Google+ Raúl Acosta: Defensa y ataque de género

sábado, 26 de noviembre de 2011

Defensa y ataque de género

Un buen año con mala milk

El gen femenino


Este año ha sido malo y bueno. Como todos. Problemas familiares distraen, pero para eso está la familia. Profesionalmente recibí el premio más importante de la Asociación Argentina de Televisión por Cable. Un jurado (que no conozco) me distinguió con el premio ”Mejor Programa de Información General 2011”. De Ushuaia a Paraguay el mejor. Ejem. Debo hacerme publicidad solo. A nadie interesa la gloria ajena si no es de la propia tropa. Hace años que no soy propia tropa. El nombrecito baila solo. El bigote.

Ese hijunagransiete…


El programa se llama “Historias de Gente Común” (porque todos tenemos una historia) Gracias a la gentileza de Julián García y de Marcelo Negri hace dos años que se emite por Cablevisión / Multicanal. Hay avisantes que permiten mantener decorosamente el espacio

Del mismo modo a Perico Pérez (Editorial Homo Sapiens) se le ocurrió llevar a papel algunas entrevistas. Se presenta el 7 de diciembre en Arteón. Se llama Confesiones Públicas. Transcribir (que no desgrabar, ojo con el lenguaje) es difícil. No es el mismo lenguaje el oral que el escrito. Los periodistas lo sabemos. Las cadencias, el tono, el lugar, el interlocutor, la hora y el día. Todo influye para que una cosa sea una cosa y otra cosa sea… con guitarra. Cualquier periodista, aún los militantes furiosos, saben que el lenguaje oral es uno y el escrito otro. Que no son compatibles directamente.

En este año quedó consagrado el programa de radio que conduzco. “La mañana rosarina”, por LT3, en la primera mañana (06 a 09) se corta solito en su estilo: primero la información. Informamos mucho. No lo que quieren algunas parroquias. Informamos mucho. La audiencia asombra por lo variado y lo importante. Informamos mucho. Para algunos monjes negros demasiado. El multimedio pone la espalda.

La columna que gentilmente el diario La Capital me permite escribir cada sábado llega a 300 textos. Ninguno fue fácil porque opinar no es fácil. Sonreir, decir la temperatura puede ser fácil y rentable, pero no apasiona todos. A mi no.

En el colmo de lo desapacible de este noviembre de 2011 un juego de comedia, en la emisora LT3 (se adjunta link para escucharlo, dura 2,11 minutos) donde participan cuatro voces de varoncitos y dos voces de mujercitas, fue volcado a letras negras sobre fondo blanco parcialmente. No es posible sobrevivir a la transcripción sin asombrarse. Cambia. No es lo mismo. No es lo mismo un lenguaje que otro. También es imposible, al menos no es digno, juzgar los dichos, sueltos, sin el paisaje correspondiente. Un programa de radio. Una hora, un día, un disparador para una broma.

Me han pedido, diversas organizaciones que me retracte. Es difícil retractarse de una broma colectiva, donde todas las risas acompañan y las voces no hacen el coro: participan. Insisto, básicamente a quienes acompañan con su firma el pedido: que me fusilen a orillas del Paraná: escuchar el audio. Acá hay un link. Dos minutos once segundos

Si fuese kirchnerista (que no lo soy, no lo seré) adheriría fácilmente a la teoría de la conspiración. No me llamaron, no me preguntaron, dispararon una cadena de mails y notas (asombran algunos colegas responsables de tantas cosas, directores de medios digitales y de papel, que deberían conocer la mínima regla de la democracia: ni juzgar ni condenar sin escuchar al reo. Tienen pasados personales sobre el tema)

No creo en la conspiración. Creo, si, que molesta un pensamiento en disonancia con los pactos comerciales pre existentes y las teorías marginales, arrabaleras, de outsiders que precisan vivir, es cierto, pero que desean el centro de la escena.

