Google+ Raúl Acosta: "No podemos pensar a Argentina sin el 17 de octubre"

sábado, 17 de octubre de 2015

"No podemos pensar a Argentina sin el 17 de octubre"

Ricardo Forster en La Mañana Entera




-La pregunta es una sola, porque el tema es único. El 17 de octubre del 45 arranca un movimiento, una circunstancia que da vuelta la política, social y económica de la República Argentina. A setenta años de ésta, la reflexión es qué nos queda, qué sobrevive, qué nos vendrá, qué nos entregará el peronismo. ¿Cómo lo ve usted?

Creo que evidentemente el 17 de octubre generó todo lo que ha sido la Argentina a lo largo de estos últimos setenta años, tanto de momentos más impactantes de construcción de ciudadanía, de ampliación democrática, como momentos de dolor, de sufrimiento, de tragedia. La historia del peronismo ya es profundamente la historia de nuestro país. Tanto para quienes se sienten identificados y son parte de ese inmensa tradición popular, como para quienes siempre se han sentido distanciado o lo han criticado de una manera muy dura. No podemos pensar la Argentina sin la marca del 17 de octubre, sin la emergencia a partir de lo que se inició en esa fecha, de un movimiento que cruza no solamente lo política, porque también tiene que ver con el lenguaje, con lo cultural, con la construcción de país en todos sus amplios modos de constituirse una nación.
Entonces, la verdad que es una pregunta cuya respuesta no es lineal, ha tenido momentos luminosos, momentos muy oscuros, el peronismo no es unívoco, no tiene una sola forma de decidirlo, es lo suficientemente abigarrado y complejo como para que no hay una definición monocausal o que podamos decir “esto es el peronismo”. Por eso es tan difícil, para quien no es argentina, siquiera tratar de entender un poco qué decimos cuando decimos peronismo. Porque ha habido, y hay, peronismos progresistas, de izquierda, nacional populares, de derecha, ultranacionalistas. Ha tenido también un momento terrible, oscuro y brutal con López Rega, la Triple A; ha tenido un momento mítico, fundante, con la figura tremenda de Eva Perón. La figura del propio Perón es una figura que le ha dado consistencia a la lengua política de los argentinos a largo de más de setenta años; una generación como la del setenta, que fue hacia al peronismo al mismo tiempo abrazando las banderas del socialismo; otra que provenía del peronismo histórico y partía de las tradiciones de la doctrina social de la Iglesia; lo que fue también al conversión del peronismo en los 90 en brazo ejecutor de un proyecto neoliberal con Menem; el rescate y la recuperación de las tradiciones igualitaristas y constructivas de un Estado de Bienestar del peronismo de la mano de Néstor y Cristina Kirchner. Son muchas cosas. El giro de sectores conservadores del peronismo, nuevamente, hacia opciones que tienen poco que ver con la etapa fundacional… Todo eso está dentro del peronismo, por eso la dificultad de decir “este es el camino, esta es su trama ideológica unívoca”, porque no hay algo único en la definición de peronismo.

-Hay algo, en esto que está diciendo, que me resulta interesante, que es las diversas formas que tiene el peronismo de abrazar la sociedad o la realidad. Adhiero fundamentalmente a esto, de modo enfático. ¿Se nos vienen 70 años más de peronismo? No está muerto el peronismo, plantea usted.

Por supuesto. No sé si setenta años más. Sigue siendo, me parece una marca sin la cual la vida política de los argentinos no se mueve.

-¿Podremos, de algún modo, salir del peronismo? ¿O habrá, al mejor estilo marxista, tesis, antítesis y una resolución?

Es buena pregunta. Yo no sé si salir. Yo siempre pienso que las grandes tradiciones populares se van fecundando. Es decir, van recogiendo las novedades que van surgiendo, también, por los cambios de la sociedad, por las cosas que van sucediendo a nivel del mundo. El peronismo del 45 surgió en un contexto mundial que es muy diferente al contexto tanto latinoamericano como internacional actual; surgió de una guerra terrible, surgió de una crisis muy significativa de los viejos imperialismos, vio cómo nació la hegemonía, que iba a ser mundial, de Estados Unidos.

-Nacemos sobre plata, ¿no?

Claro. Y surgió en un momento en que América Latina iniciaba las primeras experiencias de lo que se llamó el populismo, con Cárdenas en México, con Perón en Argentina, con Vargas en Brasil. Creo que estamos, en ese sentido, en un punto de cierta correspondencia, porque en los últimos quince años, de Hugo Chávez en adelante, en América del Sur sobretodo, volvieron a aparecer con mucha fuerza movimientos de raíz popular, nacional, democrática, y con fuerte rol del Estado. Hay una irradiación y una continuidad, y el peronismo tiene y ha tenido un papel claro y decidido en ese sentido. ¿Cómo será el futuro? Dependerá de muchas cosas. Yo creo que estos doce años han permitido que peronismo recuperara sus mejores historias, sus mejores tradiciones, sus mejores banderas. ¿Cómo continuará esto? será la realidad, la sociedad, los tumultos de la vida los que lo van a decidir.

-Explicarle qué es el peronismo a los europeos, tan esquematizados en dos polos políticos, casi todos ellos, fue dificilísimo. Creo que Argentina no se resuelve si no se resuelve esa pregunta. Y mejor que no nos resolvamos, así seguimos.

Así es. La política, por suerte, es el territorio de lo que no termina, de lo que no alcanza una completud. Es siempre ese lugar donde el movimiento de la vida y la sociedad va produciendo nuevos desafíos, generando nuevas demandas, generando invenciones también en el interior de la gran tradición política. Entonces creo que el peronismo es parte de eso. Y en tanto la Argentina siga siendo un país que enfrente sus incógnitas, sus desafíos, sus frustraciones, sus sueños, tendremos que seguir pensándonos dentro de eso que surgió hace setenta años.

-Y que evidentemente nos sobrevivirá.

Seguramente. Pero uno siempre es hijo de su tiempo, lo que venga después será para otras generaciones.

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