La narcocriminalidad no es mi área

Ministro Agustín Rossi en La vereda de enfrente

-Agustín, campaña Antártica. En estos días y con estos calores da un poquito de envidia.

La Antártida es un objetivo importante para La Argentina y parte de nuestra política de defensa. Si bien la política de defensa y de instrumentos militar las Fuerzas Armadas son un apoyo logístico para las actividades científicas que allí se realizan, la permanencia y la mirada argentina sobre la Antártida son importantes: somos uno de los países que mayor cantidad de base tenemos; tenemos hace bastante tiempo presencia, más de cien años; y tenemos la Campaña Antártica de verano, que es la que estamos iniciando en estos días, que genera una movilización de 1500 efectivos de la Fuerzas Armadas, porcentaje que después en el invierno cae a 300. Pero en verano sirve para, fundamentalmente, llevar al aprovisionamiento logístico de todas las bases; y en este año estamos trabajando con un buque polar, con un rompehielos y con dos helicópteros que están incorporados dentro del buque polar, más dos helicópteros que tiene la Fuerza Aérea Argentina que hemos comprado a la Unión Soviética, don MI-17 que están en Marambio, y todo el personal y equipamiento logístico que tenemos.

-La cuestión allí se mezcla, bien mezclada, con el tema soberanía. Y si se mezcla con el tema soberanía el otro costadito de nuestro problema soberano es Malvinas, ¿no?

Que tiene algún punto de contacto, porque sin dudas la cercanía y todo lo que significa el Atlántico Sur tiene un contacto si bien son situaciones distintas. Pero La Argentina viene haciendo gestos de soberanía sobre Las Antártida hace muchísimo tiempo. Una de las bases, que es la base Esperanza, es una base donde viven familias argentinas y allí es donde se produjeron nacimientos de argentinos en La Antártida –creo que hay 12 o 13 argentinos nacidos en La Antártida-. Es una base en la que viven familias, la mayoría de ellas familias militares, que tienen una escuela, la escuela depende de la provincia de Tierra del Fuego, Islas del Atlántico Sur y Atlántida Argentina, y todos los años el ministerio de Educación de Tierra del Fuego hace un concurso para ver qué docentes quieren ir a estar un año en esa base, tiene que ser un matrimonio de docentes y con la modalidad o con actitud para la modalidad que nosotros conocemos como maestros rurales.

-Claro, todos los grados juntos.

Yo tuve la oportunidad de visitarla este año y es muy emotivo toda esa experiencia que llevan allí adelante.

-Agustín, el tema pertrecho, compras de materiales, compras de aviones. En el mes de noviembre aparecieron algunas informaciones sobre este tema. Se está reformulando el equipo del Ejército argentino.

Nosotros tenemos aprobados este año en el presupuesto la posibilidad de cambiar nuestro sistema de armas mirage, que son aviones de caza que tuvieron una performance muy importante junto con los A4 durante la guerra de Malvinas y que tienen una fecha de salida de servicio entre el 2015 y el 2016. Así que estamos trabajando fuertemente, con diferentes ofertas para ver si este primer trimestre del año tenemos finalizados los estudios previos y hacemos el contrato para la provisión de eso. Y en la Armada Argentina estamos con un 80% de la obra de reconstrucción del Irizar, que es rompehielos que tiene la Armada Argentina, y tenemos un convenio firmado para empezar a construir después de muchísimos años embarcaciones para la Armada Argentina, seis remolcadores y dos buques multipropósito y cuatro lanchas de patrullaje.

-Supongo que no hay otro modo de cuidar la riqueza ictícola argentina que patrullar. El tema radar, que sobre noviembre y diciembre fue tema de debate, ahora ya no está más en primera plana. ¿Está resolviéndose?