Anuncio. Falta para que abandone. Soy uno de los últimos leones que come solo. Personalmente creo que no soy quien los molesta, les molesta el destino marginal de las minorías, que solo con la sombra del voto popular, que no consiguen por las suyas, sobrevuelan con mas o menos plata, pero sin nada de gloria. No tengo plata y la fama es puro cuento. Pero se bailar la polka en público, siempre con señoritas, claro. ¿Tanto aflige la imprevisibilidad, el no contar con un espacio mas para la venta en paquetes al mejor postor?

La presente nota estaba escrita, pero deseo, fervientemente, que se publique en estos días en que la osa mayor hace algo con su cola. Agradezco al medio que la cobija esta posibilidad.


Ahora si: el gen femenino

La política argentina tiene una oleada de “gen femenino”.

Desde las primeras menciones de la señora CFK a su lucha, que señalaba costosa por tratarse de una mujer, el tema se ha instalado de la peor manera. Subrepticiamente. Ahora domina territorios insospechados. Hablar de las mujeres implica riesgos. El de la denuncia de género no es el menor, es una industria en expansión.

El riesgo más cercano es el elemental: hablar es peligroso. Cuando solo se descalifica y el debate se convierte en acusación sin juicio y condena sin descargo de partes la vida es sencilla, la opinión no. El que opina es un blanco móvil de los sectarios y estos, los sectarios, es muy probable que estén en sectas perfectamente organizadas. Los destituyentes están organizados, dirían los partidarios K. La censura previa, en realidad. De eso se trata. Frenar por miedo la palabra diferente.

Lo cierto es que resultan costosas algunas cuestiones a las mujeres por una razón que a veces escapa. No son iguales los hombres que las mujeres. No lo fueron. No lo serán. No hay cultura que no sepa que hay una guerra entre los sexos y que busque el empate. Por diferente construcción y parta siempre. Esto, que hormonal, biotípicamente es cierto, suele olvidarse. No se porqué. Es tan grata la diferencia.

Habría que pensar ya mismo, sobre esta década del siglo XXI, si la ley de cupos, que en rigor consagra una discriminación, no debería revisarse.

No es lo único a revisar. Hay profundidades, abismos que debemos iluminar. Allá, en el fondo, hay cuestiones muy ocultas. La crianza de homófobos, misóginos y racistas fue cierta en Argentina. Generaciones y generaciones con el alma cargada de incomprensiones. Deberíamos reconocer que paulatinamente la estructura se está desarmando. Que están disminuyendo los prejuicios. No han desaparecido como integrantes de la memoria oculta de la sociedad. Acaso con los recambios generacionales aparezca otra sociedad. Hoy solo algunas ONG de pocos integrantes y mucho poder mediático sostienen las posturas de avanzada. Su fe es la de los conversos. Buena parte tienen herencia del señor Torquemada. Invocaba a Dios la Inquisición.

Alguna vez haré la nota. Tengo el título: La vida en Internet y la vida fuera del cyberespacio. Es muy grande el asunto. Es otro tema. Es otra nota. Apasiona. ¿Lo que te cuentan en Internet, que no tiene certificado de realidad, construye tu realidad y salís a la calle a gritar por algo que solo tiene existencia ideal y que tu grito convierte en real? ¿Si? Otro tema, pero no de las huevadas de Santito Biasatti. El verdadero gran, gran, gran tema. Habrá que escribirlo. En el espacio infinito una agrupación, las pornógrafas, se divierten insistiendo en el rol de la mujer en el sexo, son atrevidísimas las propuestas y visiones de los/las autoras. Cerca suyo una organización de lesbianas sostiene igualdad ante la ley y pide que nadie hable del tema sin autorización previa, esto es: censura. En el cyberespacio tienen derecho a decir cuanto quieran¿En la vida real podrían? Cito un pedido actual : “Que se abstenga, en el futuro, de proferir declaraciones que impliquen algún tipo de discriminación de acuerdo a las Leyes nº 23.592, nº 26.485, a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer y a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer”.

