Google+ Raúl Acosta: Santa Fe, la diferente

domingo, 20 de mayo de 2012

Santa Fe, la diferente


La provincia de Santa Fe tiene particularidades políticas (también territoriales) que la vuelven diferente.

Todas las provincias, según sus habitantes naturales (los que responden al gentilicio) son particularísimas. Es cierto. Al puntualizar algunas singularidades se advertirá que Santa Fe es diferente a otros territorios.

Es una provincia “viable”. La elemental ecuación entre lo que produce y lo que necesitan sus habitantes para vivir y ahorrar (acumular) da un brillante número en azul. Gabelas retrógradas, como el IVA generalizado, el Impuesto al Cheque y la arbitrariedad del Gobierno Central, verdadero agente expoliador, impiden que se autofinancie. De esto, tanto diputados como senadores nacionales, prefieren no hablar. Otros territorios provinciales no se autofinancian y dependen, con o sin chantaje político, de las arcas nacionales. Son inviables.

Lo extendido de su territorio la diferencia. No es la misma provincia en Tostado y en Rufino. El río, la pampa húmeda y el Chaco Boreal terminan por descartar un paisaje monocolor. Santa Fe brilla en varios colores. Muchas fotografías en una sola bandera.

La composición social (las corrientes migratorias externas e internas) le han dado una diversidad étnica realmente llamativa. Un genotipo bien alimentado vive en estos pagos.

El mandato hace que el hijo de inmigrantes relacione su futuro con la casa y la independencia. El habitante (promedio) de la provincia no tiene dependencia ni relato con la administración estatal. La molicie (burocracia patricia) de las capitales solo abarca la ciudad de Santa Fe, parte de la ciudad de Santa Fe.

La diferencia se advierte claramente en la composición política. Fijemos un cero.

Desde el 1983 la provincia se destacó. Una gobernación distinta a la tendencia nacional (UCR, Raúl Alfonsín). En el 1983 la provincia fue peronista. La ciudad de Rosario, su más preciada joya, fue radical casi, casi sin Alfonsín. El peronismo reivindicó bandera y frase de batalla del Brigadier General López. “La provincia invencible”. Un creativo opositor y dispuesto re escribió “La provincia invisible”. Nunca lo fue.

Aquel radicalismo, recordemos, con Luis Alberto Cáceres como secretario del partido en el Comité Nacional traía una historia (¿“ La Coordinadora ” es “ La Cámpora ”?). La ciudad de Rosario, con Horacio Daniel Usandizaga en la intendencia, comportó una independencia que no se vio ni se ve otros territorios.

Una ciudad cabecera que vivió como opositora al gobierno provincial, también al nacional, y no fue ahogada. El peronismo y el radicalismo comparten territorio, capillas, iglesias, intendencias y concejales en el total provincial. Pequeñas islas de la democracia progresista, cada vez mas fantasmales y de socialistas, cada vez mas vendavales, cierran el perfil. Se repite: no hay territorio en Argentina donde esta convivencia (original) comience con votos y se resuelva con votos. Solo en Santa Fe.

La municipalidad de la capital, la de Santa Fe, luego de las desapacibles horas de los dos primeros intendentes peronistas, aceptó demoprogresistas, volvió al peronismo y ahora es radical. Coexistencia pacífica con los gobernadores. Fue y es posible.

El radicalismo tiene sus costados diferenciados. Marcucci, Mascheronni, Barletta,Schneider, Henn, Boasso, Cabral, conviven con resabios de la historia como “changui” Cáceres y su esposa, la señora Tate. La aparición de nuevos actores, con Pablo Javkin como el mas promisorio, indican que la costumbre de dividirse y discutir no ha quitado calidad a la vieja fragua que en la universidad encuentra su mineral. Siguiendo ésa metáfora: nadie le ha hecho tanto daño a la UCR como la señora Carrió, verdadera dinamitera encargada de pulverizar al partido. Le falta poco. Ellos la ayudan a convertirlos en polvo.

El peronismo encierra sus contradicciones. Agustín Rossi es la “espada” presidencial mas notoria. Rossi, el hombre que en las buenas y las malas apostó a NK y CFK convive con Jorge Obeid, dubitativo en salir o quedar dentro de un “kristinismo” donde no fue invitado. Han llegado jóvenes sin otra cosa que el título que les otorgara la viuda, Marconato, Ramos, Cleris. Junto a ellos Roxana Latorre, Reutemann, Oscar “Cachi” Martínez, Maguid, María Eugenia Bielsa, Rafael Bielsa, Celia Arenas, y el costado real que aportan Luis Rubeo, Alejandra Vucasovich, Freyre, Tonioli, los dirigentes que cada día se encuentran con el pueblo de la provincia. Una provincia donde no hay un gobierno “K”.

Convengamos. El peronismo tiene muchas líneas. Lo que vuelve a Santa Fe especial es que la discusión peronista no descalifica, ni mata ni pone bombas o palos en la rueda. No tumba la carreta. Se enojan desde los conductores hasta los bueyes pero no tumba. Podría sumarse que las líneas nacionales entran en puntas de pié a la provincia. El ”dedazo” nacional amenaza al peronismo. Siempre lo ha hecho. Latorre, Germano, Carranza, Arenas fueron decisión de Reutemann en solitario. Era el dueño de los votos. No los cuidó. La siguiente lista de Diputados nacionales la armó la señora Cristina. Los cuidará. Ya se disputan los tres puestos (según encuesta) que con esfuerzo lograría el “kristinismo”. Celia Arenas y Agustín Rossi están próximos a la grilla. Todo lleva a que la viuda arme otra vez la lista. Dedazo, siempre dedazo. Después a sobrevivir. Todos.

El dedazo de Hermes Binner colocó a su vicegobernadora, Griselda Tessio. Contra todas las encuestas que mostraban altísimos a Lifschitz y Barletta (los intendentes de las dos ciudades mas importantes) su dedo dijo Antonio Bonfatti y concluyeron en Jorge Henn para la vicegobernación. No hay diferencias visibles entre Hermes y Cristina. No para elegir a quienes deberán gobernar.

En lo que conviene reparar es que no hay otra provincia donde el socialismo conserve una ciudad por 20 años (la intendencia socialista mas importante de América) En realidad no hay en Argentina una intendencia independiente como la que tenía Rosario. Si no fuese por las lógicas tensiones internas (muchas y de importancia) el socialismo creó una fortaleza basada en ideas, no en cargos.

La provincia de Santa Fe es el territorio socialista más importante para quienes toman de Europa el ideario político. Santa Fe, por encima de esa identificación, es un territorio donde el peronismo co gobierna, el radicalismo co gobierna y el PRO-Peronismo también, y donde todos se oponen al socialismo y confrontan entre si. Las siglas están: FPCyS y FPV. La moderación quita dramatismo. No hay abismos para el lunes. Aún no llegó el discurso único y la histeria.

Droga, inseguridad, inflación, bajos sueldos. Los problemas argentinos están. Acaso deba sumarse un segundo argumento al primero. El primer argumento es la clase política de la provincia, claramente más adulta que los referentes porteños de repercusión nacional. En la provincia hay una verdadera cultura política. La segunda es la ausencia del fenómeno masivo que atropella y acompleja en Buenos Aires. Un mensajero convertido en actor político de primera magnitud y un actor único que no logra reprimir su arbitrariedad.

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