ley los protege. El narcotráfico tendrá legalizada la narco policía.
Desde el poder central dirán: …”en Santa Fe son culpables de la drogadicción. Algo que hoy Bulrrich, como ayer Berni, no podían decir…” era y aún es delito federal.
El progresismo debe definirse. Que es “el progresismo”. Está con el aborto sin castigo y castigo a los soldaditos. Que rol cumple el Estado en “el progresismo”. Que rol cumplimos nosotros, desde el poder mediático, denominando a ciertos grupos políticos como progresistas y a otros como derechistas. Finalmente: ¿estaba el aborto y el castigo a los soldaditos como tema de promesas electorales…? ¿Como tema de la sociedad?
Ausencia de Justicia social. Democracia activa (dos deudas). Código y sociedad narco. Inseguridad urbana. Corrupción estructural. Tres problemas. Estos los temas. Cri.Cri. Nadie responde.
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