Chupate esa mandarina. Pajarito que tenés pelito. Metele que son pastele. No se, verdaderamente, si este no es el gran tema del siglo XXI. La vida real contra el delirio en Internet, para cambiar el título del asunto central. La vida que no vivimos nos dota una vida que imaginamos y con ella vivimos. Es más que un destrabalenguas. Luca Prodam la indetifico. La rubia, tarada. (Ni Luca ni yo sabemos sus hábitos sexuales, pero acaso definan sus pensamientos, que no está mal, claro)

Para las discriminaciones el asunto es serio, profundo, importante. No estamos diplomados. Argentina está en examen. Falta la prueba de fuego. Una tribuna futbolera una tarde de sol. Una mujer exhuberante, un judío visible por sus hábitos, un negro, un gaucho de chiripá, un hombre visiblemente afectado. A escuchar la tribuna deberíamos dedicarnos. Allí aparecen los viejos componentes de formas distintas de tratar a los homosexuales, a las mujeres, a los diferentes por piel, raíces genéticas o creencias. Digamos las cosas como son: en la reforma de 1994 se decidió, por el voto de los constituyentes, que alguien no católico podía ser presidente. Al 2011 apenas 16 años. Y el examen de la tribuna no lo pasan fácilmente los mencionados.

El “hombre masa” del sólido Erich Fromm existe y tiene cría.

Hay extremos impensados que ahora están, como las mandarinas antes del invierno, al alcance de la mano. Mañana, si quisiese, el muchacho chaqueño, de apellido Trinidad, conocido como Florencia de la V, que ya ha sido consagrado como mujer y como madre, con sus testículos bien puestos, podría aspirar al sillón de Capitanich. También al balcón de la Casa Rosada. A brillar, mi amor. Debemos prepararnos. No es delirante una presidenta/te o un gobernador/dora transexual. Vinicius de Moraes era sabio:” no hay nada como el tiempo para pasar”.

Las distancias de los comportamientos sociales suman paisajes irredentos. Hay ciudades del norte profundo del país, metidas sus costumbres en las raíces mas hispanas y mas coloniales, donde todo está confuso, callado o definitivamente antiguo, torcido. Ante la luz del siglo XXI incomprensible.

Visitar la otra Argentina, sin conglomerados urbanos y con postales de viaje “en vivo”, comprende meterse en patriarcados muy duros. Muy arraigados. Los que, de aquel pasado heredado, vienen a vivir en las ciudades, se traen la nostalgia de sus lares, pero también aquellas costumbres ancestrales.

En las villas de miseria está el país pasado y sus esperanzas, también sus lacras y sus rémoras. El título es de Umberto Eco. En las villas de miserias está la estructura ausente pero, como el vacío no es posible, la remplaza una estructura chueca. La señora Safo (de Lesbos) debería meterse por esos callejones de los arrabales, que son cubiles de una historia macabra pero, claro, no renta para vivir bien plañendo la igualdad desde un bar del centro. Todos somos cómodos ante la ley.

Hay grupos sociales que conservan modos propios de sus sitios de origen. No es raro ni lejano. En Rosario se conservan cuidados tribales para los hijos de la viuda, que pierde sus derechos familiares, sus capitales. El padre de familia como súper padre. El primogénito como el heredero “legítimo”. En las familias con basamentos orientales hoy, en pleno siglo XXI, aún se cumplen rituales. Las viudas son cuidadas de por vida. No trabajarán, pero no tendrán fortunas personales.

Desde CFK se derrama una historia de género que se convierte en cotidianeidad. Beatriz Sarlo, tal vez la crítica consagrada por el establishment porteño como la intelectual que se opone a CFK desde un costado de púlpito y buhardilla de cristal, lo ha dicho: “ no le costó tanto por ser mujer, ya que su marido le dejó todo”. Diferencias posturales, celos de género. Ambas cosas, con seguridad. Los hombres decimos, con la certeza del dogma: las mujeres son terribles en la crítica de sus congéneres.

