Las dobles miradas
La mirada. Hay demasiadas cuestiones con doble mirada o, como dicen los técnicos, doble standard. Conviene repasar. Algunas son de difícil solución. Conocerlas ayudará a eso, a que la mirada sea más cercana al equilibrio, a la misma justicia finalmente.
El país político, el país total estuvo y está expuesto al problema. El caso Y.P.F es notorio, en él se reflejan las dobles miradas, el distinto standard. No alcanza con reflotar a Neruda (“Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”) porque si bien es cierto que el 2012 no es el 1994 la Constitución , revisada en ése año, fijó pautas que se las han llevado al galope en este reparto pampa organizado por el cacique Kicillof. Los lenguaraces se han visto en figurillas para decir blanco donde era negro intenso.
Nuestras contradicciones no son nuevas, pero no por eso debemos aceptarlas.
La democracia. La Constitución y las leyes están siempre expuestas a la doble mirada, que es una según la promuevan y exijan los demás y es otra muy distinta si las invocamos nosotros. El penal y el “orsai” en el propio arco y el banderín solferino en el arco ajeno.
Convierte en duro al tema que los argumentos se corresponden con un discurso y los hechos con otro. El punto a discutir es uno: la democracia.
El movimiento. El peronismo es un ejemplar raro en el manejo del concepto de democracia en uso. Hay una sola democracia, según el liberalismo finisecular. No es cierto. Democracia es una palabra en acción, es un acto que acepta varias miradas. Muchos opinamos que el peronismo debe, a la sociedad, una definición de su uso. Qué es, para el peronismo, la democracia. Según los hechos un mutante. Una vez definida las formas atenerse a ellas ayudará al fondo. Cómo negar que es una la democracia de los libros y otra, muy distinta, la que se actúa en el día a día.
Los dineros públicos. La economía de Argentina es la tercera de América. Brasil, Méjico y nosotros, Argentina. Ese es el orden económico. Manejarse en América con este esquema es necesario. Alguna dirigencia mira el mapa de modo sesgado. Reflejarse en lo pequeño no es suficiente. En algunos casos es excesivamente interesado, aviesamente interesado. Simplemente equivocado. Lo dicho: insuficiente. No se puede creer, seriamente, en quienes nos definen unidos a Venezuela, Bolivia y/o similares y dejan fuera los costados más importantes: Brasil y Méjico. Estamos, somos, como no, claro que si, somos latinoamericanos pero el destino potencial, teórico, también las posibilidades prácticas de Argentina, están midiéndose con todos, pero indispensablemente con Brasil y Méjico. Punto.
El crecimiento. Los problemas de energía reconocen dos orígenes. El primero y elemental es que no desarrollamos las posibilidades. No hemos sido previsores. La culpa es nuestra. No supimos manejar eficazmente la estrategia. Esta, se sabe, se reconoce sabia o equivocada en el largo plazo. La estrategia usada ha sido la de la cigarra. No tenemos energía para abastecernos y costará años alcanzar el autoabastecimiento. Nadie puede negar, por otra parte, que son distintas las necesidades de un país lanzado a crecer a como de lugar, que aquel que se contraía porque se había convertido en una factoría de servicios comerciales y turísticos. Crecimos y consumimos más. No supimos crecer. Los Kirchner han sido cigarras. Se morfaron, cantando, el alimento del invierno. Deben sumarse las dos raíces para entender el desastre en donde estamos hundiéndonos. Cuidado, nos estamos hundiendo. No tenemos energía para autoabastecernos y tampoco dinero barato para pagar la energía cara que debemos comprar. ¡Cómo no verlo!
La provincia. La constitución provincial (década del 60) es un ejemplo fenomenal de la doble mirada. Hay una doble mirada histórica. Se comenzó en democracia y se termino con el golpe de estado como la realidad “inconducente”. Algunos dicen que eso fue bueno, otros que no. Hay indulgencia porque todo lo que vino después fue peor. Se suman los que dicen que fue muy previsora, que fue de avanzada pero que ahora esta vieja. En fin. A la constitución provincial la usan para juegos políticos. La división territorial está sin resolver, el derecho de pernada de la ciudad de Santa Fe continúa y los juegos territoriales son atroces para una dinámica positiva. Senado y Diputados con distinta obligación territorial conforman un hecho nefasto, cualquiera sea el partido que mande y el que acompañe. El mamarracho de la proporcionalidad si y no, según se gane o se pierda, es demasiado ridícula. En este año el votante lo demostró. Debe agregarse que es distinta la mirada si se es gobierno u opositor. Quien sume las declaraciones de peronistas, radicales y socialistas en el gobierno obtendrá una fórmula para la reforma. Es otra la fórmula si se leen declaraciones de los mismos protagonistas en el llano o peor, en la enconada oposición.
Lo legal. Esa misma doble mirada, el conocidísimo doble standard, es notorio cuando se trata de nominar personas, como de definir políticas. A principios de mayo el nombramiento de un" fiscal de fiscales" llevó al debate la vigencia del mandato popular. Los argumentos usados para sostener la propuesta de Enrique Font, un “hombre de Binner”, para el cargo concursado se abastecían en notas de eso, de un concurso. Todos, incluido el enojado funcionario " binnerista", sostenían que los diputados no podían, no debían, no deberían quitarle esa posibilidad. La Constitución es muy clara al respecto. El acuerdo de las cámaras da legalidad a los funcionarios judiciales. Desde antes del concurso, de cualquier etapa del concurso, se sabía. El pleno de las Cámaras no prestó acuerdo a cinco propuestas. Una de ellas políticamente dolorosa. Quedó fuera uno que se afligió y participó en la pesquisa por el asesinato del militante “pocho”Leprati, el ángel de la bicicleta, según canción de León Gieco, la canción de campaña de Hermes Binner. Para los legisladores santafesinos no tenía práctica en Tribunales para ser fiscal de fiscales. Pliego rechazado.