Nosotros tenemos un sistema de radarización que tiene singularidades que nosotros destacamos. En primer lugar porque viene haciendo un avance año a año; en segundo lugar porque está fabricado íntegramente en Argentina. Los radares en Argentina se fabrican en Invap, una empresa que está en Bariloche y que es pública, tiene participación de Río Negro y del Estado nacional. Este sistema empezó en el año 2004, este año cumple 10 años. En el año 2004 teníamos 4 aeropuertos con radares en Argentina, hoy tenemos casi 26 aeropuertos con radares. Esto significa que está radarizada el 95% de las rutas aéreas nacionales. No significa el 95% de la superficie, en realidad ese 95% equivale al 60% de los aviones comerciales, de lo que significa el tránsito cooperativo. Y además tenemos en el norte de nuestro país un sistema de radares de defensa que son los que identifican el tránsito que se quiere identificar y el tránsito ilegal o irregular, por denominarlo de alguna manera. Tenemos un radar en Resistencia, otro en Posadas, otro radar en Santiago del Estero. Y colocamos antes de finalizar el año, están funcionando ahora si bien falta elevarlo y ponerlo en posición definitiva, el primer radar primario argentino que fabricó Invap, que está en Las Lomitas, provincia de Formosa. El segundo va a estar en Ingeniero Juárez, provincia de Formosa, se coloca el segundo trimestre del año. Y tenemos además en toda la frontera norte 20 radares que son terrestre que son radares de baja altura que opera el Ejército argentino. En el sistema de radares aéreos hay 230 efectivos de la Fuerza Aérea que trabaja en ellos, y sobre el sistema de radares terrestres más o menos 200 efectivos del Ejército.

-La pregunta de los radares viene relacionada con el tema droga. Porque de un lado estamos con el Atlántico, del otro lado está la Cordillera, es toda la frontera hacia arriba del mapa la frontera norte que hay que cuidar. La pregunta es concreta, ¿se está filtrando poca droga, sirven para algo los radares, funcionan como mecanismo de defensa?

Funcionan como mecanismo de disuasión y funcionan como mecanismo de defensa. Sin dudas que es así. Lo cual no significa que la frontera sea una frontera infranqueable. Imaginemos que no hay país más radarizado del mundo que los Estados Unidos y fíjate el problema que tiene en la frontera con México. Pero sí seguramente que funciona como mecanismo de disuasión, como mecanismo de identificación. Por la ley de Seguridad Interior nosotros lo que hacemos es informamos, identificamos una situación irregular y se la informamos a la fuerza de seguridad que es la que actúa.

-La pregunta viene por esto: creo que uno de los temas del siglo XXI es la narcocriminalidad, que es un tema mundial, ni de Rosario, ni de Santa Fe ni de Argentina. Lo que pregunto es si hay una mirada en tu Ministerio sobre esto como un problema mundial al que hay que atacar cada vez con más eficiencia.

En el Ministerio no, porque no nos corresponde por lo que significa la Ley de Defensa y al Ley de Seguridad Interior. Nosotros las actividades que estamos haciendo en el marco del escudo norte tiene que ver con el control de la integridad territorial, ya sea en su frontera aérea, terrestre o fluvial. Y lo que hacemos ante una situación irregular que detecta nuestro radar es informar inmediatamente a la fuerza de seguridad para que ellos sean los que actúen.

Sí tengo una mirada como dirigente político y he escrito en algún momento y he expresado mis opiniones sobre la seguridad en mi provincia y se puede extender en términos generales. Yo creo que la mirada de que el tema del narco era un problema de fronteras es una mirada antigua, de cuando Argentina era un país de trato y no de consumo, como es ahora un país de consumo y elaboración. Yo creo que la mirada tiene que estar puesta fundamentalmente, y creo que allí es donde se asienta la acción de las fuerzas de seguridad nacionales, es desarmar todo lo que significa los eslabones del interior de nuestra Argentina. En nuestro caso en la ciudad de Rosario la banda más conocida, que es la de Los Monos, no empezó con la comercialización de drogas, era una banda que existía desde comienzo de la democracia, si uno utiliza una simplificación podría decirse que cambiaron de rubro. Entonces me parece que la orientación tiene que estar puesta fundamentalmente allí. Pero vuelvo a decir, no es mi área, no es mi tema y no quiero tener ninguna opinión que no sea la que me corresponda.

-Sobre eso lo único que me permito opinar con vos de oyente es que yo creo que el Ejército y toda la Gendarmería tiene que actuar en conjunto en este tema, y en ese sentido está en tu área. No creo que nadie quede afuera de todo esto.