No podemos escapar de un facto: Una mujer nos gobierna. Puede llorar, emocionarse, pedir el día femenino y firmar el peor de los decretazos. Confesión necesaria: no estábamos preparados para tanto. En su penúltimo discurso de noviembre lo dijo: está cansada, dolorida, con los hijos hecho pomada después del fallecimiento de Néstor (dijo de “EL”) pero salió del fregadero porque la necesitábamos. Agradezcamos. Solo una madre y amante esposa (viuda, en este caso viuda) podría hacer tanto por sus polluelos. Nosotros somos eso.

Evaristo Carriego retrató barrios enteros, costumbres suburbanas y de inmigrantes. “La costurerita que dio aquel mal paso / y lo peor de todo sin necesidad”. Todavía no está consagrado que la pérdida del himen sea tan natural como la iniciación masculina. No para Argentina. Lo negamos, pero nos parecemos a Latinoamérica, no a París. Los tres versos finales del soneto de Carriego aún son válidos: “ ¡Qué cara tenía la costurerita,/ qué ojos más extraños, esa tardecita,/ que dejó la casa para no volver!...” Se siguen degollando por cuestiones de celos y el embarazo, tan odiado por tantas ONG, es una cuestión tribal, analfabeta, apasionada. Es la vida, al cabo. La transferencia de vida, de especie. Es un punto que descuidan tantas oenegés pro vida. Ignoro la razón del descuido. Se enojan por el perrito abandonado.

Si uno, periodísticamente, les hiciese caso a todas, nada quedaría liberado, en todo hay un castigo por hablar. Las cuestiones se mezclan. Soy de los que cree que a los violadores no hay que largarlos fácilmente, que debe marcárselos socialmente de por vida y ejercer castigo y ejemplo. Algunos sonríen, otros callan, los garantistas se esconden, siempre y cuando no les hayan violado la sobrina. Y se niegan al tratamiento a los mas jóvenes asesinos. Sostienen que a los 15 años no hay delito. Je. Montescos y Capuletos pelearon por dos pibes de 14 y 15 años, respectivamente. La edad punible es la de la sociedad activa. Están activos desde jóvenes. El garantismo es otra cosa. Y las violaciones son abominables todas. Condenar a la mujer por su parto temprano, incierto o no matrimonial constituye, por la condena social, una violación sumarísima. Carriego lo decía.

Es extraño, sin embargo, un efecto inverso, recurrente, disparatado y de difícil resolución. Explicarlo puede provocar equívocos.

“No nos fijamos en sus dotes de mujer, sino en sus cualidades de estadista”. La frase es de un conspicuo miembro de una feligresía novedosa:”Cristinismo activo”. Alcanza para la aproximación, trae el tema. Nadie supone que la viuda se volverá a casar. Que mirará a varón alguno. Que cambiará de sexo o de postura. Nadie se la imagina mirando el amanecer del brazo con alguien. No en Argentina, pese a todo lo que digan Fukuyama y Bauman. La vida natural y silvestre no es la de los personajes. Deberíamos saberlo, pero conviene insistir: los líderes no tiene vida común y eso: silvestre. ¿Si no la tienen porque se empeñan en relatarnos que si, que lloran y hacen pipí?