Lo político. Parece tan clara la delegación de poder. Existe. En su ofuscación Font termina regalando argumentos a los dictatoriales, cuando adjetiva sobre la democracia y los diputados electos en ella representando legalmente al pueblo de la provincia. La política no es un adjetivo. Son esos diputados los que fueron nominados para gobernar por el pueblo, " que no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y etc. Etc.". Quitar a los diputados esa posibilidad esta fuera de la ley. Hay una mirada parcial. Creo en los diputados si me nombran y son cuasi delincuentes si me desaprueban. No parece alto, serio, justo. Debe agregarse una aceptación importante. Cualquiera que sea nominado, propuesto por actores políticos, está dentro del juego mejor de la sociedad. El mejor juego de la sociedad es el juego político. Aquellos que creen que la política es un adjetivo calificativo despectivo, una mala palabra, obedecen a la óptica de Martínez de Hoz y Videla. La política es la más alta asignación social del hombre. Saber que trae sueldos y funciones va de la mano con aceptar que se pierde porque se pertenece a un sector político. En el 2011 el sector político de Enrique Font perdió. No son suyas las Cámaras. Ni una sola. En un cuerpo un (1) senador sobre 19, en la otra cuatro (4) diputados sobre 50. Es una cuestión política y debe entenderse así, sin berrinches. Sin doble standard. La doble mirada que se vuelve definitivamente despreciable cuando se juzga los votos de los diputados nacionales de un modo y el de los provinciales de otro.
Organización social. En el periódico La Capital , Rosario, un especialista en el tema droga y sociedad dijo algo tan simple que llama la atención. Fue advertir que el rey esta desnudo. Estuvo bien. Solemos eludir lo obvio. Sostuvo que la droga proporciona recursos económicos, abogados, organizaciones contables y poder, el poder del dinero y que combatirlo con inyecciones de aguas destilada (uso la metáfora de Roberto Arlt) es cuanto menos tonto. Tontos serán entonces los gobiernos que no definen capacidad, dinero, tiempo, más capacidad, más dinero, más tiempo para convencer a la sociedad que ayude al bien y no aplauda al mal, que el crimen no paga, que lleva a la muerte. No es sencillo ni barato, ni se logra con pujos esporádicos. Mirar el tema tan solo desde una declaración periodística es simplificarlo. Creer que se combate el mal encarcelando a un pecador es creerse sacerdote de una parroquia. El mundo es ancho y ajeno. Se sabe hace demasiado. No se vence al diablo con estampitas ni a la droga encarcelando un kiosquero. Aflige el tema de las drogas y la sociedad. Dígan el plan maestro y cual es el sitio, el modo, la reformulación en una pelea verdadera. Casco y a la cancha. Y digamos la verdad. Es una pelea, no un consejo, una charla o un aviso, muy valiosos si pertenecen a una pelea de la organización social que conformamos.
Federalismo. La doble mirada sobre la soja. Está altísimo su precio internacional. Hay menor cosecha. El precio en pesos, para los argentinos, es menor que el internacional. Los impuestos siguen gravándola para sostener los dineros del oficialismo puestos en planes sociales (Eso dicen, habría que revisar, pero ¿quién revisa). Con el petróleo, del subsuelo, no sucederá lo mismo. Las provincias sojeras son violadas. A su bolsillo se lo vacían malamente. La industria metal mecánica y las ciudades sojeras (Rosario es una) viven mejor con la soja transgénica y la necesidad de India y China de alimentarse y alimentar a sus vacas. Eso lleva al perdón de los pecados. La mirada se complica. La Nación ¿roba o no roba a las provincias?
La dependencia. Las cuasi monedas ya dan vueltas en las ciudades donde estamos. La “muni” de Córdoba muestra 2.000 millones por detrás del azul. La provincia de Córdoba anda bailando (pagando) con cuasi monedas a los municipios y se insiste: no está equilibrada. Entre Ríos esta pagando en cuotas los sueldos y Santa Fe pide que los diputados y senadores le autoricen emitir letras para cambiar por plata en “el banco”. Ja. Justo. El banco estatal que el peronismo de Obeid y sus ministros y Reutemann y sus ministros regalaron a delincuentes (los Rohm) y a quienes aceptaron hacerse cargo después. Que el peronismo opine sobre el banco donde tiene su "cuenta tomadora" la provincia es, por lo menos, un ejercicio de mala memoria. De amplísimo doble standard.
¿Podemos vivir con doble mirada? Si. Lo estamos haciendo. ¿Deberíamos arreglar el foco? Si. Pero no hay certezas. Discusiones como la de “Calle Pocho Leprati” versus Calle General Roca o Centro Cultural Bernardino Rivadavia versus Centro Cultural Roberto Fontanarrosa traen un alerta que resumía muy bien el esperanzado Armando Tejada Gómez:”algo se mueve en el fondo del Chaco Boreal”.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada
(
Atom
)
No hay comentarios. :
Publicar un comentario