Primero, Gendarmería pertenece al Ministerio de Seguridad y el Ejército pertenece al Ministerio de Defensa. Nosotros tenemos una ley de Seguridad Interior que impide taxativamente a las Fuerzas Armadas actuar en situaciones de seguridad. O sea que lo que le impide es actuar en situaciones de criminalidad, sea la criminalidad común o la criminalidad organizada. Entonces, esa es una ley que además recoge debates importantes en la democracia durante estos 30 años y que a mí me parece que está bien. Porque si ciertamente si bien hay una mirada primaria que uno podría pensar que todo es lo mismo, la formación de un efectivo de la fuerza de Seguridad es absolutamente -distinta- a la formación de un efectivo de las Fuerzas Armadas. El efectivo de las Fuerzas de Seguridad está preparado en la disuasión, en una cantidad de disciplinas que tienen que ver con su acción hacia el interior de Argentina; el efectivo de las Fuerzas Armadas está preparado, en la concepción que nosotros tenemos como país, que tenemos una mirada reactiva de la defensa, para repeler una agresión estatal-militar externa. Entonces las formaciones, en ese aspecto, son distintas, y me parece que está muy bien el camino que tiene la Argentina teniendo dividida ambas acciones.


-No sabés cuánto me alegra escucharte esto. Porque hace años que estoy peleando por los siguiente: los guardia cárceles tienen que cuidar a los presos y los policías tienen que actuar disuasivamente y persiguiendo a los ladrones o delincuentes; cuando los policías se ponen de guardia cárceles con 40 presos en una comisaría está todo para el lado de los tomates. Y en las fuerzas de carácter nacional lo mismo. Mezclarlo ha sido un lío en Argentina.

Sí, no ha sido buena la situación. Además La Argentina a diferencia de otros países tiene lo que se llaman fuerzas intermedias. En Argentina la seguridad interior se basa en las policías provinciales, que dependen de cada uno de los gobiernos provinciales, y en dos fuerzas que tuvieron su origen en las Fuerzas Armadas, que son Gendarmería y Prefectura, que son las que en la teoría se llaman Fuerzas de Seguridad militarizadas. Son fuerzas intermedias, así que a mí me parece que con ese dispositivo, más la agregación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que se creó hace 7 u 8 años atrás, es un dispositivo de seguridad que es lo suficientemente, desde el punto de vista logístico y de todos los desafíos que tiene, como para enfrentar los desafíos y llevarlos adelante.

-Supongo que tenés varias repuestas reflejas, pero yo necesito preguntar tu opinión sobre el tema Milani.

Milani cuando nosotros asumimos el Ministerio de Defensa hacía 4 años que venía siendo Subjefe del Estado Mayor del Ejército Argentino. No es un militar que uno podría decir que es un teniente coronel, es un teniente que sorpresivamente la presidente de la Nación tomó la decisión de llevarlo de teniente coronel a Jefe del Estado Mayor del Ejército. La verdad es que la decisión en ese momento de ascenderlo era la decisión más obvia, la más lógica. Cuando uno cambia el Jefe del Estado Mayor la primera mirada está puesta en quien venía siendo segundo. Si el que venía siendo segundo durante 4 años tiene actitudes, tiene una foja de servicio dentro de la Fuerza que condice con la posibilidad de ser jefe esa es la decisión que se toma. Cuando nosotros enviamos el pliego a mediados del año pasado se generó todo un debate, la Presidenta tomó la decisión de que ese debate se postergue y al mismo tiempo nosotros acompañamos la decisión de Milani de presentarse voluntariamente ante dos causas en las que aparecía mencionado, una la causa en el Juzgado Federal de Tucumán y otra en el juzgado federal de La Rioja, en las dos causas se presentó voluntariamente, expresó sus motivos, se puso a disposición de la justicia y después de 6 meses no ha habido ninguna modificación en cuanto a lo que significa su situación procesal. Así que para nosotros la decisión que tomamos en julio del año pasado mantenía total vigencia y total contundencia y nos parece que los senadores hicieron lo correcto, que es aprobar el pliego de ascenso de Milani.