A veces es la señora la que trae costumbres propias del sexo, como el uso del detalle minúsculo, de cotidianeidad, en mitad de un discurso. La comparencia de su familia, a la que recrimina en público. A la que le da cariñosas órdenes humanas, de género: nene cuida a mi nuera, que por una pérdida de embarazo necesita que estés a su lado. Una madre y los polluelos. Enternece. Es bueno, es cierto, es generoso. Proteccionismo y estrategia. Impide que la noticia circule aviesamente. La coloca en el sitio exacto. Mujer que cuida sus polluelos. Pero cuidado, no es a esa mujer a quien se votó ¿O si? La vestimenta, de color negro compungido, qué cosa es, en su representación, si no es la expresión externa de un dolor. El luto es exhibición del dolor. Si ese dolor está atávicamente puesto en la sociedad, porque no usarlo. Y la pregunta que muchos esquivan: ¿podría un hombre usar esas armas? Rotunda respuesta: no. Advertencia para cualquier análisis. No estamos analizando a un político, estamos frente a un político que puede cambiar de rol y decir: cuidado, caballero, soy mujer, respéteme, ceda el asiento en lo colectivos, si estoy embaraza voy primera en la cola. Soy igual pero no soy igual. Tengo una tarjeta roja si usted se sobrepasa. Yo podré repugnantearlo de dos modos. Como jefe político y como dama ofendida. Mas claro: la viuda sube al ring con los guantes de boxeo y el facón en la cintura. Cuando suene el gong se sabe que la pelea comienza, pero se supone difícil el combate. El débil es muy fuerte.

Norman Mailer aclara: los hombres duros no bailan. Humprey Bogart miraría de reojo algunas cosas de los gobernantes argentinos y la caricatura de Bogart, “boogie, el aceitoso”, lanzaría un escupitajo. Bogart no perdonaría a Boudou, ministro y vicepresidente electo, bailando y tocando la guitarrita con un grupo musical definidamente indefinido. No tendría lugar en Casablanca. Tampoco en el Halcón Maltés. Un hombre llamado Amado no está inscripto en la dura literatura americana. Tal vez García Márquez le haría sitio. Dashell Hammett se retiraría del salón apenas oliese el perfume.

Así como antes se demoraba una hora cualquier protocolo para que la señora se acicalase y es su confesión esta frase: “me pinto como una puerta”, ahora las cuestiones, para con la viuda, son mas delicadas. Emperifollarse estaba dentro de lo permitido, lo convencional. Qué hacer si ante una dificultad llora, si pega el respingo, mira hacia el cielorraso y pregunta “qué haría Néstor en esta circunstancia”. “Qué haría EL”, después suspira y llora. No sucederá. ¿No?

El gen femenino no se mancha. El gen femenino no dobla. Las defensas superan a los ataques. Penal y gol es gol. Me cortaron las piernas… y la frase maradoniana de la clasificación. Todo válido. Todo invalidado.

Callate, no sabés lo que me pasa. No ves que vos no me comprendés. Te odio, no te voy a perdonar nunca lo que me hiciste. Vení querida, contame qué te pasó.

El universo femenino, el consagrado, no el que suponen las mínimas oenegés de los grupos especiales, chiquitos pero rendidores, se está ampliando. En el terreno desmalezado avanzan estas agrupaciones mencionadas. La guerra de guerrillas es apta para Internet. Contá una boludez y disparala a mil desprevenidos que será una historia. Freno. Sosiegue: donde la censura de verdad existe la lucha de los mensajitos y los internautas es otra, Piden por la vida en serio y la libertad más elemental, allí no aparecen ni las pornógrafas ni las pericas ni similares nimiedades. Cuando es la vida la que importa las sociedades se comportan de modo bien diferente. En la saciedad elegís comida. Hoy los homos que quieren vestirse así, mañana las lesbi que quiere vestirse asá. Panza llena corazón contento sigamos con las huevadas. Juguemos en el bosque.

El gen femenino es irrenunciable. Sostiene la violencia de género como lo que es: un delito personal y social. No se le puede pegar a nadie, pero menos un hombre a una mujer. Pegar, mirar mal, chantajear, abusar de la posición dominante. Todo prohibido menos el amor. ¿Si? Bueno, pero eso: el amor. El amor la señora lo tiene sublimado. En la primera mesa de café del Laurak o del Iberia, en 1960 ya estaba dicho: sublimado. ¿En nosotros? Sabemos que nos quiere con todo su corazón. Precisamos eso o una gobernanta estadista. Las dos cosas mi amigo, lo que abunda no daña.

En la vieja mesa de póker de amigos (nos juntábamos los viernes, hasta que el sábado iluminaba el tapete, antes que nos invadiese el póker televisivo, uno de los integrantes, David Feldman, querido amigo, tenía un hallazgo social, que usaba cuando las discusiones (sus retos) por una apuesta chapucera subían de tono: “no me insultés, ante cualquier agresión no te olvidés que primero que todo: soy judío”. Hombre abierto, con actitudes especiales con quienes quería, despojado de cualquier sectarismo, su burla a eso, a los sectarismos, era brillante. Convendría recordarla. La viuda no es otra cosa que un gobernante. Política. Militante. Fenómeno. Si aparecen las vacas flacas no sería justo que invoque su carácter, su rango, su fuero: que no nos diga mañana: antes que nada soy una mujer. A CFK no le cabe la ley de cupo. Ni el escondite de una oenegé truchada.

Sólo el gen femenino. Irrenunciable.

Raúl Acosta

Testigo

2 comentarios :

  1. No podés presentar una retractación y después escribir esto en tu blog. Bendita la hora que se empieza a hablar en serio, en todos lados de género y de violencia de género. Tengas la trayectoria que tengas, y con más razón si tenés mucha, no podés decir ni en chiste lo que dijiste. Yo escuché el audio, e igualmente me pareció desagradable y de mal gusto. Inclusive se puede apreciar que muy respetuosamente tus compañeras de trabajo no estaban muy encantadas con el "chiste". La libertad de expresión es una cosa, y denigrar aunque sea en chiste otra muy diferente. A ver si empezamos a darnos cuenta de las resposabilidades que tenemos como comunicadores sociales y empezamos a hablar con propiedad. Soy Mujer y NO pertenezco a ninguna agrupación ni nada por el estilo, no mandé cartas, no mandé mails, solo me enteré de la noticia y escuché el audio que tanto solicitaste que escucharamos, y la verdad, no me hizo cambiar de opinión, me desagradó aun más, y no me pareció gracioso en absoluto.

    Saludos.

    Natalia.

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  2. me gustaria que le quede claro que la lucha por las reivindicaciones de las mujeres no es una "moda" y mucho menos CFK quien la ha instalado. Como bien dijo en su retraccion (que a juzgar por lo que publico en su blog resulta poco creible) la lucha de las mujeres tiene historia.
    Pedirle que se retracte no es de ningun modo una cuestion personal contra usted; sino un llamado de atencion a un periodista que tiene en sus manos una herramienta tal como es un medio de comunicacion.(Tambien se ha denunciado en rosario al programa de Tinelli por el contenido sexista y el lugar de objeto que le da a la mujer en su programa)
    Quiza usted no comprenda que una "broma" machista es en realidad una burla a lucha que llevamos adelante las mujeres desde mucho antes de su madre, y que continua viva porque todavia seguimos siendo victimas de nuestra condicion de mujeres.
    Quisiera informarle que en nuestro pais, en lo que va del año, ya son aproximadamente 300 los femicidios; se denuncia una violacion cada 6 horas y cada vez son mas los casos de mujeres golpeadas desde el inicio del noviazgo. En los años de este gobierno han desaparecido 700 mujeres victimas de las redes de trata y prostitucion.
    por todo esto, y seguro me olvido de algunas cosas mas, le vuelvo a pedir que no bromee con la situacion de las mujeres, asi como no bromea, por ejemplo, con la desnutricion infantil. Porque esas bromas (las suyas y las de toda la sociedad) alimentan el machismo que nos mata!
    atte.
    Ma, Noel Gassmann
    DNI: 32.388.281
    Integrante del Moviento de Mujres Voces en Rebeldia

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